La UNAJ sigue con la soga al cuello

El ajuste presupuestario para la educación superior llevado a cabo por el Gobierno de Mauricio Macri perjudica el normal funcionamiento de las Facultades públicas. Por sus necesidades materiales apremiantes, la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) prorrogó la emergencia económica por 180 días, frente a la falta de respuestas del Ministerio que todavía conduce el candidato de Cambiemos para las próximas elecciones, Esteban Bullrich.

La Universidad ubicada en Florencio Varela –segundo cordón del conurbano sur de la provincia de Buenos Aires– había declarado la emergencia económica el 19 de diciembre de 2016. Desde aquel entonces poco ha cambiado su situación. Los recortes de las becas PROG.R.ES.AR. por parte de la ANSES, la demora en la llegada del boleto educativo a cargo del Gobierno de María Eugenia Vidal, el encarecimiento del costo de vida por la inflación, la escasez de insumos generales y la subejecución del presupuesto dedicado a la infraestructura son un combo que golpea a los estudiantes de Florencio Varela, Berazategui y Quilmes.

Los “serios problemas de infraestructura” que denuncia la UNAJ abarcan la falta de un edificio propio para que las ocho carreras incluidas en el Instituto de Ciencias de la Salud puedan dar clases. También necesita nuevas aulas ante el crecimiento de la matrícula (que alcanzó los 20.000 estudiantes), mientras en la actualidad recurre a quince aulas de dos colegios de Berazategui en el turno de 18 a 22. El macrismo no responde al crecimiento en el ingreso de estudiantes.

“Falta de equipamiento para los laboratorios, mobiliario para las aulas, materiales didácticos básicos y fondos para tareas cotidianas de mantenimiento” son algunos de los inconvenientes con los que convive la institución y que expresó en un comunicado.

“Falta de equipamiento para los laboratorios, mobiliario para las aulas, materiales didácticos básicos y fondos para tareas cotidianas de mantenimiento.”

“El Gobierno no ejecuta el presupuesto como corresponde y en segunda instancia en el presupuesto que tenemos asignado no están previstos fondos para infraestructura”, dijo a Contexto Esteban Secondi, secretario general de la Asociación de docentes, extensionistas e investigadores de la UNAJ (ADEIUNAJ) y profesor de esa casa de estudios.

Con la paritaria de los profesores universitarios todavía no resuelta y la subejecución del presupuesto para las Universidades, el panorama de las Facultades se ha vuelto complejo desde el año pasado. Sin embargo, en las Universidades del conurbano el panorama es todavía más difícil.

“El Gobierno nacional tiene un desprecio por el derecho a la educación de los sectores populares; la misma situación grave que vivimos la están padeciendo todas las Universidades del conurbano. Y eso es porque no les importa el derecho a la educación de los jóvenes de esta región”, sostuvo Secondi.

“No tenemos vidrios en las ventanas, calefactores en las aulas y a veces faltan sillas”, describió el gremialista.

Desde la UNAJ señalaron que debido a la subejecución del presupuesto tampoco se completó el laboratorio de química para la carrera de Bioquímica e Ingeniería en Petróleo, ni el gimnasio de prácticas para rehabilitación en la carrera de Kinesiología y Fisiatría. A su vez, la sala de profesores y la biblioteca cuentan con espacios muy reducidos por falta de ampliaciones.

La demora para llegar a un acuerdo paritario con la Secretaría de Políticas Universitarias no es el único problema salarial de la UNAJ. “Hay 104 docentes que este año no cobraron el sueldo y al mismo tiempo tenemos 700 docentes contratados que desde que comenzó el año no cobraron ninguno de los aumentos unilaterales que dio el Gobierno”, señaló Debandi

La UNAJ fue una de las diecisiete Universidades creadas durante los Gobiernos de Cristina Kirchner. Comenzó a funcionar en 2011 con 3.000 estudiantes; hoy son 20.000, de los cuales el 87% proviene de familias sin estudios terciarios ni universitarios. La gran mayoría son de Florencio Varela, aunque también incluye estudiantes de Berazategui, Quilmes y Almirante Brown. Abarca un radio de un millón de habitantes donde había una demanda importante, ya que antes de su fundación no había ninguna institución de educación superior pública en esa zona.


 

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