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En medio de una severa crisis, los espacios culturales platenses denuncian la ausencia del Municipio

Así como la parálisis productiva de la cuarentena tuvo su efecto en comercios, industrias y trabajadores autónomos, el sector del arte y la cultura también sufrió los graves efectos de la irrupción del COVID-19. A pesar de las medidas tomadas desde Nación y Provincia, en La Plata son decenas de espacios los que ahora sufren la ausencia de las autoridades municipales para atender las múltiples demandas.

Mientras el amplio abanico de espacios alternativos y autogestivos de La Plata lucha por mantenerse en pie en pleno escenario de pandemia, todas las miradas apuntan al secretario de Cultura municipal, Martiniano Ferrer Picado, a quien le fueron dirigidos varios pedidos de diálogo, sin respuesta alguna.

«La ausencia de una política pública cultural municipal en el gobierno de Julio Garro, es un problema crónico que no puede adjudicar a la pandemia. Desde que asumió en la Intendencia persiguió, ninguneó y atentó contra la cultura independiente y autogestiva», expresaron desde la Red Multicultural de La Plata a través de un comunicado difundido esta semana.

«El día 4 de mayo hicimos el pedido formal de audiencia al correo electrónico privado del secretario de Cultura. Hasta el día de hoy no estamos teniendo ninguna respuesta. Si bien hay políticas públicas de Nación, donde ha habido convocatorias para diversas ayudas económicas, desde lo que es el Municipio hay un silencio absoluto. Ni siquiera han levantado el teléfono para saber cómo estábamos, entendiendo que tenemos espacios físicos con gastos que cubrir, proveedores, cooperativas, trabajadores», dijo a Contexto Melina Pérez, integrante del Centro Cultural Colibrí, una de las entidades que integran la Red Multicultural.

Para unificar demandas, la Red comenzó a impulsar una encuesta para que todos los espacios puedan presentar sus problemas más urgentes en la actualidad. La falta de trabajo es el punto en el que todos coinciden. «La falta de trabajo es lo principal, después hay disciplinas como el teatro que no pueden reconvertirse de manera virtual. Después está el problema de las deudas que tenemos la mayoría de los espacios. Espacios como Colibrí, por ejemplo, que tenemos la habilitación definitiva, estamos con problemas desde el año pasado para conseguir los subsidios a nivel municipal», agregó Pérez.

Si bien el inicio del aislamiento obligatorio marcó un antes y un después para todas las actividades de La Plata, la crisis en los espacios culturales alternativos de la ciudad se remonta a años atrás, cuando las medidas económicas instauradas por Cambiemos -a nivel nación a cargo de Mauricio Macri y replicadas a nivel local por Julio Garro- pusieron en jaque a los pequeños y medianos emprendimientos. El efecto fue de tal magnitud que, según relevamientos de la propia Red, un 40% de estos espacios tuvieron que cerrar sus puertas entre 2015 y 2019 por motivos financieros.

«Venimos de cuatro años de persecución, clausura, falta de políticas de fomento y acompañamiento. Tenemos más de la mitad de espacios que no cuentan con la habilitación definitiva. El año pasado nos declaramos en emergencia por la enorme merma de espacios culturales en el registro municipal. Éramos alrededor de 100 y quedamos unos 62 en pie», dijo Pérez.

Mientras tanto, las distintas redes de espacios comenzaron a unificar sus demandas y poner en debate de qué manera se pensarán protocolos de sanidad y prevención en el marco de una crisis sanitaria que, se sabe, tardará en resolverse. «No somos un boliche ni un espacio privado de gran alcance. Nuestros espacios no tienen fines de lucro. Por eso nos interesa que, a la hora de pensar una eventual apertura de actividades, se pueda pensar desde nuestro sector y no bajo el mismo criterio que otros sectores», señalaron.


 

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