Por Daiana Gimenez
Son profesionales, militantes, referentes sociales, feministas. Son las mujeres que crecieron en política durante estos últimos doce años y que aún siguen siendo gobierno. Diario Contexto realiza un repaso por la fuerza femenina del proyecto nacional y popular.
Por primera vez en la historia de Argentina, cinco mujeres son gobernadoras. Y cuatro pertenecen al FpV.
Rosana Bertone nació en Entre Ríos, es abogada, y por cuestiones laborales se trasladó a Tierra del Fuego, provincia a la que representa desde 2011 en el Congreso Nacional. En 2015 llegó al poder en su segundo intento.
Lucia Corpacci es hija de Sebastián Corpacci, ex ministro de los gobernadores catamarqueños Vicente y Ramón Saadi. En 1982 se graduó de médica y se dedicó de lleno a la salud pública, hasta que en 2005 decidió incursionar en la política, como candidata a diputada nacional. Dos años después acompañó en la formula a Eduardo Brizuela del Moral como vice, cargo que ocupó hasta 2009, cuando el conflicto con el campo la alejó del gobernador.
Ese mismo año encabezó como senadora la lista kirchnerista en las elecciones nacionales, cargo que asumió meses después. Tras finalizar el mandato de Brizuela de Moral, Corpacci se postuló como gobernadora, resultando electa, ganándole a quien había sido su compañero de fórmula cuatro años atrás y terminando con veinte años de gobierno radical. Este 2015, la catamarqueña fue reelegida con 49,8%, otra vez sobre Brizuela de Moral.
Santiago del Estero siempre fue una provincia que acompañó al kirchnerismo en las urnas, gracias en parte a las relaciones favorables que tuvo el ex gobernador Gerardo Zamora con los Kirchner. En las elecciones provinciales de 2013, con una lista conformada por el Frente Cívico por Santiago y por el Frente para la Victoria, la abogada Claudia Ledesma Abdala, esposa de Zamora, se impuso con el 63% de los votos, convirtiéndose en la primera mujer en gobernar la provincia. En el marco del balotaje, la gobernadora, manifestó la importancia de defender lo logrado en estos últimos años.
Alicia Kirchner es una de la caras más visibles a pesar su perfil bajo. La hermana de Néstor, la cuñada de Cristina, es trabajadora social, sector donde se desempeñó desde el 74 en diferentes entes públicos. Posteriormente, fue senadora y ministra de Desarrollo Social. Ayer asumió como gobernadora de Santa Cruz, bastión del kirchnerismo. Además, supo consolidar, gracias al trabajo de buenos dirigentes y a un armado nacional, Kolina, agrupación que nació a mediados de 2010 y que hoy se prepara para ser uno de los lugares de resistencia.
Juliana Di Tullio es parte del kirchnerismo desde sus comienzos. Los primeros dos años de gestión de Néstor Kirchner, la moronense fue Representante Especial para Temas de la Mujer en Cancillería. Desde 2005 en adelante ocupa una banca en el Congreso de la Nación por la provincia de Buenos Aires, donde ya va por su tercer mandato. En 2013, tras la salida de Agustín Rossi, pasó a convertirse en la primera mujer jefa de un bloque.
Autoproclamada “peronista y feminista”, Di Tullio, desde su lugar de diputada, presentó un proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo, apoyó la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, la Ley de Identidad de Género y la de Matrimonio Igualitario, la Ley de Anticoncepción Quirúrgica, la de Prevención y Sanción de Trata de Personas y Asistencia a las Víctimas, entre otras.
A pesar de ser un entorno integrado mayormente por hombres, desde La Cámpora son varias las mujeres que comienzan sus pasos en la política. Fernanda Raverta, trabajadora social, asume como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires al igual que Luana Volnovich, responsable a nivel nacional del Plan FinEs.
Dentro de este espacio, Mayra Mendoza es quizá una de las dirigentes más jóvenes con más ascenso dentro del kirchnerismo. Nacida con la vuelta de la democracia en el seno de una familia radical, la quilmeña comenzó su militancia en el centro de estudiantes de su secundario, el cual terminó en un conflictivo 2001. Pasó por diversas agrupaciones peronistas hasta que en 2007, con una nueva juventud kirchnerista y ante la inminente campaña de Cristina, se forma La Cámpora y Mendoza se convierte en una de sus principales referentes y en la única mujer en la Mesa de Conducción Nacional de esta agrupación que hoy nuclea a miles de militantes en todo el país.
A mediados de 2009 asumió como gerente de Relaciones Institucionales de la ANSES. Hoy ocupa una banca del Congreso de la Nación y apuesta al trabajo territorial en su Quilmes natal.
Milagro Sala se consolidó como referente del kirchnerismo por su trabajo en el norte del país. Como forma de resistir a la debacle de 2001, la jujeña creó la Organización Barrial Túpac Amaru, que hoy nuclea alrededor de 70 mil afiliados y se dedica al trabajo de territorio y la construcción de viviendas.
En 2009 se postuló como candidata a senadora por su provincia, cargo que ejerció hasta este año, cuando fue elegida como representante del PARLASUR, entre constantes ataques de la prensa y el oficialismo jujeño. La líder de la Túpac Amaru señaló que «no se bancan que voten a esta negra colla». En su discurso de despedida, Cristina agradeció a los movimientos sociales “que bancaron e hicieron el aguante todos estos años”, mientras las cámaras mostraban a Milagro Sala entre lagrimas.