El Juzgado Federal N° 4 de La Plata, a cargo del juez Alberto Osvaldo Recondo, rechazó el amparo presentado por Marlene Florencia Spesso en representación de su hijo, Ian Moche, un niño de 12 años con autismo y activista. El reclamo buscaba que el presidente Javier Milei eliminara un reposteo que consideraban ofensivo.
El hecho ocurrió el 1° de junio, cuando desde su cuenta personal Milei compartió un mensaje de un tercero que atacaba al niño. La familia interpuso un amparo por considerar que se trataba de un agravio directo hacia el menor. Sin embargo, el juez desestimó la presentación con un fallo que se alinea con el clima de época: avaló la continuidad de discursos violentos en redes sociales como parte del estilo presidencial.
En aquella publicación, el Presidente había añadido: «Pautino siempre del lado del mal. No falla nunca al momento de operar en contra del gobierno. Siempre del lado de los kukas…». El argumento de la denuncia fue que violaba el interés superior del niño (art. 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño), su derecho al honor (art. 16 de la misma Convención) y lo exponía a violencia simbólica por su condición de persona con discapacidad.
Sin embargo, en su resolución Recondo sostuvo que ordenar la eliminación del contenido implicaría ejercer censura previa, prohibida por la Constitución. Argumentó que la publicación no fue un acto de gobierno ni un agravio directo al menor, sino una expresión en el marco de la libertad de opinión del presidente en su carácter de ciudadano.
“Poner la foto de un menor y decir que está del lado del mal es ofender a un niño. Ian nunca habló de Milei, jamás”, dijo la madre de Ian a Futurock. Sobre el concepto de libertad de expresión y sus límites, agregó: “Puedo entender que recibas un vuelto si Ian hablaba del presidente, pero no hablo de él, habló en defensa de los derechos de las personas con discapacidad”.
El magistrado también señaló que Ian Moche, al tener un perfil público y un rol de activismo, está más expuesto a la crítica, lo que relativiza el impacto del mensaje difundido por Milei. A su vez, rechazó cualquier pedido de medidas preventivas que prohibieran futuras publicaciones similares.
Un precedente preocupante
El fallo se inscribe en un contexto de creciente legitimación de la violencia discursiva desde las más altas esferas del poder político. Lejos de marcar un límite a los abusos en el uso de redes sociales por parte de funcionarios, la decisión judicial ratifica la estrategia comunicacional del presidente Milei: un estilo basado en la confrontación permanente, la descalificación y el hostigamiento.
La resolución también impuso las costas del proceso a la madre del niño, lo que profundiza el carácter adverso del fallo contra la familia denunciante.