Jaqueados por la inseguridad, los vecinos del Gigante del Oeste piden respuestas a Garro

Como ya sucedió el año pasado, el barrio de la periferia platense conocido como Gigante del Oeste vuelve a ser noticia debido al incesante deterioro que sufre por la falta de presencia de la gestión municipal. Luego de una serie de nuevos episodios delictivos ocurridos esta semana, la comunidad volvió a reclamar mayores políticas al intendente platense Julio Garro, cuya desatención en cuestiones básicas como asfaltado, iluminación, planificación de medios de transporte o vigilancia ha convertido la zona en tierra de nadie.

“Estén atentos a los que estén caminando. Será cuestión de cuidarnos entre vecinos, porque de la policía tampoco se puede esperar mucho”, había advertido a la comunidad del Gigante un vecino que fue víctima de un intento de robo este último fin de semana, mientras se dirigía a tomar un colectivo en la calle 173.

“Son 300 metros de campo hasta la parada del colectivo en 173 y Avenida 44. ¿Entiende por qué necesitamos que entre la Línea Oeste en esos 300 metros?”, manifestó con bronca vía redes sociales Daniel Santú, vecino del Gigante, en referencia directa a Julio Garro.

“Son 300 metros de campo hasta la parada del colectivo en 173 y Avenida 44. ¿Entiende por qué necesitamos que entre la Línea Oeste en esos 300 metros?”

Nacido gracias al PRO.CRE.AR., el Gigante del Oeste tiene muy pocos años de existencia. En los terrenos ubicados entre 47 y 52 y entre 173 y 177 viven 423 familias, que suelen encontrarse con diferentes dificultades además de la inseguridad, entre ellas, las calles anegadas, la falta de luminaria y mantenimiento. En diálogo con Contexto, Daniel Santú expresó que el abandono del barrio “se viene profundizando desde el año pasado”.

El vecino del Gigante del Oeste sostuvo: “Cuando asumió Garro vino una vez, poco antes de las elecciones del año pasado volvió a venir una vez más, y desde ahí no supimos más nada. El asfalto es un problema tremendo, incluso se han quedado encajados patrulleros en las calles, caídos literalmente en un pozo”.

Cabe recordar que un año atrás, tras sufrir una serie de importantes robos, los primeros días de septiembre se movilizaron a la Municipalidad para llevarle al intendente Julio Garro un petitorio con todas las demandas, teniendo la inseguridad como una de las principales preocupaciones.

Más allá de entregar el pliego, nunca recibieron respuestas, y este hecho visibilizó nuevamente la situación que atraviesan, por lo que solicitarán una audiencia con las autoridades municipales.

En promedio, la mayoría de las familias del lugar están compuestas por jóvenes con hijos e hijas que no superan los doce o trece años, hecho que deja en mayor vulnerabilidad a la población. Uno de los principales reclamos fue el de la reconstrucción de la plaza principal del barrio, hoy en sumo deterioro.


 

SECCIONES