El primer desembarco: llegó Kerry para avanzar con la instalación de las bases de EE.UU.

Por Héctor Bernardo

El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, arribó a Buenos Aires este miércoles por la noche. En su visita express, de sólo veinticuatro horas, el enviado de Obama se propuso cerrar convenios comerciales y avanzar en los acuerdos para la instalación de bases norteamericanas en Argentina.

Diario Contexto ha señalado en más de una ocasión la intención norteamericana, avalada por el Gobierno de Mauricio Macri, de instalar bases en Tierra del Fuego y en Misiones, los extremos norte y sur del país, puntos estratégicos para el control de los recursos naturales argentinos.

Diversas fuentes, entre las que se destacan la especialista del CEMIDA Elsa Bruzzone, el periodista Carlos Aznárez, la investigadora Stella Calloni y el diputado nacional del Frente para la Victoria Daniel Di Stéfano, señalaron en diversos artículos de este medio la intención de Washington de introducir sus Fuerzas Armadas en Argentina.

La excusa utilizada es el combate al narcotráfico y el terrorismo o, como en el caso de Ushuaia (Tierra del Fuego), la creación de un polo de investigación científico y desarrollo tecnológico. Todos disfraces con los que el Gobierno norteamericano camufla sus fuerzas de combate en su constante y creciente distribución estratégica a lo largo del continente. La llegada de John Kerry es un punto clave en esta avanzada.

Según señaló el diario La Nación, en la visita del secretario de Estado norteamericano “se prevé afinar los acuerdos de cooperación de Estados Unidos en materia de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”.

En diálogo con diario Contexto, el politólogo y sociólogo argentino Atilio Boron aseguró: “Kerry viene para avanzar y concretar con los acuerdos que se hicieron durante la visita de Obama. Habrá que estar muy atentos al tema de la posible instalación de las bases militares y a la intención de impulsar la Alianza del Pacífico y el Acuerdo Transpacífico. Esos son los temas fundamentales”.

“Normalmente, cuando Estados Unidos instala bases militares en otros países, por lo menos en la experiencia latinoamericana, lo hace bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, la lucha contra el terrorismo o incluso la ayuda humanitaria. Por ejemplo, en Perú, la excusa fue combatir al narcotráfico, o la base Pedro Juan Caballero, que los norteamericanos tienen en Paraguay y que se supone que es de la DEA, sin embargo, es una cobertura para la presencia militar norteamericana en la frontera con Brasil”, remarcó.

Por último, Boron afirmó: “Hay que fijarse lo que hicieron en México, un país que se ha transformado en un protectorado norteamericano. Autoridades policiales o civiles de Estados Unidos circulan armadas por el territorio mexicano gracias a un permiso especial que les dio Peña Nieto. La excusa como siempre es la lucha contra el narcotráfico. No hay nada nuevo, los norteamericanos tienen un libreto y lo aplican a rajatabla”.

En la misma línea, el analista político Jorge Kreyness afirmó: “Se trata de la visita de un representante destacado del país que es sede de las corporaciones internacionales, que tiene el ejército más poderoso de la tierra, que ha invadido países y bombardeado poblaciones civiles, que tiene una política injerencista y que ha establecido a la OEA como ministerio de colonia”.

“Ahora se habla de la posible instalación de una base norteamericana en el extremo sur, en Tierra del Fuego, y otra en el noroeste, en Misiones. El intento de Estados Unidos de establecer una base militar en Misiones viene de hace tiempo y apunta a una estrategia en la Triple Frontera con la intención de controlar el Acuífero Guaraní, que es uno de los bienes más preciados que tenemos y que compartimos con Brasil y Paraguay”, aseguró.

Kreyness afirmó que “cuando la ministra Bullrich viajó a Estados Unidos, se reunió con los jefes de la DEA y el FBI. Allí acordaron planes para la llegada de la DEA a nuestro país con el fin de desarrollar lo que llaman ‘lucha contra el narcotráfico’, pero que es lo que han implementado en México y Colombia y que dejó como consecuencia un reguero de muerte, represión y crecimiento inusitado del narcotráfico”.


 

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