El FMI manifestó su apoyo a los anuncios de Economía tras el acuerdo del fin de semana

Tras las comunicaciones formales del Fondo Monetario Internacional y el Ministerio de Economía a través de sus respectivas redes sociales, Sergio Massa oficializó las medidas que se especulaban sobre el fin de la semana pasada como contraoferta a la dura posición del Fondo por mantener el sendero del ajuste fiscal y la devaluación brusca.

Con un nuevo esquema cambiario para las exportaciones de las economías regionales y el trigo, que contempla un tipo de cambio a 340 pesos por dólar, y una suba de la alícuota del impuesto PAIS a las importaciones de servicios y bienes suntuarios (con excepción de energía y productos o componentes con impacto en la canasta básica), el Gobierno busca transitar con tranquilidad los movidos cinco meses que restan de año, con un proceso electoral en el medio y una crisis agudizada por las millonarias pérdidas producto de la sequía. 

«Consideramos que las medidas anunciadas por las autoridades argentinas son positivas para fortalecer las reservas y consolidar el camino del orden fiscal, variables fundamentales para fortalecer la estabilidad económica», señaló una fuente del Fondo en declaraciones a la agencia estatal Télam. 

El ministro de Economía, Sergio Massa, explicó en la previa a la oficialización de las nuevas medidas cambiarias y fiscales que el acuerdo que se alcanzó con el FMI contiene un documento base con la explicación de las nuevas revisiones que se realizarán sobre el programa y los pasos a seguir durante los próximos cinco meses. Asimismo, destacó que se adelantarán desembolsos a agosto y noviembre que «cubren largamente las expectativas que había para este año». 

Si bien todavía no se conoció el documento que consensuaron las autoridades argentinas con el organismo, desde el Ministerio de Economía trascendió que la cifra de desembolsos hasta fin de año podría ascender a 10.000 millones de dólares. 

El funcionario también expresó que el acuerdo permite sacar la discusión del Fondo de la campaña electoral, y señaló: «La idea es que ese vecino incómodo que es el FMI no sea un factor adicional en la campaña. Lo mejor que podemos hacer es pagarles y sacarlos de la escena argentina». 

Por otro lado, destacó que con el nuevo programa el país recupera la capacidad de intervención en el mercado cambiario, clave para enfrentar la volatilidad que pueda producirse en el marco de las elecciones, y resaltó el apoyo de Estados Unidos para alcanzar el acuerdo. 


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