Con un fuerte respaldo popular, Higui llega a juicio

«Una lesbiana se defendió, se llama Higui, queremos la absolución». El canto atravesó las calles hace tan solo una semana, en el Día de la Visibilidad Lésbica, y fue replicado un día después en las marchas de todo el país por el Día de la Mujer Trabajadora. Con ese respaldo, Analía Eva de Jesús llega este martes al juicio donde se encuentra acusada por la muerte de Cristian Espósito, uno de los tres protagonistas de un intento de ataque sexual que nunca fue investigado.

Los hechos se dieron en octubre de 2016. Cuando salía de la casa de un familiar, en el barrio Mariló de Bella Vista, Higui se cruzó con Cristian Rubén Espósito, un vecino que junto con sus amigos la había amenazado en constantes ocasiones, incluso provocando un incendio en su casa, por lo que se había mudado de ese lugar y cada vez que andaba por ahí llevaba un cuchillo de cocina como forma de protección. «Te voy a hacer sentir mujer, lesbiana», le dijo esta vez Espósito, al tiempo que la tiró al piso y comenzó a golpearla. Higui no supo cuántos eran, solo que eran muchos por la cantidad de patadas que estaba recibiendo. Cuando empezaron a rasgarle la ropa, le dio un puntazo a Espósito, que estaba encima de ella. Analía Eva estuvo inconsciente unas horas; cuando despertó, estaba en una comisaría acusada de homicidio. Posteriormente fue trasladada a la cárcel de Magdalena, donde pasó nueve meses hasta que recuperó su libertad en junio de 2017, gracias a la fuerte presión del movimiento feminista y de la diversidad sexual.

Ahora llega al banquillo del Tribunal Oral Criminal N° 7 de San Martín, acusada de homicidio simple, mientras que su intento de violación nunca se investigó, a pesar del estado de inconciencia en el que llegó, las ropas rasgadas y los golpes que sufrió.

En este marco, las abogadas de Higui, encabezadas por Gabriela Conder, pondrán el foco en el derecho a defenderse y en cómo la fiscalía ignoró el intento de violación correctiva. «Quiero vivir en paz. Yo defendí mi cuerpo. Nunca le hice daño a nadie, siempre fui una piba respetuosa, nunca quise lastimar a nadie», dijo Analía Eva días atrás, en una entrevista con AM750.

«A Higui la imputan de homicidio por haber intentado defenderse de una violación grupal ‘correctiva’, que es la típica violación a las que nos someten a las lesbianas para sacarnos la ‘lesbiandad'», dijo a Télam la periodista y militante lesbiana Adriana Carrasco, quien está participando activamente de la campaña por la absolución de Higui.

«Si el caso hubiera sido en Palermo Hollywood y la víctima de un intento de violación grupal hubiera sido una mujer blanca heterocisgénero, delgada y alta con título de universidad cheta, que hubiera sacado un bolígrafo o una hebilla del pelo para defenderse y clavárselo al agresor, hubiera sido inmediatamente considerado ‘legítima defensa'», agregó Carrasco.

Gabriela Conder explicó a Télam que «hay un montón de gente que está activando en este caso porque se identifican con la situación» y entienden lo actuado hasta aquí «como una injusticia», en tanto se ha desestimado de plano la versión de la acusada y no se ha tenido en cuenta su situación de vulnerabilidad.

«Higui es una piba del conurbano bonaerense muy pobre, que no tiene ni tanque de agua ni cloacas en la casa, que vive en un lugar donde cuando llueve se inunda a tal punto que es imposible entrar o salir», dijo.

«Si uno analiza los hechos como suele hacer el sistema penal, aislado del contexto, se llega a soluciones injustas, como pensamos que puede suceder en este caso», dijo otra de las abogadas de Higui, Claudia Spatocco, en relación con el instituto de la legítima defensa.

Durante cuatro jornadas se esperan treinta testigos en el juicio e importantes movilizaciones a la puerta del tribunal. Con las consignas «Yo también me defendería como Higui» y «Autodefensa no es delito», organizaciones de derechos humanos, LGTBIQ+ y transfeministas convocan para mañana desde las 9:30 a acompañar a Higui.


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