Con una amplia mayoría, el Senado de la Nación rechazó de manera definitiva el decreto 345/25 impulsado por el presidente Javier Milei, que proponía la eliminación de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y el Instituto Nacional del Teatro (INT). La votación significó un nuevo revés legislativo para el Gobierno, que venía de sufrir otra derrota en Diputados con la emergencia en discapacidad y la ley de coparticipación automática de los Aportes del Tesoro Nacional.
La medida, fuertemente cuestionada por sectores culturales, académicos y gremiales, buscaba desmantelar dos organismos emblemáticos para el desarrollo federal de la cultura argentina. “Celebramos el rechazo histórico del Senado al decreto 345/25 de Javier Milei, que buscaba eliminar la CONABIP y el INT, organismos fundamentales para el funcionamiento de las bibliotecas populares y del teatro independiente”, expresó Florencia Saintout, presidenta del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, en su cuenta de X.
Saintout subrayó que la resistencia organizada fue clave: “Una vez más, el enorme colectivo de la cultura popular y comunitaria enfrentó y frenó, con coraje y organización, a un gobierno que quiere arrasar con nuestra identidad. Como sucedió con la Ley Bases, la unidad y la movilización impidieron que el presidente, junto a Karina Milei, Sturzenegger y Cifelli, profundicen un modelo en el que la cultura es un privilegio y no un derecho”.
La pulseada contra el decreto había comenzado semanas atrás, con pronunciamientos masivos de bibliotecas, salas, colectivos culturales y asociaciones de artistas. Saintout encabezó una campaña que incluyó la entrega de una carta dirigida a Karina Milei y Leonardo Cifelli, respaldada por más de 500 firmas, y la realización de actividades públicas para visibilizar el valor de estos organismos.
El documento advertía que la eliminación de la CONABIP y el INT significaría un “desmantelamiento institucional” y la pérdida de la estructura federal que garantiza la promoción de la lectura y del teatro independiente en todo el país.
El rechazo del Senado no solo clausura el intento del Gobierno de avanzar sobre dos instituciones centrales del ecosistema cultural, sino que también reafirma la fuerza de un movimiento que defiende la diversidad y el acceso a la cultura como derechos inalienables.