Galeb Moussa: “Israel y Estados Unidos violan sistemáticamente el derecho internacional”

Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos se alineó incondicionalmente con todas las políticas del gobierno israelí de Benjamín Netanyahu. La decisión arbitraria, unilateral y violatoria del derecho internacional y las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de trasladar la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén y reconocer ese territorio ocupado como capital israelí fue el ejemplo más resonante de ese alineamiento, pero no el único. Recientemente, el gobierno de Donald Trump anunció que reconocía como parte del Estado israelí los territorios sirios de los Altos del Golan.

Para entender qué implican estas acciones Contexto dialogó con Galeb Moussa, analista internacional experto en temas de Medio Oriente.

¿Qué lectura hace de la decisión del gobierno de Donald Trump de reconocer el territorio sirio de Los Altos del Golan como parte de Estado de Israel?
La declaración del gobierno de los Estados Unidos es una provocación para que Siria reaccione de forma militar. Siria lucha por la recuperación de las Alturas del Golan por la vía diplomática a través de las Naciones Unidas y hace tiempo que abandonó la opción militar para lograr ese fin. Eso le ha traído muchos problemas a Israel, porque no sabe cómo enfrentar esa postura y porque Siria está utilizando todos los recursos legales a su alcance.

Recordemos que Siria fue invadida a través de la contratación de mercenarios, de grupos terroristas que los propios Estados Unidos admiten haber creado y formado. Mercenarios que fueron derrotados por el Ejército sirio.

Al no lograr el objetivo por esa vía, el gobierno norteamericano pone sobre la mesa esta estrategia para provocar a Siria y tratar de que recurra a la opción militar. Si el gobierno sirio responde por esa vía, Estados Unidos tendría la excusa para retomar lo que comenzó y fracasó. Por eso Trump hace esta jugada.

Pero Estados Unidos e Israel parecen estar solos en esta postura.
El problema que tiene Estados Unidos es que ninguno de los países poderosos del concierto internacional (Gran Bretaña, Francia, Alemania, etcétera) están dispuestos a seguir el camino de Trump. No van a aceptar de ninguna manera reconocer el anexamiento de los Altos del Golan como territorio israelí. Ahí tienen un verdadero problema porque Europa no se quiere alienar más con estas cuestiones de Trump que a ellos les trae más problemas que beneficios.

«se podría decir que el derecho internacional desapareció el día que instalaron artificialmente a Israel en el territorio palestino»

Sin embargo, el derecho internacional, el consenso y el respeto a las resoluciones de Naciones Unidas no parecen ser elementos que Estados Unidos ni Israel valoren mucho.
Hay que entender que las Naciones Unidas pretendió ser una entidad creada para que el concierto de las naciones tuviera un espacio de diálogo, un espacio de negociaciones que pudiera generar un equilibrio y evitar los abusos y las injusticias de los poderosos. Sin embargo, se mantienen por el financiamiento de ciertas potencias entre las que están Estados Unidos e Israel.

Cuando la Unesco reconoció a Palestina como miembro permanente de ese organismo perteneciente a las Naciones Unidas que se dedica a la cuestión cultural y patrimonial, inmediatamente Estados Unidos e Israel retiraron todo su apoyo económico.

Israel y Estados Unidos violan sistemáticamente el derecho internacional. De hecho, se podría decir que el derecho internacional desapareció el día que instalaron artificialmente a Israel en el territorio palestino.

¿Cuál sería el camino para llegar a una paz duradera en Medio Oriente?
Debe haber una toma de sensatez por parte de las naciones del mundo, principalmente de occidente, y en el marco de las Naciones Unidas formar un bloque que se oponga firmemente a que Israel siga oprimiendo y abusando de los palestinos y condenar el sionismo como forma política de racismo, exclusión, terrorismo y ocupación.

Se debe tratar de establecer un solo Estado en Palestina donde nadie tenga que irse y todos puedan vivir dentro del sistema democrático con iguales derechos y oportunidades para todos.


 

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