Ley ómnibus: el Gobierno sumó rechazos a la reforma electoral y pone en duda su continuidad

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El ministro del Interior, Guillermo Francos, fue uno de los oradores de la jornada, en el plenario que trata la ley ómnibus del presidente Javier Milei, que llegó a la Cámara para exponer sobre la reforma electoral que quiere imponer el proyecto, encontrándose con un fuerte rechazo de Unión por la Patria, pero también de otros espacios aliados como el PRO y la UCR. «No va a trabar el tratamiento del resto de la ley», sostuvo el funcionario nacional luego de los cuestionamientos.

Luego de la marcha atrás con la ley de pesca y la de biocombustibles, el oficialismo tampoco logra tener un consenso en la reforma electoral, articulado que La Libertad Avanza podría posponer a fin de contar con los votos necesarios para darle aprobación al resto del megaproyecto de Milei. Dicho capítulo modifica la composición de las Cámaras, la forma en la que se eligen legisladores, y elimina las PASO.

Francos se explayó y explicó que la intención es «generar un proceso de transformación y de cambio en la vinculación de la política con el pueblo».

«Con esta reforma, queremos simplificar los calendarios electorales y trasladarle a los partidos la tarea de organizar y financiar sus internas», explicó, y argumentó que «en estos últimos doce años las PASO implicaron un enorme gasto para el Estado. Solamente en 2023 se gastaron 11.000 millones de pesos entre aportes de campaña y boletas electorales para quince agrupaciones políticas, diez de las cuales no pasaron el piso previsto por la ley».

Vale destacar que el proyecto quiere imponer un sistema de «circunscripciones uninominales», un sistema que funcionó en Argentina bajo la presidencia de Julio Argentino Roca. La iniciativa busca eliminar la lista sábana y que, a la hora de votar, cada provincia sea dividida con criterios establecidos por el Ejecutivo nacional sobre cuántas bancas le corresponden. De esta forma, cada territorio elije a su representante. «Cada elector votará solamente por una lista integrada por un candidato titular y un candidato suplente que deben ser de diferente género», señala el proyecto.

«El financiamiento de la política la van a hacer las corporaciones y grupos concentrados de cada circunscripción y los diputados van a dejar de ser los diputados del pueblo, sino los diputados de las corporaciones», cuestionó el titular de la bancada peronista, Germán Martínez. «No solo estamos construyendo un proyecto hegemónico con un DNU inaceptable, no solo estamos queriendo aprobar una ley ómnibus a toda velocidad con 280 artículos sin que giren a comisiones, sino que además estamos queriendo construir reglas de juego electorales a medida del Gobierno», agregó.

Desde el PRO, Silvia Lospennato coincidió con Martínez sobre los riesgos en la financiación y pidió postergar este debate y llevarlo a sesiones ordinarias. En ese sentido, sostuvo que desde el PRO «no rehuimos al debate, menos al electoral, pero hay que hacerlo en el momento oportuno», al advertir que este tema «podría dilatar una ley que el Gobierno necesita. Tenemos disposición de acompañar, pero hay que fijar prioridades y tratarlo en sesiones ordinarias».

En la misma línea, la diputada de Hacemos Coalición Cívica, Margarita Stolbizer, destacó que comparte «el diagnóstico» descrito por Francos, pero pidió al Gobierno «establecer prioridades».

El radicalismo también hizo lo propio con el jefe de la bancada, Rodrigo de Loredo, cuestionando al Gobierno nacional. «¿Quién les asesoró en traer estas cosas en este momento y con esta urgencia?», increpó, y agregó: «No comprendemos cómo una reforma que impacta de semejante manera en la representación social pueda traerse destempladamente con estas urgencias para ser abordado. No sé de dónde».

Incluso desde el propio espacio oficialista cuestionaron la iniciativa. Fue el diputado de Tierra del Fuego, Santiago Pauli, quien aseguró que con estos cambios su provincia tendría solo un representante.

El rechazo opositor llevó a Francos a poner en duda la continuidad de esta reforma. «Agradezco los comentarios, percibo que hay un apoyo muy grande al proyecto, soy un intuitivo», ironizó.

«Obviamente, si no están los votos para tratar las reformas electorales eso no va a retener el tratamiento del resto de la ley», sostuvo el ministro de Milei, lo que fue tomado por sorpresa por propios y ajenos.


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