Fidel llegó para relanzar el Mercosur y la integración regional

Por Contexto

Si bien Fidel Castro estuvo en Argentina en cuatro oportunidades, sus dos últimas visitas, en 2003 y 2006, fueron muy significativas porque se relacionaron con el acompañamiento del fallecido líder cubano al resurgir de una América Latina con proyectos nacionales y de unidad continental.

La más destaca y recordada fue, por varios motivos, la que realizó en el marco de la asunción Néstor Kirchner. Aquella ocasión fue la primera asistencia del revolucionario a un juramento de un presidente argentino y su debut en un acto masivo en el país.

Era 26 de mayo de 2003 y estaba anunciada la palabra de Castro en el aula magna de la Facultad de Derecho de Capital Federal, pero fue tan grande la asistencia que la jornada cerró con un discurso del guerrillero en la escalinatas del edificio, al aire libre y ante 50 mil personas.

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Ante un público mayoritariamente joven, aseguraba: «Un mundo mejor es posible». Todos presentían que habían sido parte de un momento histórico. También tuvo tiempo de felicitar a los argentinos por haber superado la –todavía fresca- crisis de 2001: “Ustedes han asestado un descomunal golpe a un símbolo, y eso tiene un enorme valor”.

“Se ha producido precisamente en este momento crítico, de crisis económica internacional, donde están envueltos todos. Ya no es una crisis en el sudeste asiático, es una crisis en el mundo, más amenazas de guerra, más las consecuencias de una enorme deuda, más el fatalismo de que el dinero escape», agregaba Castro, cuando todavía nadie avizoraba la debacle que se gestaba en Wall Street. A continuación, un fragmento:

La última visita, que además sería su último viaje al exterior, fue en la ciudad de Córdoba para participar como invitado especial de la Cumbre del Mercosur, la primera con Venezuela como miembro pleno del bloque. En ese marco, junto a Hugo Chávez, visitó la casa natal del Che Guevara, en Alta Gracia.

Para esa ocasión también encabezó un acto masivo. Participó, esta vez con tradicional traje de fajina verde oliva –en 2003 lo había hecho de traje– de la cumbre paralela que organizaron con las Madres de Plaza de Mayo en la Ciudad Universitaria.

En ese entonces brindó una recordada entrevista a la Televisión Pública junto al líder de venezolano. Su presencia en el encuentro confirmaba su rol de figura aglutinadora de los diferentes Gobiernos populares que se estaban sucediendo en Sudamérica y el Caribe.

Antes, había llegado en octubre de 1995 para la 5ª Cumbre Iberoamericana en Bariloche, y en 1959, cuatro meses después de haber ingresado victorioso a La Habana, con motivo de un encuentro de la OEA. Allí habló durante noventa minutos en el 9° piso de la Secretaría de Industria. En ese encuentro nacería el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). También mantuvo una charla bilateral con el jefe de Estado anfitrión, Arturo Frondizi.


 

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