Con fuerte respaldo sindical, Massa presentó el nuevo piso de Ganancias

Desde Plaza de Mayo, el ministro de Economía de la nación y candidato presidencial, Sergio Massa, anunció que el piso del impuesto a las ganancias sube hasta 1.770.000 pesos a partir del 1° de octubre, una iniciativa acompañada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). «Mi presidencia va a estar marcada por la recuperación del salario», aseguró.

Esta medida eximirá del pago a 800.000 contribuyentes y dejará al margen de la carga al 90 % de quienes actualmente lo tributan. «Hemos tomado la decisión de, por decreto, impulsar desde el 1° de octubre un mínimo no imponible de 1.770.000 pesos. En la Argentina solo van a quedar 80.000 gerentes, jubilados de privilegio o beneficiarios de altos ingresos pagando el impuesto a las ganancias», anuncio Massa desde Plaza de Mayo, en compañía de referentes sindicales y diputados nacionales.

Frente al Palacio de Hacienda, Massa adelantó el envío de un proyecto de ley para que el nuevo piso se ajuste de manera semestral, en línea con la evolución del salario mínimo, vital y móvil.

«Era vergonzoso que en el país en el que promovemos el trabajo, los trabajadores paguen ganancias, por eso hemos decidido enviar al Congreso nacional una ley que elimina la cuarta categoría de impuesto a las ganancias para todos los trabajadores y jubilados de la Argentina», explicó.

«Tenemos que terminar con esta locura del médico que no quiere hacer una guardia más porque la pierde en ganancias; del docente que cuando tiene un segundo o tercer trabajo pierde su esfuerzo en ganancias; del camionero que cuando hace un viaje al extranjero o lleva una carga peligrosa paga impuesto a las ganancias; de los trabajadores del Estado que cuando tienen presentismo terminan siendo perjudicados por el impuesto a las ganancias. Entonces, hemos decidido presentar esta ley».

En clave electoral, Massa recordó ante los cientos de personas que se encontraban allí las promesas de Mauricio Macri. «Allá por 2015, un candidato a presidente les prometió a ustedes que ningún trabajador iba a pagar el impuesto a las ganancias, y sin embargo, cuatro años después, el doble de los trabajadores argentinos pagaban el impuesto». «Nosotros en el 2019 empezamos a recorrer un camino de disminución y llegamos a este momento en el que menos de 800.000 trabajadores están pagando el impuesto a las ganancias», agregó Massa.

Con este proyecto, «lo que estamos tratando de marcar es que el sendero claro de que mi presidencia va a estar marcada por la recuperación del salario y el ingreso en la Argentina», aseguró el candidato de Unión por la Patria.

«Les quiero pedir, de todo corazón, pensando en el país, en el futuro, en el trabajo y en aquellos que no lo tienen, en la industria nacional, en la Universidad pública, que hagamos todo el esfuerzo posible para construir el 22 de octubre el triunfo de los trabajadores, del peronismo, del futuro. Depende de ustedes: o volvemos al 2015 o caminamos hacia el futuro. Yo estoy comprometido, no solo con la voz. Voy a dejar hasta mi última gota de sangre y transpiración para dejarles a los trabajadores un país en el que valga la pena vivir», exclamó.

Para la CGT, esta decisión «da respuesta a un viejo reclamo de las organizaciones gremiales». En ese sentido, señalaron que «la eliminación del mal llamado impuesto a las ganancias, una medida que, sin dudas, significaría una mejora importante para trabajadores y trabajadoras».

Por su parte, el diputado nacional por el Frente de Todos y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, destacó que se trata de una medida «que se esperaba hace mucho tiempo», señaló que «impactará muy fuerte en la economía de las familias» y valoró que ayuda a «ir por un proyecto de ley» para una solución definitiva.

«Para los trabajadores y trabajadoras de este país es una medida que se esperaba hace mucho tiempo, que se luchó con la consigna ‘el salario no es ganancia’ y finalmente va a tener una respuesta», expresó el dirigente sindical a Télam.

Yasky advirtió que la medida significa en los hechos «un incremento de salarios para aquellos que queden liberados de entre el 21 % y 27 %», y evaluó que ello «impactará muy fuerte en la economía de las familias», además de «permitir ir por un proyecto de ley».

«En lo inmediato va a haber seguramente un decreto para evitar que se siga profundizando esa confiscación de los salarios, pero la idea es tener una solución definitiva que convierta esto en un gravamen a los altos ingresos y no un impuesto al salario como era hasta ahora», explicó.


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