La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió este miércoles al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en su domicilio de San José 1111, en el barrio porteño de Constitución, donde cumple prisión domiciliaria. Se trata del primer mandatario en ejercicio que la visita desde que la Corte Suprema dejó firme su condena a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
“Hoy recibimos al compañero Lula en mi casa, donde estoy bajo detención domiciliaria por decisión de un Poder Judicial que hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido político al servicio del poder económico”, escribió CFK en un extenso mensaje publicado en sus redes sociales.
Lula visitó a Cristina Kirchner luego de participar de la Cumbre del Mercosur, en una muestra de respaldo político a la presidenta del Partido Justicialista a quien había apoyado públicamente luego de conocerse el fallo judicial. “Su visita fue mucho más que un gesto personal: fue un acto político de solidaridad”, remarcó CFK.
MISERIA PLANIFICADA Y TERRORISMO DE ESTADO DE BAJA INTENSIDAD.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 3, 2025
HOY RECIBIMOS AL COMPAÑERO @LulaOficial en mi casa, donde estoy bajo detención domiciliaria por decisión de un Poder Judicial que hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido… pic.twitter.com/4WgdyeZdrP
Vale recordar que el actual jefe de Estado de Brasil también fue condenado y encarcelado en una causa por corrupción que le imposibilitó competir en las elecciones de 2018. Cuatro años después logró revertir las decisiones judiciales, recuperó su libertad y luego derrotó a Jair Bolsonaro en los comicios presidenciales de 2022.
En ese sentido Cristina vinculó su situación judicial con la estrategia de persecución que sufrió el propio Lula. “También fue perseguido, también le hicieron lawfare hasta meterlo preso, también intentaron callarlo. No pudieron. Volvió con el voto del pueblo brasileño y la frente en alto”, expresó.
Pero el mensaje fue más allá del plano personal y apuntó de lleno al actual gobierno argentino. Denunció que el país atraviesa “una deriva autoritaria” y habló de “terrorismo de Estado de baja intensidad”, en alusión a episodios recientes como la detención de militantes políticas, el espionaje interno y el hostigamiento y la represión contra manifestantes y periodistas.
La expresidenta cuestionó con dureza las detenciones de militantes políticas ocurridas esta semana. “Nos costó demasiado construir la democracia argentina como para permitir que ahora, paso a paso, la desmantelen. Esa misma democracia hoy está siendo vaciada desde adentro por un gobierno que se dice ‘libertario’, pero que solo le da libertad a los más ricos”, denunció.
También hizo referencia al deterioro de la libertad de expresión. Mencionó el informe de Reporteros Sin Fronteras que ubica a la Argentina como el país con mayor retroceso en el ranking mundial de libertad de prensa en los últimos dos años, y citó el caso del reportero gráfico Pablo Grillo, internado tras ser reprimido mientras cubría una marcha de jubilados. “Ya vemos cómo sucede en otros países, y parece que también quieren importar eso”, alertó.
En otro tramo del comunicado, CFK repudió la aprobación de un plan de inteligencia nacional que, denunció, “autoriza el espionaje interno a todo aquel que ‘erosione la confianza’ en el relato oficial”. Además, criticó el intento del Ministerio de Seguridad de permitir a la Policía Federal espiar redes sociales sin orden judicial y aplicar detenciones preventivas sin delito. “¿Te quejás de cómo va el país? ¿Te burlás del oficialismo en una red social? Entonces, tal vez la policía llame a tu puerta”, ironizó.
Cristina enmarcó estos hechos como parte de una estrategia deliberada para desarticular la capacidad de organización popular, de cara al nuevo ajuste que el gobierno anunció para después de las elecciones de octubre: “Reforma previsional, reforma laboral y reforma fiscal”, enumeró. Y concluyó con un mensaje de resistencia: “Tenemos algo que ellos jamás van a tener: un nosotros. Un nosotros del tamaño y la historia del pueblo argentino… ni se calla ni se detiene. Este nosotros, siempre vuelve. Lula lo demostró en Brasil y nosotros también lo haremos”.