Amenazas, agresiones y ajuste para retroceder a la educación de los noventa

Por Fernando M. López

El hostigamiento a los docentes que luchan por un salario digno y en defensa de la educación pública tomó ayer un nuevo impulso de la mano del presidente Mauricio Macri. Durante su discurso en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, señaló al titular del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, minimizando las amenazas de muerte contra él y su familia.

“No creo que Baradel necesite a nadie que lo cuide”, dijo el mandatario, y poco después el dirigente gremial recibía en su correo electrónico un nuevo mensaje intimidatorio, el cuarto desde que asumió Cambiemos.

“¿Sabés dónde están tus hijos en este momento? Nosotros sí, desde tu hija más chiquita, a los 3 mayores, incluso tu nieto también, los tenemos vigilados. No sé si te quedó claro ya que nadie te va a cuidar, hacé las denuncias que quieras, ¿Te pensás que alguien te va a escuchar? Podemos hacer lo que queramos con tu familia que no va a pasar nada, nadie te va a creer, nadie te va a defender, vas a servir de ejemplo para todos los que son como vos y nadie nos va a hacer responsable. Controlamos la justicia, los medios, la opinión pública, vos no sos nada. Da marcha atrás con el paro o antes del lunes uno de tus hijos aparece muerto. Pensá bien si querés recordar esta etapa de tu vida como la vez que cambiaste la vida de un hijo por una paritaria, aun estas a tiempo.”

Baradel se encontró con este texto mientras radicaba una denuncia penal contra Macri en los tribunales federales de Comodoro Py por incumplir sus deberes de funcionario público e interferir en la investigación de las amenazas anteriores.

Para el dirigente, los dichos de Macri ante la Asamblea Legislativa fueron “como una amenaza velada y una declaración de zona liberada”, y lo responsabilizó “por cualquier cosa que le pueda pasar a mi familia”.

“Jamás vivimos en democracia una situación como la que estamos viviendo con este Gobierno. Macri estaría mucho más cómodo en una dictadura”, sostuvo, y le recordó al presidente que “esto no es una guerra, es una paritaria”.

El conflicto con los docentes comenzó cuando el Gobierno, violando la Ley de Financiamiento Educativo, se negó a convocar a la paritaria nacional y dejó las negociaciones salariales únicamente en manos de las provincias, no sin antes imponerles un techo del 18% de aumento.

La secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Sonia Alesso, explicó a Contexto que el pedido de paritaria lo venían reiterando desde fines del año pasado, pero “no hubo ningún tipo de respuesta” por parte del ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, ni de su par de Trabajo, Jorge Triaca.

“En 2016 hubo paritaria nacional, se duplicó el incentivo docente, se estableció el fondo compensador de desigualdades salariales y las clases comenzaron normalmente. Ahora incumplen la ley con un cinismo notable, ninguna jurisdicción sabe cuánto va a ser el incentivo, las siete provincias del fondo compensador (Misiones, Corrientes, Jujuy, Formosa, San Juan, Santiago del Estero y La Rioja) reciben menos dinero y las negociaciones no se mueven: es el 18% en cuotas o nada. Y no sólo se trata del salario, la falta de paritaria nacional también impacta negativamente en lo que tiene que ver con infraestructura, becas escolares y programas como el Conectar Igualdad y Educación Sexual Integral. Están armando un cóctel peligroso sin antecedentes desde la vuelta de la democracia”, advirtió la gremialista.

La gobernadora María Eugenia Vidal intentó justificar ayer ante la Asamblea Legislativa de la provincia de Buenos Aires la decisión del Gobierno nacional. Dijo que a los docentes les pagará lo que pueda y atribuyó el paro de 48 horas al inicio de las clases a una “intencionalidad política” de los dirigentes sindicales.

Se trata de la misma mandataria que el martes, mientras sus ministros se reunían con los maestros y no les hacían ninguna propuesta superadora, confirmaba el llamado a los 60 mil “voluntarios” que se “ofrecieron” a dar clases durante el paro. Así le daba respaldo a la campaña sucia del rompehuelgas Mariano Bronenberg, un ex espía de la dictadura que hoy opera al servicio del PRO.

“Lo de Vidal es una maniobra distractiva para no plantear que hay una decisión política de fondo, la de volver a los noventa, cuando el menemismo transfirió las escuelas a las provincias sin financiamiento”, sostuvo Alesso.

“Uno de los reclamos de la Carpa Blanca –continuó– era la Ley de Financiamiento Educativo, que recién conseguimos en 2005. Gracias a eso, los salarios mejoraron en todo el país y también mejoraron los fondos para infraestructura, libros, orquestas escolares, becas. Es decir, se estableció un Estado nacional co-garante del financiamiento educativo junto con las provincias. Hoy, claramente, Cambiemos quiere correr al Estado nacional de esa responsabilidad”.

Tras solidarizarse con Baradel y exigir el esclarecimiento de las amenazas de muerte contra su familia, Alesso consideró que “las agresiones permanentes” que sufren los docentes no hacen más que “fortalecer la lucha”.

Desde la CTERA esperan “una adhesión muy alta” al paro nacional del 6 y 7 de marzo, así como “una gran movilización”, porque “no puede ser que para algunos sectores del poder concentrado haya plata y para los docentes y la educación pública nada”.

“Un aumento del 35% al básico para todos los maestros argentinos es mucho menos que lo que el Gobierno pensaba perdonarle al Grupo Macri por el Correo Argentino”, graficó la dirigente al hacer alusión a la multimillonaria deuda de la familia presidencial con el Estado.


 

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