Fuertes críticas de la oposición a la rendición de cuentas de Garro

La Rendición de Cuentas 2018 del Ejecutivo local consiguió ser despachada ayer, a pesar de las fuertes críticas de la oposición a la gestión de Julio Garro por la subejecución de partidas en áreas sensibles, un escenario que se repite año a año en la gestión de Cambiemos.

Tras el dictamen de ayer, la rendición entrará en sumario en la próxima sesión y se votará en el recinto del Concejo Deliberante el 24 de abril, donde se espera una acalorada discusión. En este marco, la gestión de Julio Garro apuesta a destacar el 3,5% de superávit, unos 250 millones de pesos, y lo destinado a obras y servicios que representa más del 60% de las partidas asignadas.

La oposición ayer en la Comisión de Hacienda se mostró crítica al poco tiempo que tuvieron para analizar el voluminoso resumen y ya adelantó que no van a acompañar su aprobación. En diálogo con Contexto, Roberto “Chucho” Gómez, concejal de Unidad Ciudadana, sostuvo que la gestión fue “desprolija” al darles sólo dos días hábiles para leer la rendición de cuentas, al tiempo que cuestionó la falta de presencia de los secretarios de cada área.

“Es ahí con ellos donde realmente se discute política. Si tuviéramos, por ejemplo, al secretario de Desarrollo Social, le podríamos preguntar por qué gastó tanta plata en materiales y no en alimentos, o al de Obra Pública, preguntarle por qué decidió tapar los adoquines y no un plan general de vivienda cuando hay una necesidad habitacional. No tuvimos la oportunidad de discutir la política pública y adónde van direccionados los recursos”, cuestionó Gómez.

Entre los puntos más críticos, los ediles destacaron las partidas extras destinadas a la empresa ESUR (al contrato de 1.232 millones de pesos se le sumaron 62 más) y la nueva licitación para la compra de las seiscientas cámaras de seguridad.

También observaron la subejecución en partidas clave como Seguridad (se gastaron 234 millones cuando tenía asignados 715), Desarrollo Social (con una subejecución del 23,5% y la consecuente disminución de la asistencia social, con una pobreza que alcanza el 30,9%), Promoción del Sector Productivo (no se gastó un peso, cuando la industria va a pique y los comercios siguen cerrando en la ciudad) y el Fondo Educativo (se ejecutó sólo un 70%), entre otras.

«Los presupuestos asignados están para ejecutarse. Cada área tiene asignado un presupuesto que tiene objetivos; cuando esa plata no se gasta no es superávit, es falta de capacidad de gestión», consideró Gastón Castagneto, edil de Unidad Ciudadana. «No se cumplen los objetivos y encima es plata que se come la inflación», agregó.

«Decir que hay superávit es una falta de comprensión de quienes están en el Estado, que en realidad se piensan que manejan una empresa, cuando el Estado en realidad lo que busca es mejorar la calidad de vida de las personas», sostuvo el edil de Unidad Ciudadana, quien cuestiono que este superávit no sale de Hacienda, sino de Desarrollo Social y Salud, dos áreas claves. «Esto deja en claro que no tienen sensibilidad con lo que están pasando las personas; si no ejecutás esas áreas después ves lo que está pasando en las salitas de salud o la falta de alimentos que hay en las áreas más vulnerables», consideró.

Por otro lado, se vio una caída en la recaudación de la Tasa SUM del 15,44% de acuerdo con lo presupuestado, es decir, unos 86 millones de pesos menos. Mismo escenario se evidenció en la Tasa de Seguridad e Higiene, que cayó unos 125 millones. A pesar de esto, el titular de la Comisión de Hacienda, Julio Irurueta, aseguró que “la recaudación mejoró de 2017 a 2018”.

Los ediles de la oposición, en tanto, analizaron que estas bajas se deben a las políticas económicas de este gobierno, que lleva a que vecinos y comerciantes no puedan pagar los impuestos.

La concejala Lorena Riesgo consideró en este marco que la rendición de Julio Garro “pone en evidencia el fracaso de las políticas económicas de este gobierno”.


 

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