Lula y la calle vs. el Palacio y los medios

Luiz Inácio “Lula” Da Silva nació políticamente en el Sindicato Metalúrgico. Allí comenzó su lucha contra la dictadura militar que asoló Brasil por más de veinte años. Ese mismo lugar fue el que eligió para resistir la arbitraria e injusta medida tomada por el juez federal Sergio Moro.

Moro, un juez de estrechos vínculos con la embajada de Estados Unidos y con el multimedio Rede Globo, y que condenó a Lula en primera instancia sin prueba alguna en su contra, determinó el jueves que el expresidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT) debía presentarse para ser encarcelado antes de las 17 hs de este viernes.

Lula se refugió en el Sindicato Metalúrgico de São Bernardo do Campo, un municipio del  estado de São Paulo. Allí, reunido con dirigentes sociales, políticos y sindicales y con figuras de la cultura, rodeado de miles de sus seguidores, desobedeció la arbitraria decisión.

“Lo único que pretende es humillarme”, sentenció Lula en relación con la decisión del juez, que no esperó los tiempos procesales para determinar su encarcelamiento, ya que Lula y sus defensores tenían tiempo hasta el martes 10 de abril para hacer nuevas presentaciones.

Lula pasó la noche junto a sus seguidores y las negociaciones para que se respeten sus derechos y no se proceda al encarcelamiento arbitrario seguirán este sábado.

En diálogo con Contexto, Oscar Laborde, parlamentario del Mercosur y coordinador de Comité Argentino de Solidaridad “Lula Presidente”, aseguró que  “todo indica que, a pesar de que todo el mundo sabe que se trata de una injusticia, en el corto plazo será inevitable que Lula sea encarcelado. Esperemos que sea poco tiempo”.

“Este es un momento muy triste para la democracia de América Latina, y la historia lo mostrará de esa manera. Que se haya destituido a la presidenta Dilma Rousseff y al poco tiempo, con una causa que carece de pruebas, se encarcele a quien fue presidente dos veces y que es el principal candidato para las elecciones de octubre, es algo muy grave”, remarcó.

Laborde sostuvo que “en la conciencia popular ha quedado muy claro que Lula es una víctima. Incluso aquellos que no lo quieren como presidente se dan cuenta de que este fallo es parte de una persecución política. Pocas veces ha quedado tan en evidencia que se trata de sacar a alguien de la carrera electoral”.

“Si el obrero que llegó a presidente, que elevó a Brasil al lugar de séptima economía del mundo, que logró avances enormes en la integración, si ese hombre que sacó a 40 millones de brasileños de la pobreza termina en una celda, se cometerá una enorme injusticia”, sostuvo.

Laborde aseguró: “No tengo dudas de que quienes han ejercido esta violación contra la democracia pagarán las consecuencias políticas. Creo que la conciencia política en Brasil se va a radicalizar. Los jóvenes que han ingresado recientemente a la política ahora ven claramente que, con tal de cumplir sus objetivos, la derecha es capaz de cualquier cosa”.

“Lula tiene casi un 45% de intención de voto y eso es por todo lo bueno que hizo y por todo lo malo que han hecho quienes gobiernan desde el golpe. La sociedad ve claramente que la derecha llegó para arrebatarle los derechos conquistados”, afirmó.

Laborde concluyó que “la derecha pretendía que el PT desapareciera y que Lula fuera un recuerdo. Pero con este ataque sólo ha logrado agigantar su figura”.


 

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