Macri viola la resolución de la ONU que ordena liberar a Milagro Sala

Por Fernando M. López  

La primera reacción del Gobierno de Mauricio Macri, cuando el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas le solicitó el mes pasado que “libere de manera inmediata” a Milagro Sala, fue desconocer la resolución alegando que no era vinculante. El mundo ya empezó a pasarle factura y debió cambiar su estrategia, pero lejos está de querer cumplir con el mandato de la ONU.

Hace dos semanas, en su paso por Buenos Aires, el eurodiputado español Xabier Benito advirtió que las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) que pretende la Argentina con la Unión Europea podrían verse empantanadas hasta que Macri garantice “el respeto de los derechos humanos”.

Sin embargo, el presidente recién habló sobre tema el jueves y no por voluntad propia, sino porque el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien llegó a nuestro país con una carta de Amnistía Internacional, le expresó en público su preocupación por la detención ilegal de la diputada del Mercosur y dirigente de la Tupac Amaru en la provincia de Jujuy.

La respuesta de Macri fue que este viernes contestaría a la ONU, invitando al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA para que visiten la Argentina, cosa que hasta anoche no se había formalizado.

“Lo de la invitación a la ONU y la CIDH es una maniobra dilatoria. Lo que debe hacer la Casa Rosada es no dar más vueltas y cumplir con la resolución de la ONU, que es clara al reclamar la liberación inmediata de Milagro”, dijo a Contexto Alejandro “Coco” Garfagnini, coordinador nacional de la Tupac Amaru.

Garfagnini y otros integrantes del Comité por la Libertad de Milagro Sala se reunieron ayer con el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, que no hizo más que repetir las palabras de Macri y adelantar que la semana que viene, cuando viaje a Ginebra para rendir su informe ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, aprovechará para mantener un encuentro con el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria.

“No hubo ningún resultado concreto. Avruj no nos dijo cuándo ni cómo van a cumplir con la resolución de la ONU. Este Gobierno tiene una capacidad extraordinaria para sentarse a hablar y no resolver nada, algo que es indignante. Honestamente, creo que cuando el Grupo de Trabajo se entere de cómo están dilatando, tergiversando y mintiendo sobre el tema habrá mucho enojo”, señaló el dirigente social.

En el mismo sentido se expresó la secretaria de género de la CTA, Estela Díaz, al afirmar que “Argentina está quedando fuera del sistema internacional de derechos humanos”.

“No tenemos ningún problema con la visita de la CIDH ni de la ONU, que verán la grave situación que se vive en Jujuy, pero eso no es excusa para que Milagro siga detenida”, añadió al salir de la reunión con Avruj.

Un autoritario con la cola entre las patas

Luego de menospreciar y cuestionar la resolución de la ONU, el gobernador que mantiene como presa política a Sala, Gerardo Morales, dijo ayer que “Jujuy no tiene nada que esconder”.

“Lo mejor que puede ocurrir es que el Grupo de Trabajo de Naciones Unidades, y además la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, vengan y conozcan todas las causas y hablen con todos los actores”, sostuvo el radical-macrista que convirtió a Jujuy en un laboratorio nacional de la represión y la criminalización de la protesta social.

Garfagnini consideró que “es obvio que Morales tener que tener las puertas abiertas de Jujuy para la ONU y la OEA, pero acá el que tiene que cumplir con la resolución que reclama la liberación de Milagro es el Estado nacional”.

“Argumentar, como lo hace el Gobierno de Macri, que este es un tema que debe resolver Morales o la Justicia de Jujuy es un disparate, a no ser que tenga pensado independizar la provincia”, ironizó el coordinador de la Tupac.


 

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