Solda: sala de escape

Por Ramiro García Morete

“No quiero esperar sentado que me vengan a matar/prefiero moverme”. Unos meses tomó sus cosas y se fue. No estaba escapando de nada, al menos esta vez. Aunque cíclicamente, asegura, “uno siempre está perseguido, lo afronta y luego cambia el mambo”. Pero esta vez solo se trató de trasladarse y a lo sumo escapar de la pandemia. Junto a su compañera se instaló en la casa de Roodwing, amigo y compañero de la banda. En pleno barrio de La Loma se instalaría cargando los monitores, los micrófonos Jaguar Fender color madera, el teclado X50, el pedal de voces y por supuesto, la computadora. “Mi instrumento troncal”, dirá. Quizá más que la guitarra, esa que comenzaría a tocar a la misma edad que su madre lo despertaba a pura salsa o merengue en el barrio marplatense de Etchepare. La que tocaría en aquella banda adolescente de grunge y punk llamada The Brackets, mucho antes de que cambiara de nombre (Viaje de Erks) y hasta de integrantes. Quizá más que el piano, en el cual se sumiría al asistir a Bellas Artes para estudiar Composición.

Pero en la compu están todas las opciones, dará a entender. Como en aquel taller que tomó a los ocho en su ciudad, donde había un par de baterías, de guitarras, de bajos y micrófonos y los grupos de estudiantes elegían canciones de los Guns o de Phill Collins (que tanto le gustaba a sus padres) y rotaban los instrumentos. O como en el Polivalente, donde además de música había danza, diseño y otras disciplinas. Y con el Ableton están allí todas las opciones, para jugar con formas y texturas, patrones rítmicos y sonoridades. Como ocurre en “Perseguide”, ese pequeño relato polisémico donde la angustia del acecho y la fuerza de la liberación se advierte –entre sintetizadores y voces procesadas– en los cambios rítmicos y líricos. Ese es el nuevo movimiento de Solda o Lucas Soldavila, guitarrista y cantante de Firpolar.

“Duele el cuerpo/ en la vereda solo hay policías/ hace tiempo debí caer/ pero yo no muero”. El músico dice que este single “cuenta la sensación de alguien que está escapando de algo. Esa situación de escape, de darse cuenta que uno está escapando y buscar un cambio. El tema presenta cuatro partes”. Y suscribe que cuenta con una estructura narrativa. «Yo podría tirar palabras aisladas y tener cambios formalmente. Pero en esta canción uno le da un significado con la letra”. Y aclara, por si hiciera falta: “En este momento estoy súper bien, no me siento perseguido. Aunque siempre uno vuelve”.

“Mi computadora es mi instrumento más importante –define–. Es mi instrumento troncal, diría. Donde yo lanzo todos mis escupitajos. Es el medio en el que yo puedo cuantificar todo lo que me está pasando en la cabeza. Llevarlo a un algo y darle forma. Está buenísimo”. Y relata: “Toda mi vida compuse con la guitarra. Después vine a LP y conocí el mundo del piano. Usar la computadora cambió mi forma de componer. Los instrumentos individuales te limitan en algunas cosas y te potencian otras. Con el mundo de la computadora tenés un alcance mayor. No necesitás estudio”. Y remite al técnico y sonidista platense Cana San Martín: “Habla de la independencia del audio, cuando uno tiene un control mayor y está independizado de ir a un estudio y pagar para todo eso. Yo empecé con una Conectar Igualdad y después de quince canales empezaba a fallar. Hacía música con eso. Después uno empieza a equiparse”.

Más allá de lo tecnológico, se trata también de algo estético: “La textura es la vedette de la música de ahora. Siempre lo fue para mí. Siempre me llamó más la atención que la melodía virtuosa o armonías complicadas. Mi música tiene algo de la música electrónica”.

Respecto a la composición, ya sea con la guitarra o en la pc, “empieza como juego y algunos se dan cuenta que quieren hacer eso el resto de su vida. Tengo un montón de canciones que fueron, algunas no son y ni las recuerdo. Letras que he tirado, proyectos de Ableton perdidos por que se rompió el disco externo. Cosas que quedan en el éter. Cuando uno empieza a componer se da cuenta que es un trabajo muy complejo. Cree que de repente baja la inspiración. En realidad la inspiración se forma de todo lo que acumulaste en tu trabajo en el mundo del arte y la música”.

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