Con el estreno de El Eternauta en Netflix, la obra maestra de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López finalmente alcanza una audiencia global. Este hito audiovisual no solo rescata una historia fundamental de la historieta argentina, sino que reivindica una tradición rica de dibujantes y guionistas.
Durante décadas, autores y dibujantes argentinos construyeron un universo de historietas que nada tiene que envidiarle al mainstream norteamericano o europeo. Aquí, presentamos una selección de diez obras esenciales que trazan un mapa del género fantástico argentino, con historias que combinan crítica social, audacia estética y un profundo conocimiento del alma humana. Cabe aclarar que esta caprichosa y acotada selección no incluye tiras de humor gráfico como Mafalda, Boogie y tantísimas otras que merecen su propio articulo o infinidad de ellos también.
1. El Eternauta (1957) – Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López
El punto de partida obligado. Una nevada mortal cae sobre Buenos Aires y da inicio a una invasión alienígena tan sutil como despiadada. Juan Salvo, el Eternauta, lidera una resistencia desesperada en medio de la desolación. Más que ciencia ficción, es una parábola sobre el imperialismo, la resistencia y la dignidad colectiva. Su vigencia política y narrativa es tan intensa hoy como hace casi 70 años.
2. Mort Cinder (1962) – Héctor Germán Oesterheld y Alberto Breccia
Una obra oscura, poética y profundamente humanista. Mort Cinder, un inmortal condenado a revivir las guerras y miserias de la humanidad, recorre la historia con ojos de testigo. Dibujado magistralmente por Breccia, es un cómic que cruza el horror con la filosofía, la épica con la melancolía.

3. Sherlock Time (1958) – Oesterheld y Breccia
Mucho antes de The X-Files, Argentina tenía su propio dúo investigador de fenómenos paranormales. Sherlock Time, ex prisionero de una civilización alienígena, y el joven Julio Luna investigan casos que cruzan lo sobrenatural con lo cósmico. Con un arte innovador y atmósferas inquietantes, fue una obra adelantada a su tiempo.
4. Alvar Mayor (1977) – Carlos Trillo y Enrique Breccia
Ambientada en la conquista de América, esta serie mezcla aventura histórica con elementos sobrenaturales y fantásticos. Alvar Mayor, un buscador de tesoros español, se enfrenta a los misterios de un Nuevo Mundo que es tan real como mítico. Un western místico con raíces americanas.
5. Nekrodamus (1975) – Juan Zanotto y Héctor G. Oesterheld
Un vidente inmortal que predice el apocalipsis y enfrenta horrores sobrenaturales. El cómic mezcla ocultismo, ciencia ficción y crítica social, todo envuelto en el trazo realista y cargado de Zanotto. Fue un gran éxito editorial en revistas como Skorpio.
6. Horacio Altuna: El último recreo (1982) – Altuna y Carlos Trillo
Una visión distópica en la que una guerra bacteriológica aniquila a todos los adultos del mundo. Solo quedan niños, libres al principio, pero pronto enfrentados a la violencia, el deseo y la desesperación. El trazo sensual de Altuna contrasta con la brutalidad del guion: una metáfora de la fragilidad humana.
7. Bárbara (1979) – Ricardo Barreiro y Juan Zanotto
Una saga de ciencia ficción postapocalíptica protagonizada por una mujer fuerte, guerrera y despiadada. En un mundo arrasado, Bárbara se convierte en un ícono feminista (y feroz) mucho antes de que el término fuera común en el mainstream. Visualmente impactante y narrativamente radical.
8. Slot Barr (1981) – Ricardo Barreiro y Francisco Solano López
Una mezcla entre Blade Runner y noir porteño. Slot Barr es un detective en un mundo hipertecnológico, decadente y corrupto. Ciencia ficción adulta, con violencia, política y sexo, dibujada con el trazo suelto y expresivo de Solano López.
9. Unit 5 (1983) – Guillermo Saccomanno y Domingo Mandrafina
Una especie de X-Men argentino con trasfondo político: cinco jóvenes con poderes paranormales combaten una dictadura futurista. Una serie que, sin dejar de ser entretenida y ágil, ponía el dedo en la llaga de la represión y la censura.
10. El humano (1978) – Oscar “Oski” Chichoni
Obra visualmente monumental, con paisajes alucinados y figuras biomecánicas, El humano narra el viaje de un hombre que escapa de la opresión hacia una verdad mística. Fue publicada en Skorpio y es considerada una pieza de culto por su estilo pictórico y filosófico.
Bonus Track: Cazador (1992) – Jorge Lucas, Ariel Olivetti, Mauro Cascioli y Claudio Ramírez
No se puede hablar de la historieta argentina sin mencionar al antihéroe más brutal, incorrecto y salvaje del cómic nacional. Cazador es un personaje que rompe todos los moldes: una especie de cruce entre Lobo de DC y un rugbier del conurbano poseído por el espíritu de Heavy Metal. Nacido en los ‘90, en plena crisis del cómic local, fue un fenómeno de culto con un humor negro feroz, violencia extrema y una actitud que desafiaba a todos, incluso al lector. Jorge Lucas y su equipo crearon un ícono de época que sigue despertando pasiones, rechazos y risas incómodas.

Una tradición que no se detiene
Estos títulos no son reliquias. Son obras vivas, que siguen encontrando lectores y reelaborándose en nuevos lenguajes. El Eternauta en Netflix es apenas la punta del iceberg. La historieta argentina, con su mezcla única de talento, compromiso y belleza, tiene mucho más por contar. Y si alguien aún cree que el cómic es un “género menor”, solo necesita abrir cualquiera de estos diez libros para cambiar de opinión.