La “revolución de los aviones” que Mauricio Macri supo anunciar con entusiasmo comienza a desinflarse poco a poco con el inminente despegue de la empresa aérea Avianca del mercado argentino. La firma, incluida en el abanico de las llamadas “low cost”, ya venía presentando serias complicaciones financieras y ahora se encuentra a un paso de retirar su flota del país.
Cabe destacar que el holding internacional Avian ya había mostrado señales de desencuentro con la franquicia argentina meses atrás. En ese entonces, la firma había anunciado un contundente plan de reducción de flota y rutas para mejorar la rentabilidad en el 2019.
Ahora se ve seriamente acorralada a pesar de haber apostado con fuerza al mercado argentino. “Fue el propio Germán Efromovich, presidente de Avianca Internacional, el que había propuesto que la ‘industria aerocomercial argentina necesitaba de Avianca’ y que ‘necesitaba que el gobierno le diera facilidades para ingresar’. Ahora se quieren desprender de la firma Avian, porque no quieren que impacte en el holding”, dijo a Contexto el piloto y vocero de la Asociación de Líneas Aéreas Juan Pablo Mazzieri.
“Hay muchos malos argentinos que están acostumbrados a mamar del pecho de la vaca que se llamaba gobierno”, había declarado Efromovich en 2017, en respuesta a las críticas que había suscitado la firma colombiana al adquirir por una suculenta suma la empresa McAir, aerolínea hasta entonces propiedad de la familia Macri.
“Lo que sucede ahora con Avianca Argentina es producto de lo que en general ha sucedido con la ‘revolución de los aviones’. Una falta de planificación absoluta, decisiones gubernamentales que han sacado la banda tarifaria, originando caída en el valor de los pasajes, a eso sumá los desfalcos del dólar que obviamente genera desmanes en los costos. Ni bien empezó todo esto, lo habíamos anunciado”, agregó Mazzieri. La crisis de Avianca se replica en firmas como Alas del Sur, Royal Class y Andes.
El vocero del sindicato explicó que “muchos trabajadores que, en busca de apostar a esta ‘revolución, han dejado su trabajo en otras empresas y se sumaron a las low cost ahora ven peligrar sus puestos de trabajo”. Según Mazzieri, “es una situación grave, ya que es muy difícil después volver a recuperar el trabajo en otro lugar para un piloto”. El mes pasado, el conjunto de trabajadores de Avianca denunció que la empresa había suspendido el pago de sueldos, y la empresa debió presentar un preventivo de crisis.
En tanto, desde APLA continúan en firme pie de lucha contra las políticas aerocomerciales del macrismo, en apoyo a los puestos de trabajo que ahora penden de un hilo dentro de las low cost. “Los pilotos argentinos hemos demostrado una y otra vez la unidad de nuestro colectivo y de lo que somos capaces cuando luchamos juntos para el mismo lado. Por ello, queremos reafirmar que la lucha en Avian y en Andes es la lucha de todos los pilotos del país”, habían expresado en estos días desde el gremio conducido por el sindicalista Pablo Biro.
En la misma línea de APLA se pronunció la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), quienes hicieron público su repudio a Cambiemos y su política aerocomercial, “cuyo único fin es beneficiar a las empresas extranjeras”.
A través de un comunicado, APTA expresó: “Las low cost reciben grandes subsidios públicos provinciales –que finalmente son nacionales–; y ejecutan una guerra de tarifas mediante el dumping (alentada por el gobierno nacional), para hacer desaparecer a nuestras compañías aerocomerciales nacionales, tanto las públicas como Aerolíneas Argentinas y Austral, como las privadas”.
Los principales gremios aeronáuticos ratificaron su participación en el paro general del próximo 30 de abril que buscará enviar un fuerte mensaje de rechazo a las políticas de Mauricio Macri.