Otro ataque de época contra una unidad política

Por Alejandro Palladino

Un nuevo episodio de violencia contra una unidad básica del peronismo se produjo el lunes a la madrugada: desconocidos entraron a la Asociación Civil Liliana Corti-Chacho Pietragalla –militantes víctimas del terrorismo de Estado–, ubicada en la calle Montiel del barrio porteño de Villa Riachuelo. Destrozaron objetos, entre ellos sillas, sombrillas, mesas y gazebos, y robaron notebooks, una impresora, ventiladores y equipos de sonido que utilizaban los y las militantes para la realización de talleres en el barrio. Los integrantes de la unidad alertaron sobre un nuevo ataque contra un espacio político, sumado a que en este caso lleva el nombre de dos víctimas del terror estatal.

La nieta recuperada y militante del espacio, Victoria Montenegro, denunció el ataque en su Facebook. La unidad, de explícita identidad política kirchnerista, tiene seis años y las únicas dos agresiones que sufrió fueron este año. En la anterior, en mayo, los agresores destrozaron los vidrios de la otra sede que tiene la asociación en Lugano, y al sonar la alarma se dieron a la fuga.

Los militantes de la unidad expresaron su “preocupación” por el ataque e hicieron la denuncia. Ayer por la tarde, la Policía hizo los peritajes y esperaban novedades sobre los atacantes.

En la unidad Liliana Corti-Chacho Pietragalla se promueven actividades sociales, políticas y culturales, como juegotecas, talleres de salud sexual, género y educación popular para niños y niñas.

En su cuenta de Facebook, Victoria Montenegro afirmó que “quienes conformamos esta Asociación repudiamos este lamentable hecho y solicitamos su inmediata investigación y esclarecimiento por parte de la Justicia para determinar quiénes fueron los responsables de dichos actos de vandalismo y destrucción, así como también manifestamos nuestro firme compromiso de seguir construyendo desde la militancia y el amor una sociedad donde el respeto a los Derechos Humanos y la igualdad sean la regla y no la excepción».

“esto se da en un clima de época, en el que circulan discursos donde la política es corrida a un costado y ponen el debate en cuestiones banales”, sostuvo Pietragalla.

El hecho ocurrió casi al mismo tiempo que el Gobierno nacional atendía el pedido de la ONG Ciudadanos Libres, interesada en echar leña al fuego sobre un tema al que el macrismo no le ahorra ensañamiento: la cantidad de desaparecidos. El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, difundió recientemente un comunicado en el que informa que los desaparecidos fueron 6.348, y no treinta mil. Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, repudió el informe y dijo que es parte de “una campaña de bastardeo y desprestigio” hacia los organismos de derechos humanos. «Fue una muy mala noticia, muy desagradable. En vez de investigar cuántos son, que nos ayuden a encontrarlos, no a sacar una estadística, tanto por los que están enterrados, diseminados por el país, como por los nietos», aseguró Carlotto.

En diálogo con Contexto, Horacio Pietragalla, nieto recuperado por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, secretario de Derechos Humanos de Santa Cruz e hijo de los militantes Liliana Corti y Chacho Pietragalla, trazó una línea entre las embestidas simbólicas del macrismo en los últimos meses contra la memoria de los desaparecidos y los ataques a las unidades básicas: “Esto se da en un clima de época, en el que circulan discursos donde la política es corrida a un costado y ponen el debate en cuestiones banales”, sostuvo Pietragalla.

pietragalla-cortiEn lo que va de 2016, sentando el terreno para volver posibles los hechos de violencia hacia organizaciones políticas, en reiteradas ocasiones el macrismo puso el ojo en desprestigiar la militancia llevada a cabo en los últimos años en lo referido al proceso de Memoria, Verdad y Justicia. A las declaraciones del ex secretario de Cultura porteño, Darío Lopérfido, a quien le costaron el puesto por arremeter contra la cantidad de desaparecidos, se les sumaron nada menos que las de Mauricio Macri, siguiendo la misma postura durante una entrevista con la prensa estadounidense, cuando dijo “no tener idea” sobre la cantidad de desaparecidos.

Pietragalla advirtió acerca de la “estigmatización” que pesa sobre las organizaciones de derechos humanos y más aun si son kirchneristas. “Ahí hay una saña particular”, consideró. Vale remarcar que el macrismo, mediante el proyecto de ley de presupuesto de 2017, recortó en un 15% el monto destinado a la Secretaría de Derechos Humanos en comparación con 2016.

Pietragalla advirtió sobre la “estigmatización” que pesa sobre las organizaciones de derechos humanos y más aun si son kirchneristas. “Ahí hay una saña particular”, consideró.

El ataque a la Asociación Civil Liliana Corti-Chacho Pietragalla se enmarca en otras agresiones de características muy similares, ocurridas desde los primeros meses del año. En La Plata, en mayo, fue apedreada la sede del PJ de calle 54 entre 7 y 8. En Lanús, un grupo de motoqueros dispararon siete tiros contra la sede central del FpV en ese distrito. Se supo que eran allegados al intendente PRO Néstor Grindetti. Algo parecido pasó en Mar del Plata, cuando un centro de La Cámpora fue baleado en marzo con cinco disparos de Ithaca. Uno de los casos que más resonó fue el ataque a los tiros contra una sede de Nuevo Encuentro, en marzo, mientras se realizaba un acto con cuatrocientas personas, lo que dejó un saldo de dos heridos de bala.

Por último, un ataque similar al de la unidad Corti-Pietragalla sufrió la parroquia de la Isla Maciel del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, de marcada posición crítica al macrismo y cuyo mayor referente es Francisco “Paco” Olveira. Desconocidos entraron por la noche y saquearon los pocos materiales educativos y electrónicos que se usaban para trabajar con la comunidad del barrio.

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