Luego de un mes, persiste el conflicto entre despedidos del restaurante del C.C. Islas Malvinas y Garro

Trabajadores y trabajadoras del restaurante del Centro Cultural Islas Malvinas se manifestaron ayer en las afueras del Pasaje dardo Rocha en reclamo de respuestas por los múltiples despidos sufridos en las últimas semanas, tras la modificación de actividades habituales en el local a causa de la pandemia de COVID-19. Los empleados denuncian las condiciones irregulares en que fue manejada la situación y apuntan a presuntos testaferros vinculados al intendente de La Plata, Julio Garro.

El problema se inició el 10 de abril, cuando los encargados del local decidieron pagar los sueldos con recortes de 6.000 pesos por la misma cantidad de horas habituales (ocho horas diarias, siete días a la semana, en negro). Los reclamos a los dueños desembocaron en la cesantía de actividades de todos los empleados. Durante la mañana de ayer, los despedidos decidieron movilizarse hacia el centro platense en el marco de reuniones de la Comuna con el Comité de Emergencia, donde también confluyeron con un reclamo similar los trabajadores del histórico bar París.

«Cuando recién inició la pandemia veníamos trabajando normalmente. A los días nos encontramos con que una de las encargadas armó un grupo de WhatsApp para decirnos que el restaurante se iba a mantener cerrado y hasta que todo se resuelva, y que solo iba a funcionar con deliverys. No nos preguntaron si teníamos plata o en qué situación estábamos o nada. El lugar nunca antes trabajó con delivery. No teníamos mercadería, habían productos en mal estado. Nosotros nos quejamos», dijo a Contexto uno de los empleados despedidos.

«Recibimos intimidaciones por parte de los dueños. José Spinelli y su testaferro, que es su sobrino, Rodrigo Moralejo, cuya firma maneja el Restaurante Pasaje Dardo Rocha, el buffet de la Terminal de Ómnibus, el Centro Cultural de Los Hornos, la República de los Niños, son allegados a Julio Garro y tienen la concesión desde que él es intendente», informaron.

En la actualidad, el local funciona solo con sus encargadas, quienes decidieron bloquear toda vía de diálogo con el conjunto de trabajadores, en vista de los reclamos. El caso particular de dos trabajadores que fueron despedidos de manera inicial vía WhatsApp, sin ningún tipo de indemnización ni garantía, fue la gota que derramó el vaso y generó la confrontación por parte de todo el grupo de empleados.

Hasta el momento, el conjunto de trabajadores y trabajadoras fue bloqueado de todas las vías de comunicación con los dueños y no ha tenido respuestas desde entonces. Las respuestas, según reclaman, deberían llegar de parte de la Municipalidad, ya que es la entidad que mantiene la concesión con la firma privada Candy Cake, a nombre de Moralejo, y que maneja el restaurante del C.C. Islas Malvinas.


 

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