#NiUnaMenos: La Plata marchó contra el machismo 

Por Roberto Álvarez Mur

Un centenar de organizaciones políticas y estudiantiles, decenas de miles de personas en las calles de La Plata y una consigna en común: «Ni una menos». La movilización nacional en contra de la violencia de género convocó a un millar de voces que colmaron Plaza Moreno para demostrar que, a un año de su primera manifestación en 2015, las voces de las mujeres siguen firmes en reclamo de igualdad y justicia.

Emilia Uscamayta Curí, Diana Sacayán y Sandra Ayala Gamboa, entre decenas de nombres, revistieron los estandartes y pancartas en manos de unas 3 mil personas que encabezaron las columnas del campo nacional y popular. Con una catedral vallada y custodiada por efectivos de la Policía local y la luminaria de la plaza apagada, más de cien organizaciones arribaron a las inmediaciones de 13 y 53. “Este año tomamos la consigna ‘Con vida nos queremos’. Es decir, no sólo que no nos tienen que asesinar, que no podemos aceptar ni una muerte más como mujeres, sino que además reafirmamos nuestro derecho a la vida. Por eso, hoy en La Plata nos movilizamos y decimos ‘ni un derecho menos’, porque para nosotros la vida está ligada a los derechos, a la salud, a la educación y a la vivienda digna”, dijo a Contexto la concejal platense del Frente para la Victoria y decana de la Facultad de Periodismo, Florencia Saintout, quien marchó codo a codo junto a las ediles del mismo bloque Lorena Riesgo y Silvana Soria, como también con la referente local de la agrupación Otrans Claudia Vázquez Haro.

“En momentos tan oscuros como este, donde vemos al Gobierno nacional, provincial y municipal tomando medidas que van en franco retroceso a las conquistas de estos años, sabemos que las primeras en padecerlo son las mujeres. El primer ámbito donde se padece es el doméstico, en el quehacer en el trabajo, por eso este año nos parece particularmente significativo: ni un derecho menos”, agregó Saintout.

Junto a la concejal platense se encontraban referentes femeninas locales como Rosa Schonfeld, madre del estudiante desaparecido en agosto de 1993 Miguel Bru, o la referente de CTA Lidia Fernández, quien dijo a Contexto: “Se ha visibilizado la cuestión de género de una manera increíble. Desde el año pasado hasta ahora, como nunca ha pasado en las cuestiones de género, ha tomado visibilidad y el pueblo lo ha tomado en sus manos. En segundo lugar, como CTA, lo que decimos es que hay que tener mucho cuidado y alerta, porque cuando empiezan los despidos y empieza la pobreza, las primeras que lo sufren son las mujeres. Y eso ya se ha visto en los noventas, cuando una mujer jefa de hogar tenía que parar la olla. A eso se suman todos los reclamos históricos, desde el acoso laboral a la licencia por violencia de género, y en el acompañamiento del Estado, que con el Gobierno actual tememos que no sólo no se avance, sino que retrocedamos”, afirmó Fernández.

Luego de arribar de diferentes puntos de la ciudad bajo diversas consignas políticas, sindicales y partidarias, las decenas de columnas se condensaron en frente al edificio municipal y comenzaron a marchar por diagonal 74 en dirección a Plaza Italia, al calor de cánticos en contra del machismo y los grafitis que colmaron las calles aledañas con el mensaje de igualdad y justicia que hizo eco en todo el país.

La psicóloga y especialista en estudios de género Eva Giberti dialogó con Contexto para hacer un balance del avance y las cuentas pendientes en nuestro país respecto de la perspectiva de género: “Mientras sigamos siendo un país eminentemente patriarcal, la cultura será también patriarcal. Los medios de comunicación, en tanto, todavía no están a la par de lo que deberían ser, todavía son machistas”, dijo Giberti en la previa a que las columnas estudiantiles y militantes colmaran Plaza Moreno. “El Estado tiene aún muchas cuentas pendientes, a pesar de que en algunas cosas se ha avanzado. No solamente porque tenemos una ley que es muy buena, pero nunca termina de regularse del todo y ponerse en práctica porque parecería que no todos los jueces la conocen”, dijo Giberti en referencia a la Ley de protección y prevención contra la violencia de género y familiar, y agregó: “Hay un mínimo avance desde el punto de vista de la toma de conciencia, tanto por parte de las mujeres como por parte de la población. No obstante, esto es aún escaso en relación con lo mucho que falta por hacer, especialmente con la gravedad de los femicidios, que como todos conocemos posee cifras espantosas”.

A un balance anual que arrojó un total 275 femicidios –según datos de la ONG Casa del Encuentro– también se sumó a las consignas de la jornada el reclamo en contra de la violencia machista sufrida por el colectivo LGTBQ, con uno de sus casos ejemplares encarnado en el asesinato de la militante por los derechos de las trans, Diana Sacayán, cuyo crimen aún no fue esclarecido. “Es importante ver a tantas mujeres y hombres reclamando, colmando cuadras y cuadras, para que se implementen políticas públicas. No queremos ni un femicidio más, ni un travesticidio más y ni un femicidio trans”, dijo a Contexto Claudia Vázquez Haro.

“Hay que dejar de preguntar cómo iba vestida cuando la violaron”, exclamaba uno de los miles de carteles que lanzaban consignas y mensajes de repudio al discurso machista, aun inserto en todos los ámbitos de la vida cotidiana, y que en la actualidad se materializa en el desmantelamiento que el Gobierno viene realizando de diversos programas y áreas respecto a la perspectiva de género. “No sólo se han desmantelado programas en la ciudad de La Plata ligados a la lucha contra la violencia y la protección de las mujeres –incluso ha desaparecido la Secretaría de Género–, sino que además creo que es particularmente significativo que este año lo hayamos comenzado en esta ciudad con la muerte evitable de una joven mujer si hubiera estado presente el Estado”, expresó Florencia Saintout en referencia a la muerte de la estudiante de periodismo Emilia Uscamayta Curí, y agregó: “También hemos empezado este año con una imagen que debe hacernos reaccionar a todos y todas las platenses, que es la imagen de una trabajadora que vino a esta misma plaza a pelear por sus derechos como trabajadora y que fue reprimida con balas de goma. Mujeres con balazos de goma no podemos aceptar nunca más en esta ciudad”.

A un año del primer grito de protesta suscitado en toda la Argentina, las mujeres volvieron a copar las calles y demostraron que, lejos de agotarse en una mera proclama discursiva, las palabras “Ni una menos” son una causa popular que no tiene intención de apagarse.


 

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