A los noventa años, falleció Fidel Castro Ruz, el revolucionario más importante de la historia del siglo XX. El 25 de noviembre de 1956, el líder revolucionario partió junto al Che Guevara y a otros jóvenes cubanos en el barco Granma desde México hacia Cuba, para comenzar la batalla que terminaría con el triunfo de la Revolución. Exactamente sesenta años después, volvió a partir, seguramente, para tomar el cielo por asalto y revolucionar el paraíso.
La muerte del líder de la Revolución cubana fue anunciada por su hermano Raúl Castro. “Con profundo dolor, comparezco para informar a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo, que hoy, 25 de noviembre de 2016, a las 10:29 horas de la noche, falleció el comandante el jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz”.
Los líderes del mundo mostraron a través de las redes sociales su tristeza.
Se fue un grande. Murió Fidel.
¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!— Rafael Correa (@MashiRafael) November 26, 2016
Con sus luces y sombras se va un referente de la dignidad latinoamericana y de la resistencia soberana. Adiós Fidel https://t.co/Agjo6DWXiM
— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) November 26, 2016
En aquel momento, el sociólogo y politólogo Atilio Boron aseguró que “Fidel representa las ansias de liberación y emancipación. Sintetiza los deseos de millones de personas, no sólo de latinoamericanos, sino de hombres y mujeres de todo el mundo que reconocen en su figura la de un hombre íntegro que ha luchado toda su vida, sin concesiones contra el imperialismo, por la justicia, por la libertad, por la verdad y por la democracia […] Realmente, una larga vida inclaudicable en defensa de la humanidad. Un hombre excepcional, con un papel al nivel de los más grandes personajes de la historia”.
En la misma línea, la periodista e investigadora Stella Calloni aseguró: “Fidel Castro es la figura más importante de las que han surgido entre el siglo XX y lo que va del XXI. Un hombre que desde joven comenzó su lucha revolucionaria […] una vida que es un ejemplo de coherencia, de dignidad, de lucha permanente por la justicia y contra el colonialismo”.
Calloni concluyó: “Fidel fue un sembrador de sueños posibles. Siempre estuvo junto a todos los pueblos sojuzgados del mundo cuando lo necesitaron. Dio el ejemplo de lo que es la verdadera solidaridad entre los pueblos. Nunca Cuba dejó solo a ningún pueblo, ni Fidel desconoció ningún reclamo de la humanidad”.
Sin dudas, la figura del líder revolucionario quedará por siempre en la historia mundial. Su ejemplo será siempre una guía para quienes crean que un mundo mejor es posible. El hombre que trascendió a la historia, para todos los revolucionarios será siempre, simplemente, Fidel.
