Tras militarizar El Mercadito, la represión se extenderá a otros barrios de La Plata

A veinte días de su inicio y tras una intensa campaña de difusión por parte del intendente Julio Garro, el megaoperativo de intervención policial del barrio El Mercadito de La Plata, desarrollado en las últimas semanas, ahora podría ser llevado a otras zonas con motivo de replicar el esquema de «lucha contra la delincuencia y el narcotráfico».

Esta intensificación de la presencia de uniformados, planteada como «modelo de saturación» en las zonas más vulnerables, ya despertó la preocupación tanto de organismos de derechos humanos, como también de vecinos y referentes políticos que no ven en estos despliegues una solución concreta sino una «cortina de humo para la opinión pública».

gastón castagneto: «No entendemos si el objetivo es llevar seguridad a la comunidad, con lo cual estamos totalmente de acuerdo, o simplemente montar un circo».

Según había expresado el propio Julio Garro durante una recorrida de inspección, a lo largo de los diversos operativos en el barrio «se incautaron 66 automóviles, 109 motos y se detuvieron a 33 personas, 11 de las cuales tenían pedido de captura». Los resultados fueron expuestos por los principales medios locales, así como también lo fue en su momento la visita de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien se hizo presente para acompañar al jefe comunal en la implementación del plan.

No obstante, el despliegue en El Mercadito fue mal recibido por la oposición, que observó serias deficiencias en la gestión municipal en materia de seguridad y definió la maniobra como un «circo para los medios».

El referente del bloque de concejales de Unidad Ciudadana, Gastón Castagneto, dijo a Contexto: «No entendemos si el objetivo es llevar seguridad a la comunidad, con lo cual estamos totalmente de acuerdo, o simplemente montar un circo para poder darle una foto a la gobernadora para su campaña».

Castagneto remarcó la fuerte divulgación que tuvo el operativo a través de las redes sociales y los medios, donde se construía una sobreexposición de las dotaciones de policías, móviles y helicópteros ingresando en la zona de 507 y 120 tomada desde un dron.

 colectivo Contra el Gatillo Fácil: «el sector más afectado es la juventud, que se ve sometida a detenciones arbitrarias por averiguación de antecedentes y portación de rostro».

«Si todo esto no es ‘para la foto’, ¿cómo continúa la propuesta de seguridad en la zona? Entre las detenciones no he escuchado el nombre de ningún capo de la mafia, de ninguna red central ni ninguna estructura influyente en el narcotráfico. Acá no hay ninguna solución de fondo, y, como el tema de El Mercadito a nivel medios ya aburre, entonces parece que hay que llevarlo a otro lado», advirtió.

El edil platense fue lapidario al señalar que los principales afectados por estos operativos son los mismos miembros de la comunidad que son perseguidos «por portación de cara» o en nombre de «falsos controles». «Creo que esto es una cuestión de maquillaje de campaña, nada más», aseveró Castagneto.

La mirada desde el barrio

En este aspecto coincidió el vecino y referente de la Asamblea barrial Barrio Norte, José Rusconi, cuya agrupación desarrolló su propio foro de seguridad para discutir estas temáticas con los miembros de la comunidad. En diálogo con Contexto, expresó: «Estos procesos siempre resultan de la misma manera: primero generan una sensación de tranquilidad como si el Estado estuviera presente y tuviera todo bajo control; después se va viendo cómo no es tan así. A partir de mañana, ¿qué va a pasar en El Mercadito? ¿Qué se hizo socialmente para modificar la situación del barrio? Esto no genera soluciones concretas».

Por su parte, el Colectivo Contra el Gatillo Fácil fue tajante en este aspecto. Tras un extenso trabajo de diálogo con vecinos del barrio, constataron la disconformidad de la comunidad con un sector de la ciudad marginado bajo control policial y que observó este despliegue como «aparatoso e innecesario». Desde el organismo hicieron hincapié sobre la apelación al estigma de los barrios periféricos como generadores de violencia para justificar escaladas represivas.

josé rusconi: «¿qué va a pasar en El Mercadito? ¿Qué se hizo socialmente para modificar la situación del barrio? Esto no genera soluciones concretas».

«Los sectores más afectados son la juventud, que se ve sometida a detenciones arbitrarias por averiguación de antecedentes y cacheos sólo por portación de rostro, y las mujeres, quienes se encuentran más expuestas a situaciones de acoso, abuso y maltrato», expresaron desde a la agrupación a través de un comunicado

«Los relatos de las vecinas y vecinos dejan en evidencia que las consecuencias de la presencia policial se viven y sienten en la vida cotidiana, teniendo que cambiar sus hábitos de circulación y sus formas de habitar el barrio por el temor y la intimidación que sufren constantemente. Por lo que, lejos de generar una solución, lo que esto acarrea es mayores situaciones de vulnerabilidad social», completaron.


 

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