Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

El Mariscal y la pelota

Por Daniel Cecchini

Es una imagen imborrable, de televisor blanco y negro. No recuerdo si fue en la cancha de Estudiantes o en la de Racing. Sí recuerdo que fue en 1968, en las semifinales de la Libertadores. Que Racing ganó uno de los partidos 2 a 0, que Estudiantes ganó el otro 3 a 0 y que empataron el desempate 1 a 1, con gol de chilena de Verón, la Bruja vieja, y que Estudiantes llegó a la final por diferencia de gol.

En uno de esos tres partidos ocurrió, de ahí me quedó la imagen:

El Mariscal Perfumo pateándole con todas las ganas los huevos a Bilardo. Que era lo que Bilardo quería y en lo que el Mariscal entró.

Cuenta la historia que Perfumo recién se había casado y que Bilardo (no extraña a nadie a esta altura) le dijo que su mujer vaya a saber uno qué hacía mientras él estaba en la concentración. Y el Mariscal le pateó las bolas y se ligó la expulsión.

Esa es la imagen que me viene, la que le quedó grabada a un chico de doce años en un partido que miraba con la camiseta de Estudiantes puesta en el cuerpo, en el alma, y que quería ganar a toda costa.

Yo lo puteaba a Perfumo –en la cancha y frente a la tele, cuando el Estudiantes de Zubeldía jugaba contra Racing–, y lo puteaba con esa intuición y esa sabiduría de pibe de cancha en la plaza, con arcos de árboles y montoncitos de ropa, que sabía reconocer a los que jugaban bien, muy bien, pero que no podía quererlos porque jugaban para el enemigo. Y al enemigo ni justicia.

Esa escena se roba a todas las otras. A esos quites maravillosos en la última línea, a esas salidas desde el fondo con una prestancia que –por entonces y yo como buen pincharrata– sólo podía comparar con la del doctor Raúl Madero, a esos foules de vivo que hacía y nunca le cobraban, a esa capacidad de mandar a todo el equipo desde atrás.

Chau, Mariscal. Hasta siempre, Roberto Perfumo. Estás –aunque no lo sepan– en el pie de cada pibe que sabe que el fútbol es mucho más que una gambeta o un gol lustroso. Estás en cada pibe que descubre que a la pelota se juega de pie.

Perfumo


Relacionadas:

http://perio.unlp.edu.ar/~diariocontexto/2015/12/31/la-batalla-de-la-informacion/

 

http://perio.unlp.edu.ar/~diariocontexto/2016/02/16/macri-o-las-imagenes-de-una-politica-de-cuerpos/

 

 

 

SECCIONES