Por Ramiro García Morete
“El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”, proclamó un tal Juan. Si hay un espíritu de época (que en alemán se escribe algo raro) y los tiempos están cambiando, la respuesta –para seguir con referencias culturales harto conocidas– está en el viento. Algunos colgados de su rumbo como cometas y otros, sencillamente, siendo parte. Tal es el caso de un evento auto gestionado pero de notable calidad y diversidad que en constante expansión acompaña las nuevas expresiones artísticas que vienen a interpelar la cultura e ideas precedentes. Nacido en el 2015 y conducido por el músico Danny Briccheti (de Lynx), el Festival Nuevos Vientos llega con una nueva edición los días 7 y 8 de diciembre desde las 14 en el Centro Cultural Islas Malvinas. Más de cien artistas locales, seis artistas internacionales, torneo de longboard y skate, pintura en vivo, feria de diseño, vj´s, expo de pintura, actividades ecológicas, expo de videojuegos e intervenciones para acompañar nuevas generaciones que porque saben de dónde, saben bien adónde quieren ir.
“Este año contamos con varias novedades”, introduce Brichcetti. “Por un lado, recibimos artistas internacionales en nuestro Line Up, desde países como Chile, Perú, Bolivia y Puerto Rico, abriendo nuevos vínculos y conexiones con medios, festivales, sellos y más de países que conforman una misma escena. Además, sumamos actividades como las competencias de longboard, la muestra de videojuegos de Diseño Multimedial de FBA, y un panel llamado SyncIt Up a realizarse en la Facultad de Bellas Artes con grandes referentes de la cultura como Marthin Chan (EEUU), Pipe Ceballos (Zoé, México), etc.”. Y agrega: “Conectar con artistas, medios y festivales de distintos países generó un nuevo espacio en la escena latinoamericana para el festival, creando nuevos públicos y oportunidades para cada unx de lxs participantes. Hace tiempo que la posibilidad de enlazar con distintos países está abierta y finalmente pudimos concretarla. Recibimos a productores y artistas en nuestra ciudad para seguir forjando vínculos y fomentar el intercambio. Logramos presentar artistas semanalmente en medios mexicanos, chilenos y peruanos en nombre del festival y es increíble lo que genera mantener ese ida y vuelta constante”.
Reales, La Sánchez Viamonte, Neysa Blay (Puerto Rico), Antonia Navarro, FusDeleis, Automático (Chile), Migret, Lynx, 2001, Fernando Leiva (Chile), Autobus (Perú), Manu Tello, Facundo Pirrotta, Polar y el escenario hip hopero de Rudas son algunas de las propuestas musicales que se verán.
Cabe destacar que tamaño emprendimiento es sostenido por un reducido grupo de personas: “Somos un colectivo pequeño pero con mucho ánimo y amor por el festival. Contamos con un núcleo de 6, 7 personas en la formación y producción del festival, más los voluntarixs, amigxs y colaboradores que completan la experiencia”.
En un año de profunda crisis económica y política, Brichetti cuenta que “fue una decisión compleja acceder a llevarlo a cabo. La crisis deja en último lugar a la cultura, y hace pesar cada uno de los espacios que la fomentan. Por eso, es fundamental no perder cada uno de esos lugares y mantenerse firmes, a pesar de que haya que adecuarse a lo que la situación crítica amerite. No hay que perderse entre producciones que dicen representar a lxs artistas de la ciudad, cuando realmente lo único que hacen es limitar y desaprovechar uno de los nutrientes más importantes de La Plata, como lo es la cultura joven”.
Hay un cambio que no se desinfla como un globo amarillo, y es el de una conciencia sobre divergencia, inclusión y demás que se han ganado espacio en la sociedad paralelamente al desarrollo del festival. “En el caso del festival, se vuelve una experiencia muy natural, ya que cada unx de lxs artistas nutre al mismo de ideología y sangre joven. Romper con esos esquemas impuestos y las supuestas formas, es fundamental para que todxs puedan vivir una experiencia real y no forzada dentro de los intercambios artísticos que ocurren en el festival”. También ha habido un crecimiento considerable de escenas y sonidos por fuera del rock que han convocado a la juventud: “Siempre intentamos abrir el espectro y no encerrarnos en una escena o sonido. No creemos que los distintos estilos musicales no puedan convivir, al contrario, las nuevas generaciones abrazan esta idea y hacen convivir la música. Este año estamos muy contentxs de contar con el escenario urbano curado por Rudas Producciones.
Si bien el indie y el rock de tiempos anteriores sentó bases sobre autogestión, estas nuevas generaciones han sabido mantener el espíritu pero con mayor grado o herramientas de profesionalismo. “Sí, totalmente –coincide Bircheti–. Creo que va en crecimiento constante y se acopla a la época de transición y cambios positivos. La tecnología aportó muchas posibilidades de vincular y reconocer tu propio proyecto en un circuito y ahí es donde queremos que el festival este”.
