Luego de la represión, Cambiemos se impuso con el “saqueo previsional”

Atentos a la pueblada y la brutal represión policial que se vivían en las calles porteñas, 44 fueron los legisladores de los diferentes bloques que presentaron cuestiones de privilegio en busca de cancelar la sesión, pero no prosperaron. Finalmente, Cambiemos, a las 19 hs del lunes, comenzó el tratamiento de la reforma que consiguió aprobar a las 7:05 hs de hoy con 128 votos afirmativos, 116 negativos y 2 abstenciones.

“Tenemos la conciencia tranquila”, señaló Eduardo Amadeo, el primer diputado que dio ayer sus argumentos para apoyar el ajuste previsional. El legislador del PRO remarcó que la esencia de esta reforma es por “un sistema público, solidario y sustentable”.

«Hace varios días que estamos intentando que este Congreso, corazón de la democracia, funcione a pleno para poder demostrar durante la discusión que estamos tratando de lograr un objetivo noble, justo y necesario, el cual protege a los jubilados y al sistema previsional de una fórmula que genera enorme incertidumbre», dijo Amadeo.

Mirta Tundis, diputada del Frente Renovador especialista en sistema previsional, remarcó en sesión que la propuesta es “inviable”, al tiempo que aseguró que el proyecto de Cambiemos «afecta los derechos humanos de los jubilados, que van a ser afectados por este recorte, porque esto no es una reforma, es un ajuste». La legisladora massista advirtió que “este tema va a terminar en la Justicia”.

El diputado del bloque justicialista y exdirector de ANSES, Diego Bossio, manifestó la postura de su bloque en rechazo al ajuste previsional por parte del gobierno, al tiempo que planteó que la actual ley de movilidad jubilatoria “nunca fue cuestionada”. En cambio, la propuesta de Cambiemos “todos sabemos que no es una ley buena”.

Una de las voces más críticas en el recinto fue la de la diputada del Frente para la Victoria-PJ María Emilia Soria, quien cargó contra los gobernadores de este partido que llegaron a un acuerdo con el gobierno para que sus legisladores apoyen la reforma.

“Me da vergüenza que esos gobernadores se digan peronistas… ¡No son peronistas, son prostitutas de (Mauricio) Macri! ¡Vinieron acá y cambiaron los votos a costa de que Macri no incendie cada una de esas provincias! ¡Eso es coerción, es afectar el federalismo, es afectar las autonomías de las provincias!”, dijo la diputada rionegrina.

Por este partido, otro de los oradores fue Axel Kicillof, quien acusó a los funcionarios de “estafar” a los jubilados. Al igual que otros legisladores, el exministro de Economía hizo referencia a la modificación de la fórmula para el aumento de los haberes: con la reforma aprobada ayer, el aumento que tendrán los jubilados es aproximadamente del orden del 5,7%, mientras que con el sistema de movilidad jubilatoria alcanzaba el 14,5%.

“Es una quita, un ajuste y un saqueo”, dijo Kicillof, y agregó que con esta propuesta “le están robando a los jubilados; a los que pretendían defender”.

En esa línea coincidió el legislador del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, quien recordó que “Carrió se sacaba fotos con los jubilados para ganar votos y ahora le mete la mano en el bolsillo”.

Justamente Elisa Carrió, referente de la Coalición Cívica, fue una de las voces oficialistas que provocó más rechazo entre la oposición. Es que la legisladora aliada a Cambiemos manifestó, mientras se desarrollaban las cuestiones de privilegio por la represión en las calles aledañas al Congreso, que se estaba desarrollando “un golpe de Estado”, declaraciones que causaron el repudio de toda la oposición.

“Esta fórmula que hoy votamos es la mejor y tengo la tranquilidad de conciencia porque el tiempo me va a dar la razón. Esta es la mejor fórmula porque se actualiza cada tres meses, nos guste o no. Los jubilados siempre van a estar tres puntos arriba de la inflación anual”, argumentó posteriormente Carrió.

“Ahora van a tener que escuchar lo que pasa en cada esquina. Porque los que están afuera no son desestabilizadores: es la sociedad que se hace escuchar. Y le decimos ‘con los jubilados y los pibes no se metan’”, dijo la diputada Victoria Donda de Libres del Sur en el recinto, al tiempo que anunciaba, con una cacerola en la mano, lo que sucedía en las calles de la ciudad.

Cuando la gran mayoría de las fuerzas de seguridad fueron retiradas, los cacerolazos comenzaron a ser la forma que encontraron los argentinos para rechazar la reforma que Cambiemos impulsaba con total normalidad, cuando la jornada había dejado una movilización masiva, con alrededor de doscientos heridos hospitalizados y más de sesenta detenidos.

Mientras los cacerolazos de multiplicaban, la legisladora del Frente Renovador Graciela Camaño llamó a sus pares a escuchar al pueblo. “No hagamos oídos sordos, es lo peor que podemos hacer como dirigentes políticos en esta noche”, manifestó la diputada, quien pidió que se vuelva a comisión el proyecto. Ratificado por su par del FpV Guillermo Carmona, la iniciativa se votó pero con 107 votos afirmativos y 127 negativos. La votación dio la pauta de lo que iba a suceder horas más tarde.

«Una ley pensada para reducirle los ingresos a los 17 millones de argentinos más frágiles, más vulnerables, más indefensos, es básicamente una ley inmoral”, opinó Hugo Yasky, legislador del FpV y referente de la CTA de los Trabajadores en altas horas alrededor de las 4 de la mañana. Afuera del recinto, la policía volvió a la carga contra los autoconvocados que estaban en la zona de Congreso.

«Lo que esconde esta reforma son sugerencias que dejó el FMI y una necesidad del gobierno por buscar $ 100 mil millones. La derecha, cuando gobierna, corta el hilo por lo más delgado», manifestó el diputado Agustín Rossi, presidente del bloque del FpV, cerca de las 7 de la mañana del 19.

“Volvieron a hacer lo que la derecha siempre hace: volvieron a cortar los recursos a los jubilados”, manifestó Rossi. “No queremos una reforma con criterios fiscalistas que le empeore la vida a los jubilados de este país”, agregó el santafesino, el último orador antes de la votación que concluyó con 128 votos afirmativos, 116 negativos y 2 abstenciones a las 7 de la mañana, tras diecisiete horas de sesión.


 

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