Jorge Lanata: un caníbal desdentado enseñando a masticar

Por Héctor Bernardo

Jorge Lanata se ha transformado en uno de los operadores más importantes del Grupo Clarín. Sus constantes denuncias contra el Gobierno que condujo Cristina Fernández de Kirchner fueron repetidas en cadena por cada uno de los espacios del multimedio: TN, radio Mitre, Clarín, Telenoche, etcétera, etcétera.

Con el fin de desprestigiar a la ex presidenta, Lanata no tuvo reparos en atacar a todos los que identificara como posibles aliados del kirchnerismo. Desde ese lugar llegó a arremeter contra los organismos de derechos humanos representados en las figuras de Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini.

Sin embargo, Lanata no fue siempre un periodista vinculado a la derecha neoliberal. En su pasado estuvo ligado a los grupos que luchaban por los derechos humanos, a los sectores que exigían castigo para los criminales del terrorismo de Estado e incluso a los movimientos revolucionarias marxistas.

Su trayectoria periodística es extensa, pero sin dudas uno de los puntos más altos fue cuando fundó el diario de centro-izquierda Página/12.

Según señala el periodista Eduardo Anguita, en su libro Grandes Hermanos (1987), para fundar Página/12 Lanata consiguió fondos del Movimiento Todos por la Patria (MTP), conducido por Enrique Gorriarán Merlo, ex dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El vínculo para recibir esos fondos fue Francisco “Pancho” Provenzano, quién luego sería secuestrado y desaparecido cuando el MTP intentó copar del Regimiento de Infantería de La Tablada.

Página/12 se instaló como una referencia ideológica de sectores de centro-izquierda. Desde ese diario se defendía la lucha por los derechos humanos, el reclamo de castigo a los responsables del terrorismo de Estado, los procesos de integración regional, y se criticaba duramente las políticas económicas neoliberales impulsadas en los noventa.

Lanata se desvinculó del diario, pero siguió con programas críticos al neoliberalismo. “Día D” y “Detrás de las noticias” fueron dos de los proyectos que desarrolló en el canal América mientras mantenía una posición progresista.

En 2007, lanzó Crítica de la Argentina. Este nuevo diario intentaba disputarle el público a Página/12, pero con un claro discurso antikirchnerista. El vínculo con Elisa Carrió era más que evidente y algunos periodistas señalan que para su lanzamiento se recibieron fondos de la derecha cubana radicada en Miami.

El periodista Santiago O’Donnell señaló en su libro ArgenLeaks que en mayo de 2008 “el periodista Jorge Lanata se reunió con el embajador estadounidense (Earl Anthony Wayne) para vender avisos. Lanata y su entonces socio, el ex juez federal Gabriel Cavallo, le dijeron al embajador que convenciera a las multinacionales con sede en Estados Unidos de pautar publicidad en el matutino”.

Según señala el cable revelado por WikilLeaks, después de una larga charla “el embajador Wayne les agradeció a Lanata y a Cavallo, por haber confiado información tan delicada. Estuvieron de acuerdo en que la Argentina y los Estados Unidos tienen interés común en promover la prensa libre en Argentina y que es importante seguir trabajando con las ONG que se ocupan de temas relacionados con la libertad de prensa”.

Lanata dirigió el diario durante un año más, luego Crítica pasó a manos del empresario español Antonio Mata, quien lo declaró en quiebra en 2010, dejando a 178 trabajadores desocupados.

En 2012, Lanata se sumó al programa radial de Álvaro Vargas Llosa (hijo del escritor peruano del mismo nombre) emitido por la Cadena SER, perteneciente al Grupo PRISA de España.

Ese mismo año comenzó a trabajar en el Grupo Clarín, integrándose a radio Mitre y lanzando su programa «Periodismo Para Todos» (PPT), emitido por Canal 13. Muchos le recordaron que en más de una entrevista pública había criticado a ese grupo mediático y había asegurado que “nunca trabajaría en Clarín”. Poco pareció importarle.

Desde su programa de televisión, Lanata arremetió una y otra vez contra el Gobierno de Cristina Kirchner. Ninguna de sus denuncias pudo ser demostrada ante la Justicia. Por el contrario, muchas de ellas fueron desmentidas tajantemente por funcionarios y periodistas que mostraban documentos que contradecían lo que él había asegurado. Sin embargo, quien ya se había convertido en una estrella del multimedio jamás dio una retractación pública.

La noche que Mauricio Macri ganó el balotaje y se consagró presidente de Argentina, Jorge Lanata hizo su último programa de 2015 con entrevistas a distintos referentes de la alianza Cambiemos que parecían haber elegido su programa para festejar. Luego se retiró a Miami y compró un departamento valuado en 2,5 millones de dólares.

Según señaló el diario Perfil: “El departamento es parte de un rascacielos de 36 pisos y está en una esquina con vistas al mar. El ex director de Página/12 pagó 2,5 millones de dólares por la propiedad en el edificio Asia”.

El hombre que habla de moral desde la pantalla del principal grupo mediático vuelve con su programa el próximo 3 de julio. Ahora asegura que también investigará al Gobierno Macri. Sin embargo, desde que es parte del grupo Clarín, aunque hubo varias acusaciones contra el entonces jefe de Gobierno porteño y actual presidente, nunca hizo una investigación sobre él, y cuando se supo que el mandatario estaba involucrado en el escándalo de los Panamá Papers y que había mentido sobre su declaración patrimonial al esconder 18 millones que tenía en un paraíso fiscal, Lanata lo justifico y aseguró que el problema era que pusieron “la vara (moral) demasiado alta”.

Un periodista al que le da lo mismo que los fondos vengan de un movimiento revolucionario marxista o de la embajada de Estados Unidos, que trabaja para grupos a los que acusó de ser cómplices de la dictadura y que ahora critica a quienes antes defendió es el máximo referentes de las operaciones mediáticas del Grupo Clarín. Parafraseando al Indio Solari, se podría decir que Lanata, hablando de moral, es “un caníbal desdentado enseñando a masticar”.


 

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