Por Daiana Giménez
El Presupuesto 2017, aprobado ya en Diputados, sigue dando que hablar. En septiembre, la Juventud Universitaria Peronista (JUP) había advertido que el dinero estipulado por el macrismo en materia de educación preveía un ajuste de becas sustancial. Según la JUP, este presupuesto significaría un recorte en las becas para estudiantes de bajos recursos, “pasando de 23.019 en el año 2015 a una meta física de 14.350 para 2017”. A este ajuste en diversos respaldos económicos estudiantiles se le suma el de PROG.R.ES.AR.
“PROG.R.ES.AR. va a seguir cerca de los jóvenes que apuestan por el esfuerzo”, había señalado el presidente Mauricio Macri en Misiones, en el marco de un reconocimiento a los mejores promedios. Sin embargo, la partida presupuestaria para el año que viene pone en duda esta continuidad. Los fondos destinados al programa que apoya a estudiantes argentinos se ven reducidos notablemente: se estiman $5.519.941.000 para el año próximo, lo que implicaría un recorte de $3.426.794.752; teniendo en cuenta que los fondos para 2016 fueron $8.946.735.752, un 38% menos.
LOS FONDOS DESTINADOS AL PROGRAMA QUE APOYA A ESTUDIANTES ARGENTINOS SE VEN REDUCIDOS NOTABLEMENTE: SE ESTIMAN $5.519.941.000 PARA EL AÑO PRÓXIMO, LO QUE IMPLICARÍA UN RECORTE DE $3.426.794.752; TENIENDO EN CUENTA QUE LOS FONDOS PARA 2016 FUERON $8.946.735.752, UN 38% MENOS.
Por otro lado, este derecho, a pesar de la inflación en escalada, no recibe actualización económica desde marzo de 2015: hoy los estudiantes perciben novecientos pesos mensuales.
“Es un presupuesto que responde a los intereses de un proyecto neoliberal que no piensa en la educación como un derecho humano sino como un gasto, y en ese marco la idea que plantea este Gobierno es clara: tiene que ver con que la educación, sobre todo la superior, pueda ser para quien tiene el dinero para hacerlo y no las mayorías populares”, sostuvo Marcel Aguilera, presidente de la Federación Universitaria de La Plata.
PROG.R.ES.AR. nació en 2014 como un derecho para que jóvenes de dieciocho a veinticuatro años sin trabajo o precarizados laboralmente puedan acceder a un respaldo económico que los acompañe en sus estudios. En enero de 2016, la ANSES informó que ya eran 904.950 los estudiantes que accedieron a este derecho, fundamental para el ingreso y la continuidad estudiantil. En ese sentido, en instituciones como la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) de Florencio Varela se reconoció que el 80% de sus ingresantes son primera generación de universitarios en sus familias.
“ESO RESPONDE A QUE CLARAMENTE POLÍTICAS PÚBLICAS COMO EL PROG.R.ES.AR. HAN POSIBILITADO QUE MUCHOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS PIENSEN EN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA COMO UN HORIZONTE POSIBLE Y FUNDAMENTALMENTE PUEDAN PERMANECER EN SUS ESTUDIOS.”
“Eso responde a que claramente políticas públicas como el PROG.R.ES.AR. han posibilitado que muchos compañeros y compañeras piensen en la Universidad pública como un horizonte posible y fundamentalmente puedan permanecer en sus estudios” sostuvo Aguilera.
“La situación de vulnerabilidad social que atraviesa a los sectores juveniles por el aumento de los niveles de desocupación y pobreza requiere de la implementación urgente de mayores políticas sociales de contención y prevención social. Por el contrario, el Gobierno de Mauricio Macri definió avanzar en la reducción drástica del Programa de inclusión juvenil de mayor extensión nacional”, denunciaron desde Jóvenes de Pie, quienes solicitan que el Gobierno nacional convoque urgente a una audiencia pública con organizaciones sociales y estudiantiles para tratar esta situación. De lo contrario, convocarán a una movilización el viernes 10 hasta el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación o de la ANSES, informaron a la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
