Por Florencia Zanello
Se realizó ayer una masiva marcha para pedir justicia por el femicidio de María Emma Córdoba, estudiante de medicina de la UNLP, y por su amiga Ana Laura, que permanece internada. Minutos después de las 17:00 hs, agrupaciones estudiantiles, gremios de la educación, organizaciones feministas, familiares, amigos, amigas, compañeros, compañeras, autoridades de la Universidad y autoconvocados se congregaron en la puerta de la Facultad de Ciencias Médicas de La Plata con banderas, bombos y carteles que reclamaban por ambas estudiantes.
La columna de la marcha estuvo encabezada por una bandera con la frase “Justicia por Emma”, y se extendieron por casi diez cuadras las personas que marcharon hasta Gobernación, en calle 6.
Centros de Estudiantes de todas las Facultades de la UNLP, la Federación Universitaria de La Plata, la Federación Universitaria Argentina, ADULP, ATULP, CTA, Suteba, la Fundación Miguel Bru, la Comisión de Justicia por Emilia (Uscamayta), entre otras organizaciones, se hicieron presentes.
Luego de casi dos horas de caminata por el centro de la ciudad, desembocaron en la Casa de Gobierno. “Somos miles pidiendo justicia”, se escuchó por los parlantes montados en la vereda del palacio gubernamental bonaerense.
Josefina, la presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Médicas (CeCim), ofreció el apoyo a las familias de Emma y Ana Laura y recordó a la primera como una de las mejores estudiantes de la Facultad, por lo humana, solidaria, alegre y luchadora de la vida. “Nos enseñó a todos a ponerle el pecho a los problemas. Sentía a fondo las injusticias”, señaló.
También leyó un escrito que Emma había publicado en su Facebook hacía un mes, donde relataba lo difícil que, a veces, se tornaba la vida. “Hoy te digo que no sé si soy una mujer que puede con todo pero si puede con esto y agrego algo más, el día que decidás graduarme de tus clases, querida vida, me voy a ir conforme de quién soy y habiéndote dado pelea”, finalizó la lectura. Un aplauso cerrado y prolongado que hizo eco en la plaza San Martín envolvió la escena plagada de almas que escuchaban atentas.
La estudiante también recordó a Emma marchando contra la violencia de género en las distintas convocatorias de #NiUnaMenos. “Con una mano en el corazón, le pedimos a los responsables de garantizar esta justicia que por favor se pongan en nuestro pellejo y hagan lo que tienen que hacer”, expresó. Y agregó: “Hace tiempo que venimos pidiendo por la declaración de la emergencia en violencia de género. Necesitamos que no se le quite presupuesto”.
“Yo entiendo el dolor, la angustia y la bronca, pero quiero pedir que esto no nos paralice, que sea un impulso para seguir esta pelea para que no tengamos que contar más víctimas. Que seamos millones en las próximas marchas y en el Encuentro Nacional de las Mujeres”, finalizó. Soltó el micrófono y corrió a abrazarse con un grupo de estudiantes que la escuchó conmovido.
«Emma hubiera sido la primera en estar»
Luego, Pierina Marzocca, Consejera Superior del CeCim, tomó la palabra, saludó a los familiares, amigos y compañeros de Emma y resaltó el dolor de la cátedra de Biología de la que la estudiante era ayudante alumna.
Además, relató la jornada que realizaron en la Facultad de Ciencias Médicas, donde desde la mañana temprano los y las estudiantes pidieron que se suspendan los parciales, finales y cursadas. “Lo necesitábamos para estar juntos y juntas en la Facultad organizándonos para llenar estas calles, porque esta es la única manera de hacer justicia: la sociedad empoderada diciendo basta”, expresó.
Luego resaltó que es la primera vez que “nos matan a una compañera”, en manos de un femicida que tenía antecedentes de violencia de género hacia su mujer y de conflictivo en el barrio. “Si se conocía, era evitable”, sentenció.
Por otro lado, Marzocca recriminó la responsabilidad del Estado de “asignar el presupuesto adecuado para sostener las leyes, los programas y los dispositivos necesarios para prevenir y erradicar la violencia de género que termina causando tantas muertes de tantas mujeres”.
Y agregó: “Ante esta situación, Emma hubiera sido la primera en estar a las 7 de la mañana organizándose con todos y todas, hubiera salido a la calle por cualquier compañera. Eso nos rompe el alma, pero nos hace redoblar las responsabilidades”.
“Todas somos Emma”, corearon los presentes en la noche fría frente a gobernación, que estaba vallada y con las luces apagadas.
A su turno, el presidente de la FULP, Marcel Aguilera, tomó el micrófono y expresó el apoyo de la organización hacia la familia y los amigos de Emma. “Necesitamos tener una unidad de toda la sociedad para poder exigir políticas públicas y un proyecto de país que pueda de una vez por todas poner un freno a esta masacre que están sufriendo nuestras compañeras, y no podemos permitir que eso se naturalice en nuestro país ni el mundo”, expresó.
Verónica Cruz, la prosecretaria de Derechos Humanos de la UNLP, se solidarizó con el hecho en representación de la comunidad educativa y reasumió el compromiso de trabajar sobre la temática. Con la voz entrecortada, recordó que “es la segunda compañera que perdemos, víctima de violencia de género”, en referencia a Lucía Ríos Muller, la estudiante del Liceo que falleció el año pasado por un disparo de su exnovio.
Cuando se reincorporó de la emoción, Cruz resaltó que en 2015 “votábamos, propuesto por el claustro estudiantil, un protocolo contra la violencia de género”. Y agregó: “Fueron los estudiantes quienes visibilizaron anticipadamente esa problemática, quienes nos pusieron a la comunidad universitaria a trabajar en este sentido”.
Además, expresó que se necesita del trabajo conjunto para construir políticas públicas efectivas y prevenir los casos de femicidios. “En el plano de la justicia, es importante que disputemos que la carátula sea un femicidio y no lo que se está planteando”, sentenció.
“Estamos comprometidos e indignados con que estas situaciones se reiteren una y otra vez, no sólo con nuestras pibas, imagínense también con otras pibas que están mucho más desprotegidas y que no necesariamente tienen un colectivo organizado como somos todos los que estamos acá para visibilizar y desnaturalizar eso”, finalizó.
Durante un minuto, las miles de personas que se congregaron frente a Casa de Gobierno, se unieron en un aplauso en memoria de María Emma y por la pronta recuperación de su amiga Ana Laura. “María Emma Córdoba”, se escuchó por los parlantes. “Presente, ahora y siempre”, respondieron los presentes.
“La ciudad de La Plata no tiene ninguna campaña»
La concejala y precandidata a diputada provincial por Unidad Ciudadana Florencia Saintout también se hizo presente y consideró «imprescindible acompañar las movilizaciones convocadas por los colectivos de mujeres» para «transformar la sociedad”, aunque «parezca un camino largo y, en días tan dolorosos como estos, aun más».
“En este último tiempo se ha retrocedido muchísimo. Por ejemplo, se ha reducido el presupuesto y no hay campañas de prevención de la violencia de género. En La Plata, entre todas las concejalas de los distintos bloques nos hemos puesto de acuerdo para sancionar el estado de emergencia, y desde el Gobierno municipal no han hecho absolutamente nada al respecto”, expresó la edil en un comunicado.
“La ciudad de La Plata no tiene ninguna campaña, ni siquiera con cuestiones mínimas como difusiones contra los noviazgos violentos. La prevención es necesaria en la transformación de la cultura para que estos crímenes de odio contra las mujeres dejen de ocurrir”, agregó.
Emma Córdoba tenía 26 años. Estudiaba el 4º año de Medicina y vivía en Punta Lara, Ensenada. La madrugada del sábado 8 de julio fue golpeada, maniatada, violada, quemada y asesinada por un hombre que sería Ariel Baéz, su vecino, que se negó a declarar y continúa detenido en el penal de Romero.
Su amiga Ana Laura, que se encontraba esa noche con ella, corrió con una suerte parecida, pero los policías llegaron antes y lograron trasladarla al Hospital Cestino de Ensenada. La causa está a cargo de la fiscal Virginia Bravo con la carátula de “privación ilegal de la libertad, abuso sexual agravado, homicidio doblemente calificado por ensañamiento, violencia de género y tenencia de estupefacientes para su comercialización”.