Kicillof cuestionó las presiones por la vuelta a clases y aseguró que retornarán cuando la situación epidemiológica lo permita

En medio de los pedidos de sectores de la oposición por la vuelta a clases presenciales, el gobernador Axel Kicillof cuestionó esa postura y aseguró que la modalidad presencial volverá cuando la situación epidemiológica lo permita. «Ni bien se pueda y estemos seguros y tranquilos, vamos a poder reanudar la actividad presencial, que es irremplazable», sostuvo. Fue durante la inauguración del nuevo edificio de la Escuela Primaria Provincial Nº 31 de Dock Sud, Avellaneda, junto con el ministro de Educación, Nicolás Trotta, el intendente Jorge Ferraresi, autoridades escolares y docentes.

El mandatario fue duro con la oposición. «Hay presiones de todo tipo. Era un gobierno [el de Cambiemos] que no sabía para qué había universidades, pero ahora están desesperados por abrirlas lo antes posible. No se puede en medio de una pandemia. Era un gobierno que le sacó las computadoras a los chicos pero ahora está desesperado porque la gente no pierda el contacto con la escuela», cargó Kicillof.

«Dijimos que íbamos a volver mejores, y creo que estamos haciendo un esfuerzo inmenso para ser mejores. Me parece que hay otros que quieren volver iguales o peores, ser una oposición igual o peor que cuando éramos gobierno», objetó Kicillof. «Necesitamos una oposición que esté a la altura», subrayó.

En línea con el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta, en las últimas semanas se repitieron los reclamos de intendentes de Juntos por el Cambio por el retorno a clases presenciales, con protocolos, a pesar de que los niveles de contagio en muchos distritos del AMBA entraron en una meseta pero todavía son altos. Entre ellos, los jefes comunales Julio Garro (La Plata), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Gustavo Posse (San Isidro).

«Nos dicen que ‘se enamoraron de la cuarentena, no quieren que vuelvan las clases y la actividad económica’. Son los que pararon la inversión educativa y fundieron las pymes, sin necesidad de pandemia mundial», reforzó Kicillof, quien destacó la inversión educativa del municipio de Ferraresi durante el gobierno de María Eugenia Vidal.

«No podemos poner en riesgo a los chicos y las chicas y a sus familias. En zona de alta circulación no podemos, porque lo dice el sentido común y la experiencia. No hay un manual escrito sobre el coronavirus, porque es algo nuevo», subrayó, y dio ejemplos de otros países y provincias que abrieron las puertas de la escuelas por la baja de casos pero luego tuvieron que cerrarlas ante la escalada de contagios.

Kicillof se refirió a la explosión de una escuela en Moreno en 2018 donde murieron dos trabajadores de la educación, un caso que evidenció el calamitoso estado de las escuelas en la provincia durante la gestión anterior. Y contrastó esa situación con las políticas de refacción de escuelas y entrega de cuadernillos para aquellos estudiantes que no cuentan con conexión.

«Gracias a las políticas del gobierno nacional, gracias al esfuerzo que ha hecho la provincia junto con sus intendentes, estamos terminando ya 940 refacciones en escuelas, en el programa Escuelas a la obra, para que nunca más haya un accidente, nunca más haya un techo que se cae o haya una instalación de gas o electricidad que por desidia, desinterés y desinversión terminen en tragedia», sostuvo.

Por su parte, el ministro Nicolás Trotta recordó que cinco provincias regresaron a clases y tres tuvieron que retroceder por el crecimiento de casos. «No es una derrota, es la reafirmación del compromiso de cada provincia en cuidar a nuestros chicos, chicas y la comunidad».

El ministro cuestionó los «planteos de falsos dilemas» con respecto a la vuelta a clases. «Puede haber una mirada distinta, pero es momento de trabajar todos juntos», afirmó. «Tenemos que sostener el esfuerzo para que apenas tengamos una ventana de oportunidad que nos permita volver a las aulas lo vamos a hacer», concluyó.

El intendente Ferraresi, en tanto, rescató la continuidad en la reparación y construcción de escuelas en su distrito con el bolsillo municipal, aún cuando los gobiernos de Macri y Vidal habían recortado el presupuesto para esas políticas.


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