¡Con las valijas no alcanza, Mauri! El desesperado grito de Clarín

Por Contexto

El gobierno de Mauricio Macri tuvo su semana más negra y, a raíz de esto, un inocultable pesimismo y desánimo corre desde los despachos de la Casa Rosas hasta las páginas de La Nación y Clarín, principales apoyos –cada uno a su manera– mediáticos de Cambiemos. Entre jueves y viernes, los columnistas y editorialistas de estos matutinos mostraron la misma cantidad de bronca y de lamento por la ineficiencia del jefe de Estado para desmontar el proyecto kirchnerista. Es más, hasta lo acusan de haber “profundizado el populismo”.

Esto tiene una explicación: para los sectores que votaron a “Mauricio” porque “era Macri” –como dijo Néstor Kirchner en 2007– el ajuste nunca es suficiente y, a pesar del manual neoliberal que aplicó el Presidente, no están conformes. Querían más y más rápido. Por eso les cayeron como una piña las derrotas que “su pollo” sufrió por Emergencia Social, Ganancias y boleta electrónica.

Quizá la nota más significativa de ese sentir haya sido la que firmó Fernando Laborda en el diario de la familia Mitre con el título “París bien vale una misa y el éxito electoral, un poco más de populismo. En el artículo no se ahorran críticas ni malos augurios. Ya el primer párrafo es lapidario:

«Pasó el invierno, se está yendo la primavera y los brotes verdes de los que viene hablando el Gobierno siguen demorando su aparición. La obra pública no termina de arrancar, la inversión productiva privada continúa remoloneando y el consumo no ve una recuperación. Los efluvios mágicos que prometía el célebre segundo semestre fueron sólo una ilusión».

Sin voto electrónico y la venganza de Macri

La capitulación frente a los movimientos sociales se traduce en la aceptación estatal de los trabajadores populares (los cuentapropistas) y $30 mil millones para inyectar en ese sector durante los próximos tres años. Claro que para La Nación no se trata de un freno desde la calle al ajuste económico, sino una estrategia de cara a 2017. “Para salir del atolladero, hay que ganar las elecciones”, le recomiendan al macrismo en tono imperativo.

A MANERA DE VENGANZA, MACRI NO INCLUYÓ EN EL TEMARIO DE LAS SESIONES EXTRAORDINARIAS EL PROYECTO DE PARIDAD DE GÉNERO EN LAS LISTAS ELECTORALES (CONOCIDO COMO “UNA Y UNO” O “50 Y 50”) QUE YA TIENE MEDIA SANCIÓN EN EL SENADO.

El último golpe de esta serie fue la decisión del bloque de senadores nacionales del FpV-PJ de bajarle el pulgar a la reforma electoral, la cual tenía como núcleo central la aplicación de la boleta electrónica, un obsesión de Macri y su equipo para, supuestamente, derrotar de manera definitiva al peronismo en el territorio. Ahora, desde los diferentes oficialismos salieron a cuestionar por “feudales” a quienes minutos ante eran sus interlocutores.

El más ofuscado fue el secretario de Asuntos Políticos, el ex lilito Adrián Pérez, quien había pasado del massismo a la Casa Rosada con el único fin de cambiar de sistema de votación. “La decisión de no debatir la reforma política del PJ da señal contundente de que prefiere mantener su poder feudal en muchos distritos del país, antes que cumplir con una demanda ciudadana de elecciones transparentes y equitativas”, dijo con los hechos consumados.

La bancada justicialista emitió un breve comunicado para dejar sentada su postura: “Seguiremos analizando herramientas que permitan mejorar el sistema electoral, garantizando plena confiabilidad de resultados y facilitando la competencia política de todas las fuerzas democráticas”.

A manera de venganza, Macri no incluyó en el temario de las sesiones extraordinarias el proyecto de paridad de género en las listas electorales (conocido como “una y uno” o “50 y 50”), que ya tiene media sanción en el Senado. El equilibrio entre mujeres y varones estaba incluido en el proyecto que ahora naufragó y aparece como premio consuelo esta negativa de buscar un tratamiento por separado.

La economía no avanza y las valijas no alcanzan

La calentura con el ex jefe de Gobierno porteño no se quedó en el interior, sino que alcanzaba la tapa de La Nación. Hasta se permitieron emular el estilo de su antítesis Página/12. “Los brotes verdes de agosto se secaron en septiembre”, fue el segundo título en importancia. En el desarrollo, cambiaba el tono pero no la gravedad.

“LOS BOLSOS DE LÓPEZ NO NOS VAN A ALCANZAR PARA GANAR LAS ELECCIONES EL AÑO QUE VIENE.”

“La recuperación tan anunciada por el Gobierno no sólo no llegó, sino que hay quienes se cuestionan ahora si llegará antes de fines de año. Tanto entre las autoridades como entre los economistas del sector privado reina el desconcierto: a todos les es difícil explicar qué pasa que la actividad no levanta”.

El artículo hacía referencia a los datos difundidos por el Indec en las últimas horas: el nivel de actividad económica cayó 3,7% en septiembre respecto del mismo mes de 2015, acumulando así un retroceso de 2,4% en los primeros nueve meses con referencia al mismo período del año pasado.

En Clarín tampoco se quedaron atrás e Ismael Bermúdez escribió: “Del lado de la demanda la baja del consumo por la caída de las jubilaciones y del salario real se dio de la mano de una caída en la tasa de inversión exacerbada por el freno en la obra pública y la caída en la construcción residencial”.

Lo que viene, además, no sería mejor, según dicho analista del suplemento iEco: “Las primeras estimaciones de octubre no muestran una mejora. Por eso, la mayor parte de las consultoras descuentan que este año la caída del PBI podría rondar el 2,5%”.

Pero este sábado la empresa de Héctor Magnetto decidió avanzar con lo que, hasta hace poco, era un tema tabú para el círculo rojo: “Los bolsos de López no nos van a alcanzar para ganar las elecciones el año que viene”. Como la frase que escribió Fernando González es de autoría anónima, podría interpretarse como un aviso del diario al Gobierno sobre la ineficacia de esa estrategia mediática.

“Las idas y vueltas con el impuesto a las Ganancias y el inesperado derrumbe de la reforma electoral y la boleta única electrónica dejaron al desnudo las debilidades políticas del Gobierno”, agrega el mismo periodista. Por cerrar un 2016 sin tarifazo, sin mega devaluación, sin derrotar al peronismo ni a los movimientos sociales, Macri es el peor de todos, a pesar de todo lo que ya les consiguió.


 

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