Por Miguel Croceri (*)
Los últimos días de julio y el inicio de agosto pusieron al gobierno de Javier Milei y al conjunto de la sociedad argentina frente a una alerta financiera que hace tambalear toda la fantasía generada en torno en la actual etapa de “plata dulce” para adquirir productos importados, comprar en el exterior y viajar a otros países.
El dólar se movió aceleradamente y obligó a dar explicaciones de cualquier tipo tanto a Milei como a su ministro de Economía, el experto en timba con dineros públicos Luis Caputo, y asimismo a su socio en los negocios privados y actual presidente del Banco Central, Santiago Bausili.
Uno de los efectos que empezó a insinuarse como resultado del aumento en el valor de la moneda estadounidense, es un traslado a precios de artículos esenciales. Empezando por los alimentos. (Artículo del periodista Claudio Zlotnik en el portal I-Profesional, nota del 01/08/25).
El desborde en la cotización del dólar ocupa en estos días los lugares más relevantes en la agenda económica de los medios de comunicación y las redes digitales, y en consecuencia también en una parte considerable de la opinión pública.
Mucho menos destacada es la realidad dramática de miles de familias de todo el país que diariamente pierden su fuente de ingresos con motivo de los permanentes despidos de trabajadoras y trabajadores en empresas de diversos rubros, particularmente industriales. Esto, sin tomar en cuenta la situación de las/los trabajadoras/es públicas/os.
Hace unos días, y sin temor al ridículo tratándose de una poderorísima cámara empresarial que forma parte de los principales respaldos corporativos con que cuenta el gobierno mileísta, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) salieron a reconocer que en las fábricas se pierden “de 1.000 a 1.500 puestos de trabajo” por mes.
Lo dijo nada menos que el presidente de la entidad, Martín Rapallini. Añadió que esos niveles de derrumbe laboral se sostienen “desde marzo en adelante”, y los atribuyó a la fuerte caída del consumo por un lado, y en menor medida -según su criterio- a las medidas desregulatorias que habilitan el fácil ingreso de productos importados. (Crónica de Ámbito, nota del 31/07/25).
Más allá de las declaraciones del jerarca empresarial, la vorágine de destrucción cotidiana de fuentes laborales se puede situar y cuantificar tomando en cuenta una reseña que publicó recientemente, al finalizar julio, el medio informativo digital elDiarioAr.
El informe periodístico expone como uno de los últimos casos registrados al del Grupo Dass, fabricante de calzado deportivo de capitales brasileñas y argentinos que en nuestro país elabora marcas como Adidas, Nike, Umbro y Asics. A comienzos de año la firma cerró su planta en Coronel Suárez (provincia de Buenos Aires) y acaba de anunciar la reducción del 40 % del personal en su sede de Eldorado (provincia de Misiones). Entre ambos establecimientos, la empresa echó a más de 500 personas en lo que va del año.
El grupo empresarial produce en Argentina desde hace 45 años. En la localidad misionera llegó a operar con 60 líneas de producción pero hoy mantiene solo 15 en funcionamiento. En su mejor momento llegó a tener 1.700 empleados/as. Hace poco más de un año ocupaba a 600 trabajadores/as, y a partir de este mes se quedará con 300. La producción bajó de 22.000 pares diarios a 9.000.
“Los pedidos de las marcas están en su nivel más bajo de la historia reciente”, según fuentes del sector citadas en el informe, debido a que importar calzado resulta más barato que producirlo en el país.
En una situación similar está la empresa Textilana, propietaria de la marca marplatense “Mauro Sergio”, que redujo 20 % la producción y despidió a 150 trabajadores/as. Directivos de la firma dijeron que las ventas cayeron entre 15 y 20 %, como resultado “de la apertura de las importaciones y el menor poder adquisitivo de la gente”.
La empresa Calzatex, de Santa Rosa (La Pampa), suspendió al 70 % de su personal por caída de las ventass. De 45 empleados/as con que contaba la planta, solo 12 permanecen activos. “Estamos buscando todas las posibilidades para hacerle frente a este industricidio”, dijeron los responsables de la firma.
Según informacion aportada por la Fundación Pro-Tejer y referida a todo el país, en los rubros textil, confecciones, cuero y calzado hubo una reducción del 9 % de los empleos en la primera mitad de 2025, lo cual representa una pérdida de 10.600 puestos de trabajo.
Destrucción de empleos en distintas actividades
Respecto de otra rama industrial, la metalúrgica, la reseña periodística antes citada destaca que debido a la baja del 8,6 % en la producción de acero crudo, la fábrica Acindar mantiene suspendidos a más de 500 trabajadores/as.
El dirigente sindical Pablo González, titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución (provincia de Santa Fe), explicó que apenas asumió Milei y anunció la eliminación de la obra pública, “Acindar intentó despedir gente”. Añadió que “desde ahí venimos renovando la suspensión temporaria” de grupos de trabajadores/as en sus empleos “y con un escenario cada vez más crítico, porque de 120.000 toneladas mensuales de ventas, se ha bajado a 51.000 por mes”.
(Tanto estos datos sobre la actividad metalúrgica como los de párrafos anteriores que se refieren a los rubros de calzado, indumentaria y afines, pueden ampliarse en la reseña de elDiarioAr enmarcada en la temática “Industrias en crisis”. Nota del 30/07/25). https://www.eldiarioar.com/economia/acindar-adidas-nike-dass-despidos-trabajadores-500-suspendidos-produccion-acero-argentina-cayo-8-6-junio_1_12503068.html
Al mismo tiempo, el gobierno de Milei también ha generado un conflicto por otra violenta destrucción de fuentes laborales en un ámbito civil pero relacionado con personal militar: se trata del hospital naval “Pedro Mallo”, ubicado en el barrio porteño de Caballito.
Allí, a pesar del extremo militarismo pro-estadounidense y pro-israelí del régimen gobernante en nuestro país, están en riesgo unos 500 empleos debido a que el Estado Mayor de la Armada dispuso la disolución, a fin de año, de la Fundación Sanidad Naval (Funasa).
Quienes podría perder su trabajo son médicas/os, enfermeras/os, otras/os profesionales y demás trabajadoras/es de la salud. Durante la semana tuvo lugar una protesta frente al establecimiento sanitario y podrían adoptarse medidas de fuerza. (Información del sitio web del canal de noticias TN, nota del 31/07/25).
Finalmente, en este suscito racconto cabe resaltar de modo específico la crítica situación laboral que se vive en la zona de explotación hidrocarburífera en Vaca Muerta. El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa informó que se han producido 1.200 despidos y 2.000 suspensiones de trabajadores/as.
En ese contexto el gremio había dispuesto un paro por 48 horas que iba a comenzar el pasado miércoles (30/07) a partir de las 20. Por el momento la huelga quedó sin efecto, debido a que la secretaría de Trabajo de la Nación dispuso iniciar el procedimiento de “conciliación obligatoria”. (Información de la revista Acción, nota del 30/07/25).
“Más de la mitad de las movilizaciones fueron reprimidas”
Así como la política económica de la extrema derecha arrasa las fuentes de trabajo, otro pilar para la implantación del “capitalismo de libre empresa” pregonado por Milei es el continuo aumento de la violencia represiva.
La valiosa y valiente protesta de cada miércoles frente al Congreso por parte de pequeños grupos de jubilados/as, es objeto habitual de ataques por parte de las fuerzas de choque absurdamente llamadas “de seguridad”.
En la manifestación de la semana recién transcurrida no solo actuaron las fuerzas que dependen del ministerio de Seguridad Nacional a cargo de Patricia Bullrich -es decir la Policía Federl Argentina (PFA), la Prefectura Naval Argentina (PNA), la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Gendarmería Nacional Argentina (GNA)-, sino que también lo hizo la Policía de la Ciudad dependiente del gobierno porteño de Jorge Macri.
Justamente fue un miembro de la repartición armada de la capital federal, el que disparó desde una distancia cercana al periodista Nicolás Munafó, cronista del canal C5N. Además, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) advirtió sobre la posibilidad de que los policías hayan utilizado armas de fuego, que están prohibidas en manifestaciones. (Ver más detalles en Página 12, nota del 30/07/25).
Por otra parte, días atrás se difundió el “Informe especial sobre la represión a la protesta social” elaborado por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), organismo público autónomo y autárquico que forma parte de las instituciones estatales de la provincia de Buenos Aires.
El trabajo reúne “la información relevada durante el primer semestre de 2025 a partir de las tareas de monitoreo del despliegue policial en 39 movilizaciones”, y donde se comprobó que “en 21 de ellas se produjeron episodios represivos. Es decir que más de la mitad de las movilizaciones fueron reprimidas”.
“Si se tiene en cuenta que el año pasado se reprimieron 3 de cada 10 manifestaciones, estos datos de 2025 dan cuenta de una decisión político-institucional de responder aún con más violencia y represión a los reclamos de amplios sectores de la sociedad, en particular de los más vulnerables, como el caso de los adultos mayores”, denuncia la CPM.
Luego puntualiza que “las fuerzas federales -Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria- y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, utilizaron contra las y los manifestantes armas menos letales de manera irracional y desproporcionada, sin respetar los protocolos de usos. Dispararon con postas de goma a corta distancia y contra zonas vitales (de los cuerpos de las personas), además arrojaron gases químicos sobre los rostros, lanzaron agua a presión, y golpearon con tonfas y escudos”.
Como consecuencia, en el semestre monitoreado “al menos 1.251 personas fueron heridas, 36 más que en todo 2024. Las víctimas tuvieron lesiones de distinta gravedad, dos de ellos muy graves: uno perdió la visión de su ojo; el otro, el foto-reportero Pablo Grillo, estuvo internado en terapia intensiva durante 83 días, con una fractura de cráneo producto del impacto con una bomba de gas lacrimógeno; aún hoy, Grillo continúa internado recuperándose de las graves lesiones”.
El informe destaca que “entre las víctimas hubo 132 adultos mayores y 4 niños, niñas y adolescentes, 179 periodistas que cubrían los hechos, y al menos 139 defensores de derechos humanos, entre ellos integrantes del equipo de monitoreo de la CPM, que desempeñaban tareas de control del despliegue policial”.
“Esta aceitada maquinaria represiva ilegal, sostenida por el gobierno nacional, tiene por objeto generar el temor a quienes se manifiestan y limitar la participación. La institucionalización de la violencia, su legitimación, defensa y celebración, generan una fuerte degradación del sistema democático y sus instituciones”, enfatiza la Comisión Provincial por la Memoria.
(En la página web del organismo se accede a más información, incluida la opción de descargar el trabajo completo. Informe de la CPM, primer semestre de 2025).
Tres fenómenos que desbordan
El hecho de que se haya empezado a disparar la cotización del dólar, aunque todavía dentro de la “banda de flotación” fijada por el gobierno y el Banco Central, es una complicación para el oficialismo porque allí radica la clave de la fantasía de estabilidad que pretender mantener hasta finales de octubre, cuando se realicen las elecciones legislativas en todo el país.
En cambio, los despidos de trabajadores/as y el incesante aumento de la violencia represiva no constituyen dificultades para la ultraderecha gobernante sino que, por el contrario, se trata de componentes esenciales de su plan de gobierno y del modelo de sociedad que pretenden implantar.
Los tres fenómenos son distintas porciones de una misma realidad económica, social y política que están desbordados. El primero de los casos afecta al interés del gobierno porque pone en riesgo el consenso que aún mantiene en amplios sectores de la sociedad. Los otros dos siguen devastando la calidad de vida del pueblo y la vigencia de las libertades democráticas.
(*) Publicado en www.vaconfirma.com.ar