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Ni una Menos: mientras avanza el ajuste, convocan a «unificar» las luchas y marchar con los jubilados

Mientras el Gobierno desfinancia todas las áreas destinadas a erradicar la violencia de género, este 3 junio se conmemoran 10 años del primer Ni Una Menos, la multitudinaria marcha que dio el puntapie a una nueva ola feminista en Argentina y que tuvo su replica en diferentes partes del mundo. En un contexto de ajuste, esta vez la convocatoria es a marchar el miércoles, bajo la consigna «Unir las luchas es la tarea», para brindar así apoyo a jubilados y jubiladas que cada semana se nuclean en el Congreso y convocando además a otros sectores a sumarse.

A una década del primer Ni Una Menos, este miércoles se convoca a movilizar desde Plaza de Mayo a las 16 horas al Congreso de la Nación, en busca de unificar los reclamos «contra el ajuste y la crueldad». Asi las cosas, el Colectivo Ni Una Menos, en Capital Federal llama a pelear por el Hospital Garran, el CONICET, la Emergencia en Discapacidad, las personas migrantes y por supuesto, jubilados y jubiladas que este miércoles movilizaran nuevamente al parlamento.

La movilización se da en un contexto de fuerte desfinanciamiento de todas las áreas de género. Vale recordar que Milei en sus primeros días de gestión decidió borrar de un plumazo el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, reduciendolo primero a una Subecretaria bajo la órbita del Ministerio de Justicia, que posteriomente fue eliminada, y con ello, en la degradación o eliminación la mayoría de sus políticas, un hecho que se condice con la visión de esta problemática: para la gestión libertaria, la violencia de género no existe como tal.

Así se llegó a la paralización de programas claves como el Acompañar; la reducción de partidas para la Línea 144; el ajuste en el Programa Acercar Derechos (PAD), la Ley Micaela y los convenios que garantizaban los traslados interregionales de personas en situación de violencia por motivos de género y de familiares

En mayo, el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona decidió avanzar aún más, con la eliminación de 13 programas públicos vinculados a políticas de género y diversidad por considerarlos «ideologicos», entre ellos el Programa para el Apoyo Urgente y la Asistencia Integral Inmediata ante casos de Violencias Extremas por Motivos de Género, que brindaba apoyo económico, asistencia psicológica y asesoramiento legal, entre otras herramientas, a personas y sus familiares que estaban en riesgos de sufrir agresiones e incluso femicidios.

La situación es crítica si se tiene en cuenta los números de la violencia machista. Mientras el Gobierno nacional decidió dejar de contabilizarlos, de enero a mayo, el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro contabilizó 109 víctimas en cinco meses.

Desde el 1° de enero al 31 de mayo de 2025, se produjeron 103 femicidios y vinculados de mujeres y niñas y 6 femicidios vinculados de varones adultos, según un nuevo informe de la Casa del Encuentro.

Esta organización destacó además que 100 niños y niñas, se quedaron sin madre siendo el 47% menores de edad.

«El 59 % de los agresores eran parejas o exparejas. Como cada informe lo demuestra, el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor (67 % fueron asesinadas en su hogar). Y si bien los femicidios abarcan el territorio nacional, en términos absolutos Buenos Aires sigue siendo la provincia con más casos, seguida por Santa Fe, Córdoba y Mendoza», señala el informe.

Desde la Casa del Encuentro además cuestionaron al Gobierno nacional. «Contradiciendo dichos y políticas de este gobierno, desde nuestro Observatorio seguimos contabilizando femicidios. La violencia más extrema hacia una mujer que demuestra que, sin ninguna duda, han existido previamente todas las otras violencias por motivos de género durante las cuales no fueron protegidas. No son solo números, son vidas truncadas, hijos e hijas que quedaron sin madre y familias destruidas. No son asesinatos ‘ideológicos’ ni hechos meramente policiales, son parte de un sistema patriarcal que nos domina socio culturalmente y que nos impide vivir libres de violencia», cuestionaron.