El ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, celebró este miércoles la eliminación de 13 programas públicos vinculados a políticas de género y diversidad, entre ellos las iniciativas para la protección integral, el apoyo y asistencia de personas en contexto de violencia por motivos de género, y el fortalecimiento del acceso a derechos de personas travestis, transexuales y transgénero. Se trata de políticas que la gestión libertaria venía desfinanciando desde que asumió.
“Eliminar estos despilfarros absurdos le ahorrarán más de $6.000 millones de pesos por año a los argentinos de bien”, sostuvo el ministro en su cuenta de X. Y agregó: “Ninguno de los 13 programas, creados entre 2020 y 2023, contaba con evidencia contrastable de impacto real, criterios de evaluación o control de resultados”.
Cúneo Libarona calificó estos programas como “ideológicos” y, para justificar el ajuste, se focalizó en un programa que proveía artículos de higiene menstrual. “Eliminamos 13 programas ideológicos creados por el kirchnerismo, financiados por todos los argentinos, entre los que se encontraba el insólito ‘MenstruAR’”, adujo el ministro.
Lejos de tratarse de iniciativas superfluas o simbólicas, los programas desmantelados formaban parte de una política pública orientada a reducir desigualdades históricas que afectan a mujeres, personas trans, travestis y sectores empobrecidos. A eso se dedicaban el acompañamiento ante situaciones de violencia de género, la formación con perspectiva de igualdad o la promoción del empleo sin discriminación.
Tildar de “insólito” a un programa como MenstruAR no solo desconoce la realidad de miles de personas menstruantes que no acceden a insumos básicos por motivos económicos, sino que revela el sesgo profundamente clasista y patriarcal del actual Gobierno. La pobreza menstrual es una problemática real, reconocida por organismos internacionales como la ONU, y fue abordada por ese programa desde una lógica de salud, educación y equidad.
Esta política se proponía entregar copas menstruales a municipios de todo el país “para garantizar el acceso igualitario de las personas menstruantes a insumos de gestión menstrual», según la web del ex ministerio de Mujeres y Diversidades, que todavía se encuentra activa.
El ‘MenstruAR’ era una fuente de acceso a productos de higiene menstrual para niñas de todo el país. Desde el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), advierten que la falta de acceso a productos de higiene menstrual tiene serias consecuencias sobre la salud, la educación y el bienestar de millones de personas.
“Muchas niñas y adolescentes se ausentan de la escuela durante su menstruación por la falta de acceso a productos de gestión menstrual (PGM), a instalaciones sanitarias adecuadas para la gestión menstrual o al apoyo de la comunidad escolar cuando menstrúan”, sostuvo el organismo.
En tanto, el Programa para el Apoyo Urgente y la Asistencia Integral Inmediata ante casos de Violencias Extremas por Motivos de Género brindaba apoyo económico, asistencia psicológica y asesoramiento legal, entre otras herramientas, a personas y sus familiares que estaban en riesgos de sufrir agresiones e incluso femicidios.
Según el informe del Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación, entre el 1 de enero y el 15 de noviembre de 2024 se registraron 252 femicidios en Argentina. Esta cifra incluye 20 femicidios vinculados, 7 transfemicidios, 10 suicidios feminicidas y 12 muertes violentas de mujeres en contextos de narcotráfico o crimen organizado. Se trata de un promedio de 1 femicidio cada 30 horas.
Además, se reportaron 169 víctimas colaterales, principalmente niñas y niños que quedaron huérfanos tras el asesinato de sus madres. El 66% de los femicidios ocurrieron en el hogar de la víctima o en espacios compartidos con el agresor, y en el 84% de los casos existía una relación previa entre víctima y victimario.
La situación era crítica antes del cierre de estos programas, por lo que es predecible que empeore sin la ayuda del Estado. “Es importante destacar que la violencia de género se ha mantenido de manera sostenida a pesar de las políticas públicas implementadas durante los últimos años. Las cifras del 2024 son similares a las de 2020, año marcado por la pandemia. Argentina requiere políticas públicas efectivas, posibles, con las consecuentes medidas de prevención, y un sistema judicial que responda adecuadamente a las víctimas”, señaló la Defensoría del Pueblo de la Nación.