Esta mañana tuvo lugar frente a los Tribunales de San Isidro una conferencia de prensa para exigir la inmediata libertad de Alesia Abaigar, activista detenida desde el pasado 25 de junio tras un escrache frente a la casa del diputado José Luis Espert. En el reclamo convocado por organizaciones feministas, políticas y de derechos humanos, estuvo presente el abogado defensor Daniel Llermanos, así como legisladoras nacionales y referentes sociales. La pregunta que encabezó la jornada fue directa: ¿por qué Alesia Abaigar está presa?
Allí denunciaron el accionar persecutorio del Ministerio de Seguridad en alianza con el Poder Judicial para acallar la protesta social y las voces disidentes al Gobierno libertario. “Esto es un compromiso republicano, estar preocupados por alguien que, por un acto político que, por más criticable que pueda ser, está muy injustamente privada de su libertad”, advirtió Llermanos. “En derecho las cosas se afirman cuando están probadas. En el caso de Alesia no está probado que ella haya participado”, sostuvo. En ese sentido agregó que “tirarle bosta a la casa de un funcionario puede ser una contravención municipal, pero no es un delito.
Por su parte, Estela Díaz, ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, sostuvo: “Nos enteramos de la detención de Alesia Abaigar por Patricia Bullrich, quien dijo que iban por más. La detiene Bullrich, no el Poder Judicial”.
En tanto, por los organismos de derechos humanos, Eduardo Tavani, presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), señaló a los responsables de la detención. “La responsabilidad de este gobierno en cabeza de su ministra de Seguridad y del sistema de justicia en cabeza de una jueza que ha dispuesto de una manera brutal la detención de la compañera”.
Abaigar fue detenida junto a su madre y un amigo por tener la tarjeta azul de un vehículo supuestamente involucrado en un escrache frente a la casa del diputado José Luis Espert. El hecho —un pasacalle con insultos y excremento en la vereda— fue tipificado inicialmente como una contravención. Sin embargo, mientras los otros dos detenidos fueron liberados en las primeras 48 horas, Alexia fue trasladada por orden de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado al penal de Ezeiza, luego de que se rechazara el pedido de excarcelación presentado por su abogado.
En un comunicado de las organizaciones que convocaron a la conferencia de prensa, relacionaron el caso directamente con una avanzada política contra militantes kirchneristas. «Espert es un sabido provocador, misógino, odiador y violento. Como diputado nacional pide ‘cárcel o bala’ para militantes kirchneristas. Hace pocos días, el libertario dijo sobre Florencia Kirchner, en una charla con miles de asistentes, la siguiente frase: ‘¿Cómo no vas a estar amargada si sos hija de una gran puta?'».
A partir de esta contextualización, el comunicado planteó que «Espert ataca como un macho, pidiendo bala para todos los kirchneristas, pero cuando un grupo de personas reacciona con una simple protesta, va corriendo a pedir ayuda a sus amigos de la política, la policía y la justicia. Un auténtico cagón, típico mafioso».
El documento también cuestionó fuertemente la vinculación del gobierno nacional con la justicia federal para perseguir a opositores. «La utilización del aparato represivo del Estado en su máxima expresión, comandado por Bullrich y por Milei, y de la justicia federal, solamente por un poco de bosta en una vereda, da cuenta del régimen de persecución política y destrucción del Estado de derecho al que estamos sometidos los argentinos y argentinas». Y concluyó: «Esta es una prueba más del ensañamiento de Bullrich contra las militantes mujeres kirchneristas».
En ese marco, Llermanos hizo énfasis en las irregularidades judiciales del caso. «Hace seis días que los abogados no podemos ver el expediente». También remarcó que su defendida padece una enfermedad autoinmune que requiere cuidados especiales que no pueden ser garantizados en el penal, motivo por el cual solicitó la prisión domiciliaria. Aseguró además que «no hay ningún riesgo de que su representada entorpezca el proceso judicial».

En paralelo, Eva, madre de Alesia y también detenida en el operativo, brindó una entrevista radial en la que denunció malos tratos y relató el carácter insólito de la detención. Explicó que la acusación se apoyó exclusivamente en que ella usaba el auto involucrado gracias a una cédula azul otorgada por su hija. “Ella, como gentileza de hija amorosa que es, cuando lo compró estaba tan contenta… y me dijo que sacó una cédula azul a mi nombre”. Durante los primeros dos días estuvieron esposadas e incomunicadas. “Cuando nos llamó el juzgado para declarar, nos llevaron esposadas e incomunicadas una de la otra. La situación fue espantosa», relató.
Eva, psicóloga y jubilada, contó además que le secuestraron el celular y eso la afectó laboralmente: “Me allanaron, me quitaron el celular, yo soy psicóloga, perdí los contactos de mis pacientes, mi trabajo”.
En la audiencia ante la jueza ni siquiera les pudieron precisar con claridad cuál era el delito, declaró en su testimonio. “El abogado al lado mío le preguntó de qué delito se la acusa, y ella dijo que no es que haya un delito, sino una serie de hechos”. Para Eva, no hay dudas sobre el motivo real detrás de la detención: “Está presa por kirchnerista, por militante. Ese es el único motivo”.
Finalmente, contó que logró visitar a su hija en el penal de Ezeiza y describió el encuentro como conmovedor. “Había pasado una noche espantosa, pero la presencia nuestra la reanimó un poco”, dijo con emoción, y cerró con esperanza: “Esperemos que salga hoy o mañana. Yo siento que esto tiene que ser inminente, que tiene que ser. Ya”.