“Otro hombre ha conocido la verdad sobre su origen”

Por Maximiliano Ceci

“Hoy escucho tu voz, y cuando naciste sólo escuché tu llanto. No sabía si eras varón o nena, porque estaba encapuchada”, dijo la madre biológica de Mario Bravo en su primera conversación con el nieto recuperado 119. La asociación Abuelas de Plaza de Mayo confirmó la noticia y brindará una conferencia de prensa a partir de las 16 en la sede de la institución, donde se darán a conocer más detalles acerca del caso: “Otro hombre ha conocido la verdad sobre su origen”. La historia del nieto es delicada y atípica, porque es uno de los pocos jovenes que, además de restituir su identidad, puede reencontrarse con su mamá: es el sexto caso.

Mario Bravo vive en la localidad santafesina de Las Rosas, perteneciente al departamento de Belgrano, ubicada a unos 400 kilómetros al noroeste de Rosario. ”Vivo en una ciudad de 15.000 habitantes. Al saberse mi identidad, lo supo todo el mundo en el pueblo”, dijo Bravo en diálogo con FM Renacer de Sante Fe.

“Mi madre biológica tiene una gran necesidad de verse conmigo. Desde que hablamos por primera vez ella cuenta los segundos que faltan para vernos”, dijo Bravo al contar que su madre emprendió ayer el viaje en ómnibus desde Tucumán, donde en 1977 nació él en cautiverio, para reunirse mañana en la Ciudad de Buenos Aires.

“Ella estaba amenazada en otras épocas y con el agravante en un tiempo de que seguía en el gobierno (de Tucumán) el represor Antonio Domingo Bussi, que fue elegido en elecciones, creo, en 1995. hay que entenderla.”

“Ella estaba amenazada en otras épocas y con el agravante en un tiempo de que seguía en el gobierno (de Tucumán) el represor Antonio Domingo Bussi, que fue elegido en elecciones, creo, en 1995. Hay que entenderla”, agregó Bravo.

El pasado 5 de noviembre, la asociación Abuelas de Plaza de Mayo había anunciado la recuperación del nieto 118, Martín, el hijo de Jorge Ogando y Stella Maris Montesano, nieto de una de las doce fundadoras del organismo, Delia Giovanola. “No lo imaginaba, no tuvimos una noticia así nunca. En el mismo día quería hablar conmigo y quedó en llamarme a la noche de nuevo”, contó Delia en la conferencia de prensa en la sede de Abuelas.

La madre de Mario comenzó la búsqueda en 2007. “No sé si yo mismo tomé la magnitud de lo que significa todo esto”, admitió en la entrevista por la emisora santafesina.

La identidad y una madre esperando

Si bien todas tienen el genocidio como punto de partida, las historias de todos los nietos recuperados son únicas, como lo son las identidades. El caso de Mario Bravo es más singular aún, pero tiene similitud al de otros cinco hijos que recuperaron su identidad robada por el terrorismo de Estado y se reencontraron con sus padres biológicos. A todos los acompañó Abuelas de Plaza de Mayo.

Como el nieto 119, Tamara Arze, la nieta 6, se reencontró en 1983 con su mamá, Rosa Mary Riveros, siete años después de que la mujer fuera secuestrada y sobreviviera. Los hermanos Felipe y María Eugenia Gatica Caracoche fueron apropiados en La Plata, y tardaron siete y ocho años en volver a encontrarse con sus papás, los sobrevivientes Ana María Caracoche y Juan Oscar Gatica.

Simón Antonio Gatti Méndez, nieto 72, se reencontró en 2002, después de 26 años de búsqueda, con su mamá Sara Méndez. Las dictaduras argentina y uruguaya los habían separado en julio de 1976. María de las Mercedes Moreno tuvo a su hija en cautiverio en Córdoba, pero sobrevivió al centro clandestino y en 2012 logró que la Justicia convocara a la joven, que accedió a realizarse el examen ADN.


 

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