Detienen a un policía local que vendía drogas en Avellaneda

Por José Welschinger Lascano

Un efectivo de la Policía Local del municipio de Avellaneda fue detenido por la Justicia tras confirmarse las acusaciones que lo involucraban en actividades de narcotráfico. Se trata del ex oficial Gerónimo Menéndez, de 37 años, quien se encontraba siendo investigado por la Subsecretaría de Seguridad de Avellaneda desde mediados de año, a raíz de las denuncias realizadas por otros integrantes de la nueva fuerza policial.

Mónica Ghirelli, titular de la oficina que impulsó la denuncia, relató a Contexto cómo se desarrolló el proceso que culminó con la detención de este efectivo. “Cuando algunos compañeros vieron que uno de ellos estaba realizando actividades ilícitas, se nos puso en conocimiento y comenzamos a investigar”.

“Lo que comenzó como un rumor terminó por verificarse como cierto, y si bien no llegamos a atestiguar de primera mano lo que sucedía, sí logramos conseguir varios testimonios determinantes”.

Según relató la Subsecretaria de Seguridad, los compañeros de Menéndez lo vieron actuar de manera sospechosa, y luego algunos testigos presenciaron cómo intercambiaba dinero por pequeños paquetes. “Ahí tomó fuerza la hipótesis de la venta de droga”, explicó Ghirelli. Y completó: “Comenzamos a notar, por medio del monitoreo satelital de las patrullas, que este efectivo se apartaba del radio designado para su recorrido. Constantemente se apartaba de su zona, se iba hasta lugares que no guardaban relación con su trabajo”.

«CREEMOS EN EL PROYECTO DE UNA POLICÍA DEMOCRÁTICA, QUE RESPETA LOS DERECHOS HUMANOS, Y TAMBIÉN POR ESO NECESITAMOS DEMOSTRACIONES DE QUE LA JUSTICIA FUNCIONA.”

En base a estos elementos, la funcionaria municipal decidió preparar la denuncia elevada desde su Secretaría a la Fiscalía Nº 2, a cargo de Mario Prieto. Una vez elevada, esa denuncia condujo a una investigación que terminó por confirmar las sospechas que recaían sobre el policía local, mediante la aportación de distintas pruebas, como escuchas telefónicas y seguimiento por GPS. “Eso nos permitió conocer su modus operandi –comentó Mónica Ghirelli–, pudimos ver que vendía la droga en su casa, con la complicidad de su mujer, y en compañía de sus hijos”.

Según relató la subsecretaria, la urgencia por impulsar esa denuncia presentada el 31 de mayo surgió desde la necesidad de impedir que los esfuerzos municipales por inaugurar una Policía más ligada a la comunidad sean malogrados a causa de un caso aislado.

“Esta no es la Policía que nosotros formamos, ni la que trabajamos tanto para crear. No vamos a permitir que un caso de estas características ensucie a 441 oficiales responsables que están comprometidos en la creación de una nueva Policía”. Ghirelli sostuvo: “Creemos en el proyecto de una Policía democrática, que respeta los derechos humanos, y también por eso necesitamos demostraciones de que la Justicia funciona”.

Un seguimiento individual

Además de cumplir con su responsabilidad frente a la seguridad pública, desarticulando a una organización criminal e impidiendo que la droga continuara circulando por las calles, desde la oficina municipal de Avellaneda aseguraron que esta causa es importante para demostrar que existe una voluntad política para garantizar la transparencia del accionar policial.

“Tenemos muchos funcionarios policiales comprometidos con el funcionamiento de la nueva fuerza –sostuvo Ghirelli–, que busca ser una seguridad confiable y más cercana a la gente. Además, el municipio siguió de cerca el caso, y apoyó en todo momento el avance de la investigación”.

“TENEMOS MUCHOS FUNCIONARIOS POLICIALES COMPROMETIDOS CON EL FUNCIONAMIENTO DE LA NUEVA FUERZA, QUE BUSCA SER UNA SEGURIDAD CONFIABLE Y MÁS CERCANA A LA GENTE.»

En cuanto a las consecuencias que el efectivo detenido deberá enfrentar, desde el municipio aseguraron que todo apunta a que las pruebas aportadas para el proceso judicial determinarán la culpabilidad de los involucrados, y que luego de las indagatorias se resolverá condenar a prisión a los culpables.

“Nosotros conocemos a cada uno de los 441 efectivos, y nos transformamos en una conducción de la política de seguridad”, explicó la subsecretaria. Y agregó: “Fuimos muy estrictos con los procesos de ingreso a la fuerza, procurando que no existieran antecedentes penales y estableciendo distintos exámenes psicofísicos y psicotécnicos”.

Sobre el total de de los anotados, el municipio de Avellaneda seleccionó a menos de un 20% para las evaluaciones, quienes luego de pasar los exámenes fueron integrados a la fuerza en seis pequeñas promociones, hasta llegar al cupo de quinientos efectivos de la Policía Local. Luego de ello, en el proceso de formación, los efectivos cumplieron con la cantidad de horas que tiene una diplomatura. “Con todo eso –comentó Ghirelli–, lo que conseguimos fue llegar a conocer a cada uno de los cadetes, y saber cómo hacer para investigar este tipo de situaciones.”

Una investigación que prosigue

Tras tomar conocimiento de las sospechas que recaían sobre el ex oficial Gerónimo Menéndez, las autoridades municipales también descubrieron que a su vez existían problemáticas con algunos de sus compañeros, quienes estaban involucrados con el consumo, motivo por el cual Menéndez gozó de encubrimiento durante cierto tiempo.

Sin embargo, gracias a que la mayor parte de sus compañeros estaba por fuera de esa cadena de complicidad, la investigación consiguió llegar hasta un civil asociado con el efectivo, quien era el encargado de comprar y vender la droga.

“NOSOTROS CONOCEMOS A CADA UNO DE LOS 441 EFECTIVOS, Y NOS TRANSFORMAMOS EN UNA CONDUCCIÓN DE LA POLÍTICA DE SEGURIDAD.”

“Si bien no llegamos a identificar a los proveedores de esta persona –adelantó Ghirelli a Contexto–, tenemos algunas pistas y creemos que los vamos a poder atrapar en la próxima etapa de nuestra investigación”.

En base a distintas escuchas realizadas desde la investigación, la funcionaria explicó que también hay otros efectivos que se encuentran actualmente bajo investigación, a la vez que se planea indagar sobre más casos.

«De esas escuchas –contó Mónica Ghirelli–, también salió la información necesaria para realizar un allanamiento clave, donde se secuestraron armas de distinto calibre, un chaleco blindado y municiones, pertenecientes también a esta red. En total fueron tres allanamientos en los que se secuestraron distintas pruebas relacionadas con este caso”.

Para la titular de la Subsecretaría de Seguridad, este caso tiene que ser una lección para que nadie se involucre en actividades de este tipo, y para que aquellos que trabajan bien sepan que sí existe una Justicia que funciona, y que se compromete con los policías responsables.

En cuanto a los efectivos en los que se identificó que existían problemas de adicciones, la postura oficial de las autoridades consiste en contribuir con su recuperación. “Luego de contar con la asistencia médica o la terapia, estos efectivos seguramente pasarán a disponibilidad, y tendrán distintas sanciones”, aclaró Ghirelli, y concluyó: “En el caso de los encubridores, esas sanciones serán administrativas y judiciales”.


 

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