Estados Unidos: entre el fascismo y el neoliberalismo

Estados Unidos atraviesa una profunda crisis política, social y económica que se agravó por la pandemia y las desastrosas políticas que frente a ella tuvo el presidente Donald Trump. Décadas de medidas neoliberales y profundo descrédito del sistema político generaron el caldo de cultivo para que surgiera –o simplemente se potenciara– un movimiento racista, antidemocrático y violento que encontró como referente al actual inquilino de la Casa Blanca.

Un mandatario que se niega a reconocer los resultados electorales –de un proceso en el que no siempre gana el que tiene más votos–, la toma violenta del Capitolio –con la complicidad de representantes y miembros de la policía, que debía resguardar el edificio–, la aprobación de un segundo proceso de juicio político –a una semana del fin del mandato del presidente–, cientos de miles de muertes y millones de contagios por la pandemia y una profunda crisis económica son solo algunos de los aspectos que caracterizan la actualidad de la principal potencia mundial.

Contexto dialogó con el analista político Jorge Kreyness sobre el presente y el futuro de Estados Unidos, un país en el que el pueblo parece tener que elegir cada cuatro años entre el fascismo y el neoliberalismo.

«El gobierno de Trump fue desastroso, pero los problemas que tiene el sistema político de Estados Unidos, como así también la profunda crisis económica y social que atraviesa el país, no nacieron con Trump, vienen de mucho tiempo atrás», señaló Kreyness, y agregó: «En Estados Unidos hay una contradicción insalvable entre la extrema desigualdad y cualquier forma de democracia».

El analista explicó que «ahora se aprobó el impeachment contra Donald Trump, pero también hubo cien miembros de la Cámara de Representantes y siete senadores que se negaron a legitimar la elección de Joe Biden. Habrá que ver si esa confrontación que hay en el sistema político implica una ruptura en el Partido Republicano y el surgimiento de un nuevo espacio político en torno a Donald Trump».

«La gran pregunta es si hay una fractura en el bloque de poder permanente de Estados Unidos. A las grandes corporaciones petroleras no se les puede decir que tengan los días contados, pero sí las décadas contadas. Ese sector está perdiendo peso frente a las corporaciones de la tecnología. Jeff Bezos, el dueño de Amazon, y Elon Musk, el dueño de Tesla, fueron señalados por la revista Forbes como los hombres más ricos del mundo», recordó.

Kreyness afirmó que «el sector de Joe Biden, Hillary Clinton, Barack Obama y Nancy Pelosi es el que promueve un gobierno global en base a decenas de ‘Cities financieras’. Lo que hace que los bancos estén muy contentos con el triunfo de Joe Biden».

«Todo indica que dentro del bloque del poder real de los Estados Unidos se está imponiendo una alianza de las corporaciones financieras y las corporaciones del sector tecnológico más moderno. Ese es el sector que va a definir los principales lineamientos políticos dentro del gobierno de Biden».

Luego agregó que «también hay que tener en cuenta que el retiro del Reino Unido de la Unión Europea y el triunfo de Biden en Estados Unidos le dan un peso muy importante al sector financiero angloamericano. No hay que olvidarse de que Biden es probritánico».

En relación con la disputa electoral entre candidatos de la derecha, un fenómeno que parece darse a nivel mundial, el analista sostuvo que «la realidad es que en varios países se intenta crear una arquitectura electoral para que las personas deban elegir entre distintos candidatos de derecha. Hay una parte de los trabajadores que son atrapados por el discurso xenófobo, chovinista contra los migrantes. Creen defender sus derechos como trabajadores y sus puestos de trabajo enfrentando a los migrantes y no a las patronales».

«En Estados Unidos eso se vio claramente con el gran apoyo que le dieron a Trump los trabajadores blancos del llamado ‘cinturón del óxido’ (cinturón industrial que engloba a varios estados del noreste y el centro de Estados Unidos). Eso es un peligro», concluyó Kreyness.


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