Esos pibes de Malvinas que jamás olvidaré

La canción más cantada por la hincada argentina en el mundial de Qatar habla de Messi, Maradona y de los chicos argentinos que, aún más jóvenes que los jugadores más jóvenes de la selección fútbol actual, fueron a guerra para defender la soberanía de nuestro país. Contexto dialogó con miembros de C.E.C.I.M. La Plata, una parte de esos pibes que lucharon en Malvinas, para conocer sus sensaciones al escuchar que miles de argentinos cantan por ellos en cada uno de los partidos de la selección.

«En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas que jamás olvidaré…», así comienza la canción más cantada por la hinchada argentina en el Mundial de Fútbol de Qatar. Canción que se repite en todos los rincones del país cuando cientos de miles de argentinos y argentinas de todas las edades salen a las calles a festejar el triunfo de la selección.

El fútbol y Malvinas, dos pasiones que unen a un pueblo que reivindica la figura de sus ídolos: Diego Armado Maradona, Lionel Messi y aquellos jóvenes que dejaron su vida en ese territorio usurpado por el Reino Unido. Jóvenes que dejaron su vida por la soberanía de la patria.

El paralelo se vuelve inevitable. Uno de los goleadores de la selección, Julián Álvarez, tiene apenas veintidós años. Alrededor del 40 % de los soldados argentinos que murieron en Malvinas tenían menos de veinte años.

Contexto dialogó con miembros del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (C.E.C.I.M.) La Plata, con esos pibes de Malvinas que, aunque pasen las décadas y las generaciones, el pueblo argentino jamás olvidará, para saber cuáles son sus sensaciones cuando en cada rincón del país y en los partidos del mundial se canta esa frase que los reivindica como parte de nuestro sentir nacional.

Rodolfo Carrizo tuvo que hacer el servicio militar en el Regimiento N° 7 de Infantería y fue enviado a Malvinas a combatir en el Monte Londong, donde se libró una de las batallas decisivas en la guerra.

Carrizo señaló que la canción «es el reconocimiento a una generación que fue enviada por una dictadura militar a una guerra donde no había ningún destino de éxito. Una generación que fue enviada mal instruida, desprovista de los recursos mínimos, que fue hambreada y, durante la guerra, también torturada».

«Cuando se habla de los pibes de Malvinas se habla de esa generación de chicos de dieciocho años que una dictadura militar de manera consciente decidió inmolar, porque era también parte de su proyecto político funcionar de esa manera», sostuvo, y agregó que «por todo eso hay una mezcla de emociones. Las emociones por lo que representa el fútbol, porque todos tenemos una pasión muy fuerte por lo que representa Argentina, cuando ves a Messi o cuando ves a Diego, y eso hermanado con los pibes de Malvinas es un reconocimiento social maravilloso, y más cuando se canta en un estadio de fútbol».

«A mí me tocó estar en el monte Londong y mi compañero de carpa, Alfredo Gattoni, que estuvo conmigo compartiendo todo el tiempo la guerra, no volvió. A él y al resto de los compañeros los tenemos presentes todo el tiempo, pero además esta canción de alguna manera les está dando vida», concluyó Carrizo.

Otro de los miembros del C.E.C.I.M., Hugo Robert, remarcó: «Cuando escuchamos la canción nos llena de orgullo porque nos pone a los pibes de Malvinas a la misma altura de dos ídolos merecidísimos como Messi y Maradona, y obviamente habla de los soldados y no de las Fuerzas Armadas».

«El pueblo argentino ha utilizado todas las herramientas a su alcance para demostrar su devoción por la causa Malvinas y el amor por sus soldados. Han sido los distintos Gobiernos, en especial los nefastos Gobiernos como el menemismo y el Gobierno de Macri, que no le han dado las herramientas a nuestro pueblo para entender que la causa Malvinas va más allá de la simple frase ‘las Malvinas son Argentina’. Hay mucho más para trabajar pero no se hace», señaló.

Robert remarcó que «alguna vez vamos a tener que reparar en los programas de estudios de los diplomáticos que formamos, porque Foradori no salió de un repollo, es un producto típico de la Cancillería Argentina, esos tipos rubios, de ojos celestes, que hablan un montón de idiomas, que saben todos los formalismos de alfombra roja y cócteles pero después no dudan en firmar acuerdos escritos en la Embajada británica».

Cabe recordar que Carlos Foradori fue el vicecanciller argentino durante el Gobierno de Mauricio Macri que firmó el acuerdo Foradori-Ducam, que representó un brutal retroceso en el proceso de reclamo por la soberanía argentina en Malvinas.

«Volviendo a la canción –continuó Robert–, esa equiparación de Diego y Lionel con los pibes de Malvinas evidencia que la gente sabe que fueron los pibes los que pusieron el pecho en Malvinas».

Robert remarcó que «esa guerra no debió haber existido y nos retrotrajo enormemente en la disputa que tenemos por la usurpación británica de Malvinas, pero nosotros sentimos un orgullo enorme de haber combatido al lado de los últimos héroes de nuestra patria que dieron la vida en Malvinas».

«Malvinas nos pasó a todos los argentinos y las argentinas, pero a los excombatientes nos atravesó a una edad muy temprana y eso nos marcó la vida. Teníamos veinte años, nos quedó el recuerdo del horror de la guerra y la pérdida de nuestros compañeros, que eso es muy doloroso, realmente irreparable», concluyó Robert.


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