El presidente norteamericano Donald Trump anunció que su país se retira del Acuerdo de París. El tratado firmado por 195 países proponía una reducción de la producción de gases que favorecen el calentamiento global.
Entre sus promesas de campaña, el actual mandatario norteamericano había asegurado que abandonaría el acuerdo porque, según aseguraba, cumplirlo ponía en riesgo la rentabilidad de la industria norteamericana.
Al conformar su Gabinete, Trump nombró en la Agencia de Protección Ambiental a Scott Pruitt, un hombre que abogaba por retirarse del Acuerdo y que en más de una ocasión había puesto en duda que los gases producidos por las industrias influyeran en el cambio climático.
A esto se suma que, hace pocos días, se hizo público que un grupo de senadores republicanos, encabezados por el ex candidato presidencial Ted Cruz, le enviaron una carta al presidente norteamericano pidiendo que abandone el acuerdo, dado que lo consideran perjudicial para la económica estadounidense.
El mandatario norteamericano había señaló días atrás a través de la red social Twitter: “Estaré anunciando mi decisión sobre el Acuerdo de París en los próximos días. ¡HAGA AMÉRICA GRANDE OTRA VEZ!”.
En 2015, el acuerdo fue firmado por 195 países, entre ellos Estados Unidos. Sin embargo, el actual mandatario norteamericano decidió retirar a su país a pesar de que diversos estudios señalan que la industria norteamericana produce el 21% de los gases que generan el efecto invernadero, y ubican a Estados Unidos como el segundo país del mundo que más contamina (el primero es China, que ya ratificó lo acordado).
Se teme que el abandono del acuerdo por parte de Estados Unidos impulse a otros países a seguir su ejemplo y todo lo acordado se derrumbe rápidamente.