Nico: la viñeta de cada día

Por Ramiro García Morete

Los personajes de Nico se visten como él y como cualquier joven. Toman mate con pizza en la cama, se enamoran en patios y beben fernet. Sus parejas se preguntan si fueron primero novio o amigos. Un plácido brío otoñal colorea su trazo sencillo que sostiene consignas e idiosincrasia generacionales. También ofrece abiertos posicionamientos ideológicos, pero, quizá por su procedencia de la ilustración infantil, hay un dejo de ternura en cada viñeta. Sin embargo, su obra no surge del volátil capricho de las musas o susurrada al oído por un delicado fantasmita. Nicolás Vilela (su nombre completo) no toma con ninguna ligereza su trabajo y cada mañana desde hace más de una década “como un panadero trabaja su pan”.

Nacido en Las Flores hace treinta años, estudió Historia del Arte en La Plata pero halló su lugar en Tandil. “Me costó mucho porque fue en 2007, aproximadamente. Es una carrera que históricamente estuvo vista como que vas a morir de hambre. Era una lucha interna. En 2008 empecé a publicar casi de casualidad en un suplemento dominical del diario más importante de Tandil, con 15 mil ejemplares”. Si bien no le daba dinero, lo convenció: “Con el tiempo me di cuenta de que hacer que esto sea un oficio y no el pibe que está dibujando al fondo del aula es dibujar todo los días, practicar todos los días. Nadie iba a tocarme la puerta ni darme plata. Recién empezó a pasar hace un año… O sea que diez años pasaron. Diez años de dibujar todos los días”.

Hubo otros eventos muy importantes que precedieron este presente que tiene a Nico como uno de los dibujantes más considerados. Y compartidos. Primero cuando creó una carpeta con ilustraciones y viñetas en su Facebook personal hasta que tuvo que hacer una fanpage (Nico Ilustraciones). Luego cuando Liniers visitó Tandil y lo invitó a exponer. “Fue un boom. Pero seguía convencido de la misma manera: debía desarrollar mi obra”. Y extiende: “Se fue dando en la práctica. Arranqué con un personaje en «Las aventuras del fantasmita». Pero no me alcanzaba para expresar todo lo que necesitaba. Estaba establecido que laburaba en las redes. El otro laburo fue encontrar mi estilo y despojarme de las influencias: Tute, Caloi, Quino, Diego Parés. No reniego, porque las disfruto. Pero se aprende el oficio y estoy todos los días haciendo un dibujo. Así como el panadero se levanta a hacer pan, tenga o no un sueldo fijo”.

Así como la pregunta clásica a los compositores es si primero va la música o la letra, la tira sabe responder a la confluencia de texto e ilustración. “En un principio el mecanismo era ese: hacía el dibujo y luego la situación se resolvía. A lo Mordillo. Pero con el tiempo empecé a hacer más en base a la palabra, cuando ya había encontrado la vuelta. Siempre estoy con una libretita para anotar palabras y frases… escribir y dibujar».

Las redes sociales han incidido no sólo en su modo de difundir cuando no hallaba otros medios, sino también en sus propios contenidos: “No he logrado escapar. Incide un montón. Veo que se está hablando de tal tema y al toque intento colgar una opinión. En temática de conflictos sociales es inevitable, porque te afecta”. Y ejemplifica: “Ahora estoy preparando chistes para el mundial. Me gusta. Y porque va a estar hablando todo el mundo de esto. Es importante estar atento. Me influye y me inspira”.

Respecto del clima de época y el modo en el que aborda el amor así como algunos lugares recurrentes del humor gráfico: “En un principio me costaba despegarme de los grandes historietistas. Y empecé a hacer chistes con lo que yo estaba viviendo. Cuando hago el dibujo, la vestimenta es la que usamos nosotros y los lugares los que frecuentamos. Ahí fue cuando encontré una vuelta, representando algo que me atraviesa en el día a día, y saber que enseguida la gente se identificó”.

A riesgo de caer en el arquetipo, es innegable que generalmente el dibujante es aquella persona tímida sentada al fondo del aula con una intensa vida interior. Nico asume que le costó adaptarse: “En mi caso me chocó cuando empecé a hacer exposiciones, que se llenaban lugares y no estaban los dibujitos defendiéndome, estaba expuesto yo. Con el tiempo he aprendido a bajar una idea en palabras. Soy bastante tímido, me costó hablar, modular… pero entendí el valor de defender mi laburo”.

El próximo sábado 9 de junio, Nico Ilustraciones estará en Crumb (Diag. 77 Nº 313 e/4 y 46) presentando su libro Viajeros, editado por Revista y Editorial Sudestada.


 

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