Los artesanos platenses abandonados por el municipio

Los artesanos de La Plata hace casi dos años que están padeciendo el desinterés del municipio platense. Julio Garro y su equipo no cumplen con la Ordenanza N° 9.177, que busca fomentar la actividad reconociéndolos como parte de la cultura de la ciudad. Los artesanos aseguran que, desde que asumió Cambiemos, no se está aplicando y se encuentran con cada vez menos espacios para poder comerciar sus productos.

La normativa, creada en 2010, declara de interés la actividad artesanal urbana, al tiempo que establece que el municipio realice difusión y promoción a través de espacios públicos. Al no cumplirse, alrededor de cuatrocientos artesanos se encuentran afectados y ochenta de ellos decidieron recurrir a la Justicia: hace cerca de dos meses presentaron ante el juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 4 a cargo de la jueza Ventura Martinez una “acción de reconocimiento de derechos”.

“La municipalidad nos considera microemprendedores y no artesanos. Nos cataloga de otra manera. Entonces nosotros hemos judicializado esta situación”, explicó a Contexto Patricia, perteneciente a Artesanos y Manualistas Autoconvocados de La Plata.

Catalogar a los artesanos como emprendedores no solo deja de lado la ordenanza y su carácter, sino que también los considera comerciantes. De esta forma, deben pagar un canon, al tiempo que los pone bajo la órbita de Desarrollo Económico y no de la Secretaría de Cultura, como se estipula.

“La discusión de fondo es esa. Nosotros los consideramos artesanos y la municipalidad dice que son microemprendedores”, explicó a Contexto Marcelo Leyria, abogado del grupo, y agregó que lo que se pretende es que se aplique la ordenanza, porque “son productores de culturas”.

Estos trabajadores culturales sostienen que la municipalidad no está organizando ferias. “Si organiza es una cada tanto, y a aquellos que les da la oportunidad de hacerlo son los microemprendedores”, comentó Patricia, y agregó que “es nuestra fuente de trabajo. Necesitamos seguir trabajando”.

Por otra parte, la no aplicación de esta normativa pone en riesgo la actividad. Precisamente este domingo, un grupo de artesanos estaba instalando una feria en Plaza España (7 y 66) para poder vender su producción, cuando cerca del mediodía personal de Control Urbano impidió el armado. Según explicaron a Contexto, primero les aseguraron que podían quedarse hasta las 18 horas, pero posteriormente llegaron más inspectores, junto con la Policía de la Provincia y Local.

“Comenzaron a amenazarnos que si no desarmábamos nos iban a quitar todo”, relató Patricia. Ante este panorama, guardaron la mercadería pero no se fueron de la plaza; sin comercializar, se quedaron en señal de protesta para exigir la aplicación de la ordenanza.

El personal municipal “no podía disponer si tenía razón o no, si decomisaban o no, porque iban a estar incumpliendo e incluso el procedimiento podía transformarse en ilegal porque nosotros lo que le estábamos pidiendo a ellos es que cumplan con una ordenanza y ellos querían cumplir con una orden de Control Urbano”, explicó el letrado Leyria.

“Nosotros les dijimos que hay una ordenanza que está vigente que señala que los artesanos tienen que poder armar ferias en los espacios públicos y que en base a eso nosotros nos estamos regulando”, explicó la artesana.

La acción de reconocimiento de derechos venía siendo tramitada por la Justicia, pero a partir de este hecho, en el día de ayer los artesanos junto con su abogado se presentaron al juzgado para advertir el riesgo en el que se encuentran. La magistrada Ventura Martínez les aseguró que de forma inmediata iba a citar a una audiencia a las autoridades municipales.

El responsable de Control Urbano, Roberto Di Grazia, en declaraciones periodísticas manifestó que detrás de las ferias están “los movimientos políticos de izquierda”. Los Artesanos y Manualistas Autoconvocados de La Plata sostienen que “esto es mentira. También escuche a Di Grazia diciendo que ellos están buscando espacios para que los revendedores o los artesanos tengan lugares específicos para sus productos, pero no es cierto. Con los artesanos no están buscando esos espacios; no están generando espacios”, concluyó Patricia.


 

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