“Cambiemos tiene la ambición de un país pequeño”

Por José Welschinger

“Desde 1810 en adelante, siempre existieron visiones antagónicas respecto de la cuestión del federalismo: Unitarios contra Federales en el siglo XIX, luego la UCR, y especialmente el peronismo, contra los conservadores, en el siglo XX. Pero hoy, con las declaraciones de uno de los referentes económicos de la Alianza Cambiemos, empezó a hablarse de la cuestión de fondo en términos ideológicos, que consiste en poner en relieve cuál es el modelo de desarrollo que queremos como país”, explicó Ernesto Villanueva, rector por la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en referencia a las declaraciones de Alfonso Prat Gay, uno de los referentes del equipo económico de Mauricio Macri que desdeñó a los ciudadanos de las provincias.

Sin embargo, para el rector de la alta casa de estudios de Florencio Varela, esas opiniones no son testimonio de una herencia cultural metropolitana de 1800, sino que provienen de la defensa de los intereses sectoriales de los actuales grupos económicos. “En esas declaraciones que hemos escuchado se percibe cierto desprecio por las opiniones que provienen de la mirada del interior del país, pero no es la misma concepción unitaria de los porteños del siglo XIX, sino más bien la visión de un sector del capitalismo financiero del siglo XXI, que desprecia a todas las demás actividades”, explicó.

Para Villanueva, esa visión es transversal a escala mundial, ya que incluso en la actual crisis de Estados Unidos y Europa pudo verse cómo ese sector tan concentrado del capital desprecia tanto a los trabajadores, como a la misma producción. “Piensan que ellos son el sector clave para el capitalismo, que los demás importan poco, y por eso creen que las opiniones de los demás importan poco”, continuó el sociólogo.

“Piensan que ellos son el sector clave para el capitalismo, que los demás importan poco, y por eso creen que las opiniones de los demás importan poco.”

El desprecio y la segregación hacia los ciudadanos del interior no son la mentalidad de la población de la ciudad de Buenos Aires, sino la de un sector específico muy reducido. “Lo que sucede es que, como los votos a Macri en la primera vuelta fueron más de los que estimaban, ahora surgen esas opiniones de forma más cruda”, consideró Villanueva. El rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche explicó que, desoyendo al asesor de marketing y campaña del grupo Cambiemos, “algunos de ellos sí dicen lo que piensan, tanto en materia financiera como económica, hablando de macrodevaluaciones y salarios que no tienen que crecer más; pero, en este caso, la opinión trascendió lo económico y llegó a lo simbólico, lo cual es muy interesante”.

Para Villanueva, sería injusto atribuir a la gente de los barrios porteños de Núñez o Lugano las opiniones que son predominantes en el microcentro. “El desprecio hacia lo popular y lo provincial viene de un pequeño grupo que busca hacer hincapié en las diferencias y agrandarlas para evitar la consolidación del país”.

Esa postura metropolitana que se identifica con el sector financiero tampoco es original de la Argentina: “El desdén del capitalismo financiero hacia el pueblo puede verse incluso en los países centrales, como es el caso de España con los desalojos”, explicó. Y agregó: “En esa visión, no hay lugar para el hombre de a pié, no le interesa lo que le pase, e incluso se considera al pueblo como personas primitivas y abrutadas”.

Villanueva encuentra el punto de focalización de esa concepción en la explicación del candidato presidencial por la Alianza Cambiemos, quien dijo que no había alcanzado a recorrer todas las provincias antes de las elecciones generales del 25 de octubre porque el país es demasiado grande. Desde ese pensamiento hay una jerarquización de la importancia de las personas según el lugar en el que nacieron, quienes van perdiendo valor a medida que se alejan de Buenos Aires. “Esa línea argumental –recordó– volvió a expresarla en la cuestión de Malvinas de manera muy sincera, diciendo que ‘el territorio es tan grande’ que no le importa Malvinas”. Pero lo más grave, sostuvo, es que en esa perspectiva se esconde la ambición de un país pequeño: “La verdad es que ya somos un país pequeño, de 44 millones de personas, pero si achicamos al Estado ni siquiera vamos a poder alimentar a los que ya viven en él”.

“Hay que decirlo”, prosiguió el rector: “Hasta ahora no se ha revelado ningún programa de políticas hacia las provincias desde Cambiemos: su promesa está en portarse bien con los fondos buitre para mágicamente atraer inversiones, como si fuera capital de riesgo y no capital financiero lo que los buitre ofrecen, y todos sabemos que el capital financiero jamás trae trabajo”. Lo que sí genera el lineamiento político bajo los organismos financieros mundiales, explicó, es una ilusión de liquidez económica, que no produce crecimiento, ni desarrollo industrial, ni produce fábricas.

“Hasta ahora no se ha revelado ningún programa de políticas hacia las provincias desde Cambiemos: su promesa está en portarse bien con los fondos buitre para mágicamente atraer inversiones.»

En oposición, Ernesto Villanueva se refirió así a la concepción del federalismo trabajada por el gobierno nacional: “El Frente para la Victoria ha tenido una percepción del federalismo más equilibrada, principalmente por su propia comprensión del peso político que tienen los gobiernos provinciales: su preocupación por llevar el desarrollo industrial a todas las regiones de la Argentina volvió a poner de manifiesto las profundas desigualdades territoriales que existen en nuestro país; y como ese proceso fue acompañado por políticas sociales muy inclusivas, durante la última década pudo sentirse la disminución de esa brecha de desigualdades”.

El rector de La Jauretche consideró que ese es el camino que debe seguirse y proyectarse desde el gobierno: generando una mayor conexión del territorio y garantizando la presencia de la Universidad nacional en cada provincia, para superar las desigualdades históricas que enfrenta el país desde sus orígenes. “Ese es un trabajo imposible de desarrollar por un solo gobierno –cerró Villanueva–, sino que implica décadas de compromiso sostenido”.


 

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