Latinoamérica resiste al golpismo mediático

Por Florencia Abelleira

Stella Calloni y Jorge Bernetti conversaron con Contexto antes de participar en un panel del II Congreso de Comunicación y Ciencias Sociales desde América Latina (II COMCIS) que se realiza en conjunto con el I Congreso de Comunicación Popular (ICCP) en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Tanto la periodista y corresponsal de guerra en diversos conflictos latinoamericanos, como el periodista, escritor y profesor que vivió diez años exiliado en México, debatieron sobre el rol actual que desempeñan los medios hegemónicos en América Latina y su habitual empeño en ponerle palos en la rueda del progreso a un continente en vías de reintegración.

-En los países de Latinoamérica en general, ¿qué rol están cumpliendo los medios hegemónicos y qué lugar están teniendo las otras voces encarnadas en medios alternativos o populares?

-Stella Calloni (SC): El 95% de las noticias que circulan por el mundo son manejadas desde un mismo lugar que no es un lugar de información, sino más bien de un tipo de guerra psicológica, que es lo que nosotros estamos viviendo en nuestros países. Hoy en día tienen la ventaja de haberse quedado con la mayoría de los medios masivos de comunicación, y, por otra parte, en la guerra cibernética manejan las nuevas tecnologías.

-Jorge Bernetti (JB): Yo creo que el dominio monopólico de los medios hegemónicos en América Latina nunca ha sido tan brutal como en esta época: las cadenas Televisa y Azteca en México, O globo en Brasil y el poder de Clarín en Argentina. Al mismo tiempo, en algunos lugares, especialmente en Argentina –que está marcando un punto de inflexión–, se ha subrayado una crítica muy potente a ese dominio. Está bien el tema de los medios alternativos, pero hay que tener una presencia en los espacios centrales.

-SC: Yo creo que los medios alternativos cumplieron un rol extraordinario, como las radios comunitarias en el golpe en Venezuela, que fueron las que pudieron reunir a la población cuando se habían cortado todas las formas de comunicación del Gobierno.

«los medios alternativos cumplieron un rol extraordinario, como las radios comunitarias en el golpe en Venezuela, que fueron las que pudieron reunir a la población cuando se habían cortado todas las formas de comunicación del gobierno». Stella Calloni. 

Yo creo que hay que darles muchísimo más espacio con esta nueva Ley de Comunicación Audiovisual. Creo que tenemos que extenderla, esa ley da para mucho más de lo que hasta ahora se está logrando: primero porque hay una resistencia del principal monopolio mediático que existe en el país que resiste acompañado por grupos judiciales que lo amparan; y segundo, porque también yo creo que la gente a veces no participa como debería.

-JB: Si uno se fija en 1959, la Revolución Cubana hizo una controversia muy importante, Prensa Latina, que era una agencia latinoamericana progresista o revolucionaria; y en estos años Venezuela hizo la gran constitución de Telesur, que es difícil verla en el país porque hay que pagar aparte para verla, en lugar de tenerla como verdadera competencia, como el liberalismo dice.

A pesar de contribuciones muy potentes como Canal Encuentro o la Tv Pública, estamos todavía sometidos a ese poder de información que es capaz de producir que sea noticia que no se habilitó la estación de trenes de Ciudad Universitaria en Buenos Aires, cuando tardó un día más que lo anunciado, mientras que en realidad la noticia es el establecimiento de esa estación frente al estadio de River.

-¿Cuál es su opinión sobre el rol que el Gobierno kirchnerista le dio a medios estatales como Canal Encuentro, la Tv pública, etcétera?

 Stella Calloni-SC: En Canal Encuentro, el canal infantil de las características del que tenemos –Pakapaka– produce un poquito la envidia en los países de alrededor a los que no se les había ocurrido que era tan importante. Pero también se instala que hay mucha gente que dice que no ve Encuentro, cuando sí lo ve. Se ha instalado el miedo y la persecución que viene de parte de los medios privados, que salen aplastantes y hay que tener una gran fuerza para resistir a eso como se está haciendo aquí.

Es una resistencia que se da en diversos frentes, como el hecho de que una presidenta tenga que recurrir a una cadena nacional para informar, para que la gente sepa la verdad. Los medios pretenden hasta impedir la cadena nacional, se están conformando en nuestros países como la verdadera cabeza de la oposición, como los formadores, asistentes y asesores de los grupos opositores.

Cuando el Gobierno da un salto así, tiene que haber una sociedad que lo acompañe, una sociedad activa.

-RB: Yo creo que la Ley de Medios es un parteaguas en sí misma. Como concepto jurídico y por la batalla cultural y política que se libró, el país es otro. La gente dice cosas en la calle que antes no se decía sobre los medios. Por otro lado, la federalización es fundamental. Se debe poder transmitir más la realidad del país desde el canal oficial con la visión que tiene de sí ese lugar. Porque si no lo que sucede es que, así como la Argentina aparece en un canal informativo europeo o estadounidense cuando hay algo que se parece a una catástrofe, nosotros también informamos de manera excepcional catastróficamente sobre nuestro propio interior del país (que es una palabra horrorosa).

«Necesitamos una rebelión del periodista para que pueda decir: ‘esto no lo voy a informar porque está en contra del código de ética’”. Jorge Bernetti.

Hay que saldar también un debate todavía más fuerte en el marco de los periodistas. Es muy difícil la situación de verticalización en la prensa y las condiciones laborales. Necesitamos una rebelión del periodista para que pueda decir: “Esto no lo voy a informar porque está en contra del código de ética”.

-¿Qué lectura hacen del momento actual que está atravesando Latinoamérica como bloque frente al resto del mundo?

-SC: De cada una de las reuniones de los organismos de integración como la Unasur o Celac, que han sido importantísimas, no sale nada, los medios las ignoran. Eso es una forma de ayudar a la desintegración. Esta última reunión de los coordinadores gubernamentales de la Celac en Quito, por ejemplo, reclamó la devolución de Guantánamo a Cuba, un reclamo muy importante, como ha reclamado las Malvinas, y no sale nada.

«de Cada una de las reuniones de los organismos de integración como la Unasur o Celac, que han sido importantísimas, no sale nada, los medios la ignoran. Eso es una forma de ayudar a la desintegración». Calloni.

En tiempos de Perón, había un gran conocimiento de la hermandad con los países árabes, estaba el Movimiento de No Alineados, e inclusive surgieron organizamos que tenían que ver con la comunicación, con lograr una relación muy fluida entre las agencias de noticias de cada uno de nuestros países. Estuvo la OIP (Organización Internacional de Periodismo). Jorge fue parte de la Federación Latinoamericana de Periodistas de LAP en momentos en que América Latina estaba en el silencio, porque eran momentos que habían sembrado dictaduras en el Cono Sur.

Necesitamos volver a recuperar todos estos organismos del pasado. Es una obligación central para definir cómo imponemos nuestros propios proyectos a ese nuevo orden informativo internacional.

-JB: Tenemos que avanzar en diversos aspectos. Uno es el de la comunicación, donde hay Jorge Bernettique sumar y articular más iniciativas de todo tipo, que tiene que ver con la crítica a la TV idiota que muchos sectores de la sociedad estiman que es así pero que no logran ir al fondo de esto, que es la mercantilización. Gran Hermano o Tinelli son mecanismos de idiotización, sin que esto quiera decir que hay que abandonar el tema del entretenimiento y aquello que al público le importa.

Nosotros tenemos que batallar para que haya creación de señales noticiosas e iniciativas como las de Fútbol Para Todos. Me parece que esa articulación más compleja nos va a permitir una producción informativa propia y la producción de contenido que requiere más audacia. Tenemos que producir cosas que, aunque generen gran debate, tienen que demostrar que la información que planteamos es la más amplia, la más democrática, la más creativa.

«Tenemos que producir cosas que, aunque generen gran debate, tienen que demostrar que la información que planteamos es la más amplia, la más democrática, la más creativa». Bernetti.

-SC: Creo que la clave es unificar los criterios, inclusive en América Latina, de lo que vamos a hacer frente a este constante ataque mediático, donde se usa a los medios como un arma para desestabilizar gobiernos, para instalar guerras entre países.

Ya hicimos muchos análisis sobre la situación mediática. Tenemos que activar todas las energías descolonizadoras del continente.


 

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