El Museo de La Plata restituyó los restos selk’nam

En un acto de reparación histórica que contó con la presencia de varios integrantes de la etnia fueguina y otros referentes de los pueblos originarios argentinos, los restos humanos de cuatro individuos –entre los que se encuentra los de Sekriot o Capello, histórico líder de una tribu local– fueron formalmente restituidos para ser llevados a su tierra ancestral.

El proceso de devolución de los restos a la comunidad Rafaela Ishton, que había solicitado las exequias en 2010, concluyó coincidiendo con la conmemoración del Día del Aborigen Americano, y se desarrolló contemplando los nuevos marcos éticos y disposiciones establecidas en la Constitución Nacional, varios convenios marco y la Ley Nacional 25.517.

Durante el acto de carácter privado, autoridades de la Universidad Nacional de La Plata y de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, representantes del Gobierno fueguino e integrantes de la comunidad indígena firmaron el acta ante escribano público certificando, mediante la apertura de las urnas y exhibición de los restos, la devolución largamente reclamada.

Ante un auditorio repleto de referentes indígenas, estudiantes, investigadores y autoridades, Leonardo Ramírez Pantoja, integrante de la comitiva de descendientes selk’nam, indicó que finalmente “los restos vuelven al lugar al que pertenecen”, cerrando un capítulo de lucha que llevó tiempo y esfuerzo, provocando en el camino “sentimientos encontrados” entre la congoja por su ausencia y la alegría por su devolución.

Por su parte, Rubén Maldonado, otro de los integrantes de la comitiva de Rafaela Ishton, destacó la “importancia” de un acto de este tipo, “que costó seis años de trabajo constante en los que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas cumplió un rol fundamental” para recuperar no sólo los restos, sino su condición de persona.

“Hoy es un día importante, pero no sólo para nosotros”, sino para todas las comunidades del país, destacó Maldonado; “este es un acto que nos deja mudos y hay que ser fuerte para volver a casa y no quedarse en el camino”, para seguir contemplando las luchas y reclamos que aún están pendientes, como los de las tierras ancestrales.

En tanto, las autoridades del Museo y sus especialistas en antropología consideraron como un gran paso la restitución de los restos, “una política de reparación histórica” que es transversal a toda la institución, siempre acorde a los tiempos que corren y que busca reivindicar la contribución científica siempre desde el sentido ético y moral, muy diferente al aplicado a fines del siglo XIX, cuando estos restos fueron traídos y depositados en el edificio.

El antropólogo Fernando Pepe, integrante del Grupo Universitario en Investigación en Antropología Social (Colectivo GUIAS), remarcó el sentimiento de orgullo que le despierta estar ante una nueva devolución de restos, pero “no es que nos agraden las restituciones: son un derecho ancestral que debe ser cumplido”.

Desde el Colectivo GUIAS “acompañamos la lucha de los pueblos originarios”, y el caso de Sekriot es muy particular, ya que su esqueleto, que estuvo “montado en un aula” durante varios años, constituye los restos de uno de los primeros fusilados y desaparecidos de la historia argentina. «Siempre nos pareció injusto que una víctima del genocidio de fines del siglo XIX esté expuesto», destacó Pepe.

Finalmente, Lorenzo Cejas Pincén, lonco (jefe) mapuche de la zona de Trenque Lauquen, agregó que con la restitución formalizada ayer todas las comunidades “hemos logrado que se reconstruya la historia”, ya que los restos selk’nam “vuelven al lugar desde el que nunca deberían haber salido”.

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La restitución

Los cuatro individuos restituidos a los descendientes del pueblo selk’nam significan el cierre de un ciclo comenzado el año 2010 a partir de una solicitud formal presentada por la comunidad Rafaela Ishton de Tierra del Fuego, la única registrada ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).

Entre los restos que volverán a su tierra están los de Capello –o Sekrïot–, un miembro de la etnia, líder de una tribu de 275 personas y fusilado a fines del siglo XIX, que llegaron al Museo de La Plata mediante una donación efectuada por el gobernador del territorio en aquella época.

El acta de devolución fue rubricada por Raúl Perdomo, presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Ricardo Etcheverry, decano de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Silvia Ametrano, directora del Museo de La Plata, Rubén Maldonado, Leonardo Ramírez Pantoja y Perla Boedo en representación de la comunidad Rafaela Ishton, Gustavo Peters, vicepresidente del INAI, y Verónica Peralta, directora de Pueblos Originarios de la provincia de Tierra del Fuego.


 

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