«Nos quieren asustar, pero no tenemos nada que ocultar»

Por Alejandro Palladino

En lo que fue un nuevo capítulo para la larga historia de resistencia y lucha de las Madres de Plaza de Mayo, como también de apriete del Poder Judicial hacia cualquier símbolo del kirchnerismo y los movimientos populares, el juez Marcelo Martínez de Georgi pidió la detención de Hebe de Bonafini tras la negativa a declarar por parte de la titular de Madres de Plaza de Mayo en los tribunales de Retiro por la causa «Sueños Compartidos». Sin embargo, hacia las siete de la tarde, el magistrado dio marcha atrás en cuanto a la detención y relegó la indagatoria, al tiempo que delegó la detención al ministerio de Seguridad.

Durante la tarde, cuando arrancó la jornada, más de uno al ver a la infantería de la Policía Federal buscando arremeter en la sede de la Fundación Madres de Plaza de Mayo tuvo el déjà vu de los caballos de la Policía aquel veinte de diciembre de 2001.

Con el transcurso de la tarde, militantes, dirigentes políticos, legisladores, jóvenes y ciudadanos de a pie acompañaron a Hebe al grito de “Con Hebe no se jode” a la Plaza de Mayo para luego retornar a la sede de Madres, donde hablaron dirigentes políticos. El accionar ejercido por el Poder Judicial, horas antes del ruidazo contra el macrismo por los tarifazos, fue leído como un episodio más del “brazo político” con que cuenta Macri para perseguir referentes populares. Los casos de la ex presidenta Cristina Kirchner y la líder de la Tupac Amaru Milagro Sala, los más nombrados.

Desde un inicio, la cosa arrancó con la decisión del juez federal de allanar la sede de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y detener a Hebe de Bonafini, luego de que la titular de Madres se negara a la declaración en los tribunales de Retiro, en el marco de la causa «Sueños Compartidos» –iniciada en mayo de 2011–, el programa de construcción de viviendas sociales con fondos públicos ejecutado por la Fundación, que presidió Sergio Schoklender, ex apoderado de Madres. Debido al caso López, también implicado, la Justicia apretó el acelerador en la causa, que no avanzaba en los últimos tiempos.

“No era Hebe la que tenía que estar hoy prestando declaración indagatoria, sino hacerlo al final para el supuesto remoto si tenía que explicar sobre la documentación que entregó, como ya lo ha hecho más de una vez”, dijo el abogado de las Madres, Eduardo Barcesat.

“Es una estupidez pensar que las Madres se hayan podido enriquecer con esto”, señaló el abogado en el programa de Víctor Hugo Morales en el canal C5N. Barcesat resaltó que “Hebe fue traicionada, como todas las Madres, por Sergio Schoklender”, quien condujo la administración de los fondos desviados.

Barcesat agregó que “en la parte  tenebrosa de la causa, cuando ingresaron el dinero a la Fundación”, alguno fue destinado a las obras y otro al “desaguisado que hizo Schoklender”, quien “traicionó a Hebe y a todas las Madres”.

«No sé qué va a pasar, no sé hasta dónde son capaces de llegar, pero con el mismo valor de nuestros hijos, con la misma bronca y con la misma seguridad, vamos a enfrentar a esta Justicia corrupta», afirmó Hebe desde la carpa de las Madres en lo que fue, a pesar de lo particular de la jornada, un nuevo jueves en Plaza de Mayo.

Los militantes presentes en las puertas de la casa de las Madres impidieron hacia las tres de la tarde el ingreso de la Policía Federal, ante lo cual Martínez de Georgi declaró en “rebeldía” a Bonafini y ordenó la detención. La combi de las Madres partió entre las decenas de personas hacia la Plaza de Mayo para la realización de la histórica vuelta a la pirámide.

Allí, rodeada de militantes, periodistas y dirigentes políticos, Hebe apuntó a la persecución llevada a cabo por el Poder Judicial en consonancia con los intereses del Gobierno de Mauricio Macri. Allí también refirió al hostigamiento judicial hacia Cristina Kirchner y la detención ilegítima de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala.

«Alguien tiene que mostrar cómo van a parar los juicios, cómo los milicos van a andar por la calle, cómo nos quieren asustar», comenzó. “Tratamos de frenar este horror de la Justicia que hace lo que quiere”, sentenció, y siguió: “Estamos dispuestas a parar lo que está haciendo Macri. No saben qué hacer con nosotros, nos quieren hacer desaparecer pero vamos a seguir”, porque “no luchamos cuarenta años de gusto. Hace cuarenta años que ponemos el cuerpo, que nos cagan a palos y que nos llevan presas».

Sobre la posibilidad de ir presa, afirmó que “no tengo miedo” y que a las Madres «nos quieren asustar, pero no tenemos nada que ocultar». Y añadió: “Nos quieren meter presas, pero lo que no pueden meter presas son las ideas, los pensamientos y las ganas de pelear de las Madres”, enfatizó.

Entre la multitud que fue creciendo se encontraban dirigentes políticos como Andrés Larroque, Martín Sabbatella, Axel Kicillof, Mariano Recalde, los sindicalistas Hugo Yasky y Roberto Baradel. “Es un hecho político y una provocación”, dijo el diputado nacional y ex ministro de Economía Kicillof. Hacia el cierre de la jornada, en las puerta de la sede de las Madres, Hebe apuntó a Macri: “Pará la mano”. Llamó a no someterse ni tener miedo ante el avance de la Justicia.

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