Hasta despertar

Por Estefanía Olazabal Estás acostado en una camilla cubierta con ropa blanca. Recuerdo que mi mamá planchaba las sábanas. ¿Para qué? Con Priscila saltábamos arriba de ellas y a las dos horas estaban arrugadas de nuevo. Eso la hacía enojar mucho. Perdía la paciencia muy fácilmente. Miro a tu mamá y está muy tranquila. No […]

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